jueves, 18 de diciembre de 2025

Grupo de Empresas Álvarez (GEA): el imperio vigués de las vajillas Santa Clara - EMPRESAS HISTÓRICAS



Santa Clara: el histórico líder de la industria cerámica española

En la celebración de la boda real de la infanta Elena de Borbón con Jaime de Marichalar (celebrada en Sevilla el pasado año 1995), la mesa nupcial contaba -como no podía ser de otra manera- con una famosa vajilla "made in Vigo" y que es todo un icono de la industria cerámica española: la famosa marca Santa Clara.


Pero no solo en banquetes reales: esta enseña gallega (que durante varias décadas se convirtió en símbolo de prestigio, calidad de vida y buen gusto en miles de mesas españolas), ha sido testigo de lujo, tanto de relevantes acontecimientos sociales de nuestra historia reciente, como de la vida cotidiana de millones de hogares. 


En este sentido, el propio Francisco Franco, los Reyes de España o la compañía aérea Iberia han sido destacados clientes de las vajillas Santa Clara, pero sobre todo los millones de familias (burguesas y humildes) que durante medio siglo han querido dar un toque de estilo y color a sus mesas.



El Grupo de Empresas Álvarez (GEA): cuando Vigo fue un referente mundial de la industria cerámica 

Santa Clara es la marca más conocida del Grupo de Empresas Álvarez (GEA), un gran conglomerado industrial especializado en la produccion de cerámica y cristal, que fue puesto en marcha a principios del siglo XX por Manuel Álvarez, un emigrante gallego retornado de Cuba.


De hecho, Manuel (junto a su hijo y sucesor Moisés) serían capaces de transformar un pequeño taller artesano ubicado en el centro de Vigo en un gran imperio internacional de cerámica y cristal.


Y es que durante las décadas de los 50 y los 60, GEA experimentaría una increíble expansión, llegando a convertirse en la mayor compañía cerámica de España, así como en uno de los grupos industriales más importantes del país, tras lograr poner de moda las vajillas Santa Clara. 


En este sentido, y durante varias décadas, los juegos y piezas de Santa Clara encontrarían lugar en millones de mesas de todo el país, convirtiéndose además en el regalo de bodas por excelencia en España.

En su etapa de máximo esplendor (durante los años 60 y 70), este grupo empresarial llegaría a facturar más de 5.000 millones de pesetas (unos 300 millones de euros), dando empleo a más de 5.000 trabajadores, y creando toda una "cultura de la industria cerámica" en el entorno de Vigo.



Pero GEA no solo fue un referente a nivel nacional: a mediados del siglo XX, decenas de barcos cargados de loza comenzarían a zarpar del puerto de Vigo para llevar la calidad y el diseño de esta cerámica española por medio mundo.

De esta forma, las vajillas Santa Clara llegarían a decenas de países de Europa, América e incluso Australia, logrando también un enorme éxito internacional y convirtiéndose en una valiosa firma de fama mundial.



No obstante, tras vivir cuatro décadas de gran crecimiento y liderazgo, a partir de los años 70, GEA atravesaría una etapa de profunda crisis que, tras varios intentos de reflote, terminaría con la liquidación de la compañía en el año 2000. 

Hoy repasamos la historia del que fue el gran imperio vigués de la cerámica: el Grupo de Empresas Álvarez.





La historia de GEA

1) La figura del empresario Manuel Álvarez

Manuel Álvarez nace en el año 1873 en el pueblo orensano de Gomesende (entre los municipios de Crecente y Celanova).


Al cumplir la mayoría de edad, Manuel emigra a Cuba (pues en ese momento era uno de los países más pujantes de la América española), instalándose en la ciudad de Santa Clara: un próspero municipio, en buena medida, gracias al comercio de tabaco.

Allí comenzaría su carrera laboral en un aserradero de madera que fabricaba cajas para puros habanos

Fuente: passporterapp.com

En este puesto, el joven español trabajaría muy duro durante años, logrando ascender en la empresa hasta llegar a convertirse finalmente en su propietario. 

Con este primer negocio, Manuel lograría amasar una pequeña fortuna que, por consejo de un amigo banquero, acabaría convirtiendo en marcos alemanes (pues Alemania era en aquel momento la gran potencia mundial).

Durante su estancia en Cuba, Manuel conocería también a la que sería su mujer, Clara O`Farril, con quien contrae matrimonio y tiene una extensa descendencia: 15 hijos, de los cuales sobrevevirían 11. 

Fuente: vigoe.es

A principios del siglo XX, Manuel se plantea su retorno a España (junto a su familia). 

Sin embargo, tras el fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y a consecuencia de la derrota del ejército alemán (con la firma del Tratado de Versalles), la economía de Alemania resultaría especialmente castigada, experimentando una tremenda inflación y quedando restringido el uso de su moneda a nivel internacional.


Viendo como esta situación podía poner en peligro los ahorros de toda su vida (ya que en España sus marcos no valían nada), Manuel decide comprar un billete a Alemania para adquirir valiosos objetos para su reventa posterior: es decir, transformar su dinero en marcos en algo tangible y monetizable.

De esta forma, el empresario visita importantes fábricas de porcelana, cristal y loza ubicadas en Alemania, firmando el suministro hasta España de un gran stock de producto.

Fuente: antiguedadeselportal.com

Una vez en Vigo (la ciudad donde decide asentarse con su familia), pondría en marcha un comercio especializado en porcelana alemana de importación.

Para ello se asociaría al también empresario Manuel Rey Vázquez, fundando la sociedad Álvarez y Rey, S.L., y ubicando su establecimiento de venta minorista en el centro de Vigo, en la calle Policarpo Sanz.




2) El pequeño taller en la Calle Victoria de Vigo y la red de 4 tiendas (1927)

Tras cinco años operando el negocio junto a su socio, Manuel decide disolver la sociedad e iniciar un nuevo proyecto en solitario.

De esta forma, en 1927 crea una segunda empresa: Manuel Álvarez e Hijos, S.L., encargada de explotar un pequeño taller de decoración de porcelana que estaba ubicado en la calle Victoria de Vigo (entre la Alameda y la calle Carral), abriendo también hasta 4 tiendas para la venta al por menor de sus productos. 


La oferta de los establecimientos Álvarez se basaba principalmente en vajillas y toda clase de artículos de porcelana y cristal importados de Alemania.  

Sin embargo, en 1936 estalla la Guerra Civil Española, cortándose por completo el suministro con Alemania

Por este motivo, el empresario decide poner en marcha una fábrica propia de porcelana (bajo el nombre de "Santa Clara", la localidad cubana donde años antes había iniciado su carrera profesional).




3) La primera fábrica en la calle Gran Vía (en el solar de El Corte Inglés) (años 30)

De esta forma, a mediados de los años 30, Manuel levanta su fábrica de cerámica en un extenso solar ubicado al lado de la Gran Vía viguesa, donde actualmente se encuentra el edificio de El Corte Inglés.

https://vigoantiguo.blogspot.com/2013/02/solar-del-actual-corte-ingles-vigo-1970.html

Durante casi una década, el negocio (y el volumen de vajillas fabricado) experimentaría un importante crecimiento, comenzando también a suministrar a importantes clientes de la burguesía y la alta sociedad española.

 
Una de las claves del éxito del negocio (y de la gran fama nacional e internacional que alcanzarían las vajillas Santa Clara) sería -además de la gran calidad de la porcelana- su espectacular decoración.


De hecho, según comentarios de periodistas de la época, Álvarez contaba en su plantilla con talentosas manos pintoras (mayoritariamente de mujeres) que eran auténticas artistas.

Con una tendencia claramente creciente, y en previsión de una posible expansión futura, Manuel decide adquirir a mayores unos amplios terrenos (de 40.000 metros cuadrados, y que por entonces estaban a buen precio) ubicados en barrio de Cabral, a las afueras de Vigo.




4) La inauguración de las fábricas de Santa Clara y VANOSA en el barrio de Cabral (1941)

Manuel iría enseñando el funcionamiento del negocio a su hijo Moisés, en vista de que éste pudiera ser en un tiempo su sucesor.


De esta forma, Moisés estudiaría ingeniería y haría sus prácticas en la ciudad inglesa de Stoke on Trent (con una gran tradición cerámica) donde aprendería las técnicas de fabricación de la porcelana.

A su regreso a Vigo, Moisés comienza a trabajar en la fábrica de Santa Clara, asumiendo finalmente la dirección en el año 1940.


De hecho, Moisés Álvarez O`Farril es considerara la figura clave en la gran expansión que experimentaría la compañía. 

En este sentido, el hijo del empresario lideraría la construcción de dos nuevas fábricas pegadas una a la otra (una de vajilla y otra de vidrio) sobre los terrenos de Cabral adquiridos por su padre: 
  • Por un lado, la fábrica de Santa Clara, que se especializaría en la fabricación de vajilla fina.
  • Y por otro, la fábrica de VANOSA (Vidrios Automáticos del Noroeste, S.A.), dedicada a la producción de artículos de cristal, especialmente servicios de mesa en vidrio irrompible (una exitosa innovación introducida en aquel momento).
Fuente: https://manuelc2005.blogspot.com/2014/11/la-factoria-de-moahsa-grupo-de-empresas.html

Para la puesta en marcha de las fábricas, Álvarez necesitó instalar una planta eléctrica y una central de gas (capaces de alimentar los potentes hornos), así como un gran depósito de agua. 

A mayores, el empresario traería maquinaria específica para la fabricación de cerámica y vidrio desde Alemania, así como modernos hornos con patente suiza.


Dentro del recinto fabril, Álvarez acondicionaría también una zona dedicada al taller para el mantenimiento, e incluso para la construcción de maquinaria propia.

Tras finalizar la construcción, en 1941 se produce el traslado de la producción a las dos nuevas factorías, dejando libre el solar de Casablanca (que años después, en 1975, sería ocupado por El Corte Inglés).  

Fuente: todocoleccion.com

Así, la fábrica de Santa Clara se especializaría en la producción de porcelana fina, de la más alta calidad, decorada con vistosos diseños que eran auténticas obras de arte.

De hecho, una buena parte del éxito de sus productos se debe sin duda al talento de las pintoras viguesas contratadas en su plantilla.


Tanto Santa Clara como VANOSA se convertirían en empresas de referencia en la ciudad de Vigo, dando empleo a cientos de trabajadores.

En el interior de sus instalaciones se realizaba todo el proceso de elaboración y decoración de las vajillas: desde el conformado, moldeado y horneado de las piezas (empleando para ello grandes hornos y ventiladores), hasta su pintado.


De hecho, para realizar esta segunda actividad, se inauguraría un área delimitada como "taller de decoración", donde decenas de trabajadores decoraban a mano (o mediante estampaciones) las vajillas y artículos de cristal, transformándolos en productos de gran lujo y valor.



5) Etapa de expansión (años 50 y 60): la puesta en marcha de 9 fábricas y la creación del "Grupo de Empresas Álvarez" (GEA)

Las fábricas de Santa Clara y VANOSA representan el pilar del gran grupo empresarial que Moisés Álvarez estaba a punto de levantar.


Con unas ventas crecientes, durante los años 50 y 60 se produce la verdadera gran expansión del negocio, etapa en la que el empresario iría ampliando y diversificando la producción. 

De hecho, a principios de los años 50, las fábricas de Álvarez (Santa Clara y VANOSA) se acabarían convirtiendo en el mayor grupo empresarial de Vigo (justo antes de la instalación de la fábrica de coches de Citroën en el año 1956).

Fuente: farodevigo.es

En este sentido, sus enormes instalaciones recibirían el sobrenombre de "la Colmena" por la gran cantidad de obreros (miles de personas, mayoritariamente vecinos de Vigo) que trabajaban e incluso vivían allí. 


Y es que el tirón de las industrias de Álvarez fue tal que la empresa acabaría promoviendo la construcción de varios bloques de viviendas para sus empleados justo al lado de las fábricas. 


De hecho, el barrio vigués de Cabral acabaría viviendo prácticamente de la industria cerámica.

Así, el recinto de Santa Clara se acabaría convirtiendo en una auténtica ciudad empresarial, albergando otros servicios como una escuela de aprendizaje, economato, servicio médico, una escuela para los hijos de los operarios e incluso una capilla.


Durante los años 50 y 60, se produce el estallido definitivo de la empresa: Moisés decide apostar con fuerza por la expansión y la diversificación del negocio, poniendo en marcha nuevas factorías de porcelana, vidrio y otras actividades relacionadas. 

Fuente: https://patrimonioindustrial.es/grupo-de-empresas-alvarez/

De esta forma se iría organizando el Grupo de Empresas Álvarez (GEA): 
  • Tras la puesta en marcha de (1) la fábrica de porcelana Santa Clara y (2) la fábrica de cristal VANOSA en 1941,
  • en 1948 se inauguran otras dos factorías: (3) Royal China, fabricante de loza, y (4) Casablanca, dedicada a la producción de artículos de vidrio.
  • En 1961 se funda la planta de (5) Alfares de Pontesampayo, S.A. (PONTESA), especializada también en la elaboración de loza, la cual estaba ubicada en la localidad de Arcade (en el interior de la ría de Vigo). 
  • Otra sociedad, (6) Porcelanas Sanitarias de Pontesampayo, S.A., se dedicaría a la fabricación de material sanitario.
  • En 1964, el empresario inaugura la (7) fábrica de calcomanías cerámicas (cromos) Cromolitos, S.A. y la factoría de (8) Porcelanas Vigo, S.A. (POVISA).
  • Durante los años 60 también se pone en marcha (9) Refractarios Álvarez, S.A. (REALSA).
  • En 1969 se inaugura otra gran fábrica especializada en la producción de loza para hostelería bajo el nombre de (10) MOAHSA (Moisés Álvarez e Hijos, S.A.), la cual estaba ubicada en el barrio de Corujo de Vigo (en la carretera hacia Bayona).
  • A finales de esta década se incorporaría también la fábrica de sanitarios (11) MANESA en Porriño.
  • Y por último, la factoría (12) Ibero-Tanagra en Santander, especializada en loza.

Fuente: farodevigo.es

Fuente: diariodepontevedra.es



En la puesta en marcha de grandes factorías como la de PONTESA (que con vistas a la ría de Vigo ocupaba 13.000 metros cuadrados), Moisés llegaría a contratar a ingenieros ingleses expertos en esta clase de industrias, siendo además inaugurada por todo lo alto con la visita de Francisco Franco.

En ella, Álvarez decidiría instalar maquinaria de última generación, incorporando automatismos a los procesos de fabricación.


Así, con la puesta en marcha de las nuevas factorías, el portafolio de productos de la compañía experimentaría un gran crecimiento, llegando a comercializar más de 1.500 referencias distintas. 


A finales de los años 60 el Grupo de Empresas Álvarez (GEA) se convierte en el líder nacional de la industria de la porcelana, la loza y el vidrio
  • llegando a operar diversas sociedades mercantiles encargadas de explotar 10 factorías por el noroeste de España (la mayoría en el área de Vigo), 
  • dando empleo a más de 5.000 trabajadores 
  • y logrando unas ventas superiores a los 5.000 millones de pesetas de la época (unos 30 millones de euros).

Esta gran corporación empresarial se convertiría en una de las más importantes de España, así como en la de mayor facturación de su sector, superando por ejemplo a La Cartuja de Pickman en Sevilla. 

A nivel interno, la actividad de GEA quedaría organizada en 5 divisiones:
  • 1) Porcelana: fábrica de Santa Clara.
  • 2) Vidrio: fábricas de Casablanca y VANOSA.
  • 3) Loza: fábricas de Royal China, MOAHSA, PONTESA e Ibero-Tanagra.
  • 4) Refractarios y sanitarios: fábricas de REALSA y MANESA.
  • 5) Calcomanías cerámicas: Cromolito.


6) Las vajillas Santa Clara se ponen de moda y se convierten en un símbolo de los hogares españoles (años 50 y 60)

Durante esta etapa, las vajillas Santa Clara se harían presentes en miles de hogares españoles, convirtiéndose en un símbolo de calidad, prestigio y buen gusto.


De hecho, las diversas piezas de esta marca viguesa se convertirían en uno de los regalos de boda más habituales de la época entre la población española.

Santa Clara acabaría siendo proveedor de El Pardo, la residencia oficial de Francisco Franco, con quien Álvarez entablaría una gran amistad: de hecho, el dictador acudiría junto a su mujer a la inauguración de varias de sus fábricas.

O también también se haría presente en otros ilustres hogares, como fue el caso del Palacio de la Zarzuela (residencia de los Reyes de España) y empresas, siendo por ejemplo la vajilla oficial de la compañía aérea Iberia. 




7) La creación de una red de tiendas propias (años 50 y 60)

GEA haría llegar sus productos hasta los consumidores finales de toda España a través de los principales distribuidores, tiendas de loza y vajillas y cadenas comerciales.
 

En paralelo, y aprovechando la pequeña red de establecimientos que el fundador había puesto en marcha años antes, la compañía decide potenciar también este canal de venta directo, abriendo una cadena de tiendas propias por toda España bajo la denominación comercial de Establecimientos Álvarez.

Fuente: paxinasgalegas.es

Así, 
  • si en 1958, la cadena estaba compuesta por 21 tiendas,
  • en 1963 ésta alcanzaría los 34 puntos de venta por las principales ciudades de España.

Grandes urbes como Madrid llegarían a contar con 4 establecimientos, o Barcelona con 3 tiendas, manteniendo operativos 2 puntos de venta en Vigo (uno en la comercial Calle Príncipe y otro en la Calle Urzáiz). 



8) El inicio de las exportaciones (años 60 y 70)

Además de (1) la gran calidad de sus vajillas y de sus excepcionales diseños (capaces de atraer y cautivar a los compradores más exigentes a la hora de decorar sus mesas), así como (2) el desarrollo económico y social que viviría España durante los años 60 y 70 (décadas durante las cuales se generaría una gran demanda y consumo), parece ser que otro de los factores que explicarían la gran expansión vivida por GEA sería (3) la falta de competencia por aquella época.


Y es que durante la etapa de autarquia de Franco (1939-1959), la economía española permanecería prácticamente cerrada al comercio internacional, factor que propiciaría la aparición y el crecimiento de varias industrias nacionales dispuestas a cubrir la creciente demanda interior en sus diversos ámbitos.

Este fue el caso de GEA que, capitaneada por los Álvarez (padre e hijo), se propondría liderar el mercado nacional de loza, vajillas y cristalería.

No obstante, a partir de los años 60, tras la apertura de nuestro país al comercio internacional y a la inversión extranjera, Moisés decide expandir la comercialización de sus productos también a nivel internacional.


Para ello, GEA comienza a exponer sus vajillas y lozas en la feria de Hannover, en Alemania (una de las más importantes del sector), mostrando al mundo sus creaciones. 

De esta forma comienzan a llegar pedidos del extranjero, iniciándose las exportaciones a decenas de países y empleando el puerto de Vigo como puerta de salida hacia todo el mundo.


Las vajillas de Santa Clara resultan también un éxito en el extranjero, firmando acuerdos de distribución con las principales cadenas comerciales.

Así, las exportaciones de GEA crecerían de forma exponencial durante los años 60 y 70, llegado a mercados de toda Europa (Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, Holanda...), América (Estados Unidos, América Latina, Canadá...) e incluso Australia. 
 
De hecho, la marca de vajillas "Santa Clara" lograría alcanzar una gran fama y prestigio también a nivel internacional.




9) Etapa de crisis (años 70)

Tras vivir dos décadas de gran crecimiento (hasta convertirse en una referencia del sector tanto a nivel nacional como internacional), a partir de los años 70, GEA atraviesa una etapa de crisis, la cual vendría motivada por los siguientes factores adversos:

a) Deuda excesiva:

Uno de los principales puntos débiles de GEA (y que explican buena parte de su derrumbe) era su excesiva dependencia de la deuda.

En este sentido, parece ser que Moisés Álvarez recurriría en numerosas ocasiones a préstamos y créditos bancarios, endeudando a la compañía por encima de sus posibilidades. 

De hecho, según recogen varios periodistas, a pesar de la deteriorada situación financiera de la empresa, algunos bancos seguirían renovando la financiación a GEA gracias a la amistad de Álvarez con políticos y gobernantes, situación que acabaría explotando tiempo después.

b) Incremento de la competencia:

Tras el fin de la etapa de autarquía y la apertura de la economía española al comercio internacional, Santa Clara comenzaría a competir contra otras fábricas de porcelana a nivel mundial.

En este sentido, las fábricas chinas (mucho más competitivas en precio y capaces de imitar a la perfección el estilo español) comenzarían a comercializar sus productos también en Europa, logrando arrebatar buena parte de su tradicional mercado a GEA, hecho que propiciaría una irremediable pérdida de ventas.

c) Crisis económica ("petróleo") e incrementos de costes:

Otro de los grandes motivos que explican el ocaso de GEA fue la "crisis del petróleo" (vivida entre 1973 y 1983), la cual desembocaría en una profunda crisis económica, al provocar un incremento sin precedentes del precio del crudo y de los costes de producción.

De hecho, las fábricas de GEA eran intensivas en energía (gas y electricidad), cuyo coste se vería multiplicado por 20 en aquellos años, motivo que las llevaría a declarar cuantiosas pérdidas.

d) Posibles errores comerciales:

Según se recoge en algunas publicaciones, la potenciación de la red de tiendas propias (Establecimientos Álvarez) fue una decisión comercial que no gustó nada a la tradicional cartera de clientes de la empresa (mayoristas y grandes almacenes, los cuales venían adquiriendo grandes cantidades de producto).

Por este motivo, GEA perdería como clientes a varias cadenas y grandes almacenes, hecho que supuso otro duro golpe para su Cuenta de Resultados.

Con todos estos factores, el grupo empresarial comenzaría a presentar una evolución muy negativa, declarando pérdidas y arrastrando un gran pasivo que a duras penas podía afrontar.




10) La compra de GEA por parte del INI (1976) 

A principios de los años 70, GEA venía concatenando varios ejercicios con grandes pérdidas (junto a una abultada deuda), comenzando a manifestar grandes tensiones de liquidez.


En un intento por esquivar la bancarrota, la compañía aplica duras medidas de recorte y reestructuración, aprobando (1) el despido de cientos de trabajadores (medida por la que se reduciría la plantilla de 5.000 a 3.500 empleados), (2) procediendo a la venta de activos y (3) acometiendo el cierre las plantas productivas más deficitarias.

No obstante, a pesar de estas medidas, la situación de GEA seguiría siendo inviable, especialmente a partir de la muerte de su fundador, Manuel Álvarez, en el año 1975, dejando a la empresa prácticamente en una situación de quiebra. 

Dada la magnitud del grupo empresarial a punto de caer (y la gran cantidad de puestos de trabajo que estaban "en el aire"), en 1976 el Estado decide intervenir a través del INI (Instituto Nacional de Industria), el cual se hace con la propiedad de la empresa, inyectando liquidez por valor de 20.000 millones de pesetas (unos 120 millones de euros).




11) Los fallidos intentos por reflotar GEA (años 90) y el cierre de la empresa (año 2001)

En manos del INI, GEA seguiría siendo sometida a medidas de reestructuración y saneamiento, entre ellas, nuevos recortes de personal: de hecho, la plantilla del grupo se reduciría hasta los 1.060 trabajadores a mediados de los años 70.

Sin embargo, y ante el ingreso de España en la Unión Europea, las exigencias de Bruselas obligarían a la reprivatización de GEA, la cual se produciría en el año 1991, tras ser vendida al empresario valenciano Francisco Jiménez Ambell.

Desgraciadamente, Jiménez se vería incapaz de enderezar el rumbo de GEA, siendo nuevamente vendida (hasta en dos ocasiones más) a nuevos inversores: los empresarios Enrique Tatay y Carlos Pérez-Manglano. 

Estos cambios de propiedad tampoco lograrían mejorar la evolución de GEA que, finalmente, acaba en suspensión de pagos en el año 2001. 

Entre medias, trabajadores de la compañía se unirían en un intento por evitar su cierre, constituyendo la sociedad Alfares Santa Clara, S.A., si bien esta iniciativa tampoco lograría el éxito, terminando el grupo irremediablemente en liquidación.

Fuente: farodevigo.es

Se pone así punto y final (y con un varios procesos judiciales de por medio) a la trayectoria del que un día fue el gran imperio vigués de la vajilla.

Sin embargo, la marca "Santa Clara" disfruta actualmente de una segunda vida, tras ser adquirida por el gigante valenciano Soler Hispania, especialista en la comercialización de productos de menaje y hostelería.



Fuentes empleadas y agradecimientos:
  • Diario digital Vigoe.es
  • Revista Elle Decor: elledecor.com
  • Atlántico Diario (atlanticodiario.es)
  • Faro de Vigo (farodevigo.es)
  • Elanticuario.com
  • La Región (laregion.es)
  • Blog: manuelc2005.blogspot.com
  • La Voz de Galicia (lavozdegalicia.es)
  • Vigoempresa.com
  • Diario de Pontevedra (diariodepontevedra.es)
  • Patrimonioindustrial.es


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