1. Las pérdidas y la deuda llevan al cierre de Marypaz
Tras vivir hasta tres concursos de acreedores y
haber buscado sin éxito a un potencial comprador, la firma española de calzado "low-cost" Marypaz (grupo empresarial
formado por cuatro sociedades cuya matriz es Iniciativas Avand, S.L.)
ha entrado finalmente en fase de liquidación.
El desencadenante de este trágico final ha sido la falta de un acuerdo con sus acreedores (tanto entidades bancarias como proveedores y administraciones públicas) para la refinanciación de su deuda, la cual asciende a 21 millones de euros, si bien la compañía lleva años arrastrando grandes problemas de liquidez originados por la acumulación de pérdidas (que se han ido traduciendo en importantes déficits de caja).
Marypaz pertenece actualmente a Crocea Mors, S.L., sociedad de la familia Aguaded -fundadora de la firma- que recuperó la mayoría del capital en el año 2019, cuando la compañía de moda atravesaba su segundo concurso de acreedores.
2. En crisis desde 2016 y atravesando tres concursos de acreedores
Marypaz "tocó el cielo" en los años 2000, cuando llegó a contar con más de 400 tiendas por una decena de países, 2.000 empleados y una cifra de negocio superior a los 140 millones de euros.
Sin embargo, a partir de los años 2010, las cosas se han ido torciendo para la cadena, atravesando una profunda crisis motivada por:
(1) una caída de las ventas (como consecuencia del incremento de la competencia, los cambios de la demanda y, posiblemente, errores en la estrategia comercial de la marca),
(2) la consecuente acumulación de pérdidas
y (3) el gran incremento del endeudamiento.
a) Primer concurso (2016): de 400 a 192 tiendas
En el año 2016 (cuando su deuda rondaba los 100 millones), Marypaz sería capaz de superar su primer concurso de acreedores gracias a la entrada en el capital -de forma mayoritaria- de la gestora de fondos australiana Black Toro Capital (BTC), la cual inyectaría 30 millones de euros y aplicaría un primer "plan de viabilidad" con duras medidas de saneamiento.
Cómo consecuencia, se produciría el cierre de más de la mitad de los establecimientos de la cadena.
b) Segundo concurso (2019): de 192 a 125 tiendas
Tres años después, en 2019 (con el negocio nuevamente en manos de la familia fundadora), Marypaz atravesaría un segundo proceso concursal en el cual pasaría a mantener tan solo 125 tiendas abiertas (y 700 trabajadores) de las 192 (y 850 empleados) con que venía contando desde el concurso anterior.
Y es que la compañía viene menguando su tamaño en los últimos ocho años, a través de los diversos planes de saneamiento ejecutados, los cuales pretendían recuperar el equilibrio patrimonial mediante la creación de una compañía más pequeña pero rentable.
c) Tercer concurso (2023): de 125 a 54 tiendas
De hecho, tras haberse acogido por tercera vez al concurso en 2023, y tras aplicar un nuevo plan de optimización de tiendas, la empresa pasaría de contar con 70 zapaterías en 2022 a tan solo 54 en 2023, ubicadas todas ellas en España.
Tras el anuncio de la liquidación, todos los establecimientos echarán el cierre irremediablemente, suprimiendo 276 puestos de trabajo a través de un ERE colectivo y extintivo.
En la documentación aportada a los sindicatos, la firma ha atribuye la decisión de cierre definitivo de sus tiendas y la aprobación del despido colectivo al "deterioro de la demanda de sus productos y al aumento de las pérdidas económicas".
3. Los frustrados intentos de encontrar un comprador
Entre concurso y concurso, la administración de la empresa ha intentado sin éxito encontrar un comprador que fuese capaz de reflotar la cadena: de hecho, hace unos años, una gran compañía portuguesa llegó a mostrar interés, sin que finalmente se llegase a concretar en nada.
Recientemente, el empresario catalán Xavier Güell Cid (a través de la sociedad Moda Bella Trade International), habría presentado una oferta para hacerse con la unidad productiva de la empresa junto a 16 de sus zapaterías, manteniendo así a 88 empleados.
Con la liquidación de Marypaz, se pone fin a la historia de una de las enseñas más representativas del sector textil en nuestro país, con su característico modelo de zapaterías que ofrecen calzado de calidad "typical Spanish" a precios competitivos, y que tanto éxito le brindó durante los años 90 y 2000.
4. Pérdidas y Deuda: la fatídica combinación de toda crisis empresarial
Con 54 tiendas abiertas en el ejercicio 2023, Marypaz logró una cifra de negocio de 29,7 millones de euros, arrojando unas pérdidas de -3,2 millones, frente a los 33,8 millones facturados en 2022 (-10%), cuando acumuló números rojos por valor de -4,7 millones.
Y es que, en los últimos 4 ejercicios, entre 2020 y 2023, la firma sevillana suma cerca de 20 millones en pérdidas, hecho que le viene provocando grandes tensiones de liquidez e imperiosas necesidades de captar capital.
Con respecto a su pasivo, este alcanzó los 21 millones de euros en 2023, con deudas contraídas principalmente con sus proveedores, entidades financieras, la Seguridad Social y con la propia sociedad matriz del grupo (Iniciativas Avand 12, S.L.).
De estos, la deuda financiera (contraída con los bancos) rondaría los 8 millones.
5. La historia de Marypaz y el origen de su crisis
Marypaz fue fundada en Sevilla en el año 1972 por el empresario Ángel Aguaded, el abuelo de la actual generación de directivos que están al frente de la empresa.
Su misión: "ofrecer a nuestros clientes los mejores zapatos a un paso de sus casas".
El calzado de Marypaz ofrecía la exitosa combinación de calidad y diseño "made in Spain" a precios asequibles, posicionamiento que encontró muy buena acogida entre decenas de miles de consumidoras que se convertirían en fieles clientas de la cadena sevillana.
La firma experimentó un enorme crecimiento en los años 90 y 2000, llegando a contar con más de 400 tiendas en España y en una decena de mercados internacionales como Portugal, Francia, Italia, Malta, Marruecos, Túnez, Arabia Saudí, Kuwait, República Dominicana o México.
A mayores, la compañía llegaría a contar con una "unidad productiva" con un gran centro logístico en Sevilla.
El error de abaratar costes a costa de la calidad, la ausencia de la digitalización del negocio y el impacto de la "crisis covid"
a) Hasta el año 2007, el 90% de los zapatos comercializados por Marypaz contaba con la leyenda "made in Spain", confeccionando en torno al 60% de sus productos con cuero.
Sin embargo, con la llegada de la crisis financiera (2008), la firma sevillana comenzó a trasladar buena parte de su producción a China, cambiando el cuero por materiales sintéticos (en un intento por abaratar costes y ofrecer mejores precios) si bien, este cambio radical de su "política de producto" le haría perder buena parte de la clientela de forma dramática.
Ante esta situación, años después, la compañía intentaría volver a apostar por la calidad, si bien se vería incapaz de recuperar las ventas perdidas y la confianza de muchas clientas.
De hecho, en los últimos años, la compañía viene fabricando el 30% de sus zapatos en España, importando el 70% restante a proveedores internacionales.
b) Por otro lado, también llama la atención que Marypaz parece haber dado por perdida la batalla del comercio online desde siempre.
Y es que, a diferencia de la gran mayoría de firmas de moda (con una facturación creciente en este canal), tan solo el 1% de sus ventas de Marypaz se vienen produciendo a través de internet (teniendo así una enorme dependencia de las ventas generadas por sus tiendas físicas).
c) Este factor resultó dramático a la hora de afrontar la "crisis covid", provocando que Marypaz fuese una de las textiles más frágiles a la hora de afrontar la pandemia, y cuyas ventas se vieron más resentidas con los confinamientos, generando un enorme agujero en su cuenta de resultados que finalmente ha sido imposible de remontar.
A mediados de los años 2010, Marypaz se encontraba sumida en una profunda crisis como consecuencia de la combinación de pérdidas y deuda, propiciando un cambio de propiedad (con la entrada del fondo Black Toro Capital, el cual intentaría relanzar la empresa) y viéndose obligada a atravesar varios EREs y concursos de acreedores.
Tras el fallecimiento de Ángel Aguaded, su hijo Javier asumiría la presidencia de la firma (siendo posteriormente sustituido en 2017 por su hermano Carlos por exigencia de su máximo accionista, BTC), y su hermana María sería nombrada directora creativa.
En 2019, la familia Aguaded recupera la propiedad de la empresa, si bien sus intentos de reflotar la compañía fracasarían, acogiéndose nuevamente a concurso en 2023, el cual ha terminado finalmente en un proceso de liquidación a mediados de 2024.
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