1. Telefónica, una de las mayores "telecos" del mundo
-La magnitud de la compañía
"Telefónica, la primera multinacional española"
Con este eslogan, hace unos años, se presentaba Telefónica ante los ciudadanos a través de una campaña televisiva que pretendía animarlos a comprar acciones de la que es una de las principales empresas del país.
Y es que Telefónica es una de las mayores y más representativas compañías españolas desde hace un siglo.
De hecho, durante muchos años (en los 60, 70 y 80) era sin duda la empresa de referencia del país, al contar con el mayor número de empleados (con una plantilla de más de 30.000 trabajadores) convirtiéndose en toda una institución.
En la actualidad, Telefónica da empleo a más de 100.000 trabajadores (21.000 de ellos en España) en una decena de países de Europa y América, y genera una cifra de negocio que ronda los 40.000 millones de euros, siendo una de las 10 mayores empresas de España junto al Santander, INDITEX o Repsol.
No obstante, en su época de mayor expansión internacional -en los años 2010´s, cuando logró presencia en 24 países- la compañía llegó a facturar más de 60.000 millones de euros, atendiendo a más de 300 millones de clientes, dando empleo a 250.000 empleados y logrando una capitalización bursátil de 100.000 millones de euros.
De hecho, Telefónica llegó a posicionarse como la mayor compañía de telecomunicaciones de Europa y la 5ª a nivel mundial, además de situarse dentro del ranking de las 50 mayores compañías del planeta.
Sin embargo, en los últimos años, la multinacional española por excelencia viene acometiendo un plan de desinversiones -que pasa por la venta de activos y la salida de varios mercados internacionales- con los objetivos de (1) reducir su abultada deuda y (2) afrontar el nuevo (y más complejo) escenario económico internacional, así como (3) una mayor presión competitiva que, con sus "guerras de precios", viene provocando una caída de los márgenes y la rentabilidad del negocio.
-Una compañía clave en el desarrollo de la economía y la sociedad en España y Latinoamérica
No obstante, su gran relevancia no solo se debe a su magnitud en términos económicos y sociales, sino también al hecho de explotar un sector estratégico -el de las telecomunicaciones- clave para el desarrollo y el progreso de cualquier economía, en este caso, la española y la latinoamericana principalmente.
Así, Telefónica viene jugando un papel fundamental en el avance de las economías española y mundial,
- facilitando vías de comunicación e intercambio comercial y cultural,
- promoviendo la conectividad y el acceso a la información, así como la generación de negocio,
- aportando herramientas para lograr una mayor competitividad en las empresas,
- así como un incremento en la calidad de vida de los ciudadanos.
-Un interesante caso (años 80 y 90): cómo convertir a un empresa pública deficitaria en la multinacional líder de las telecomunicaciones
La historia de Telefónica es la de una gran corporación de origen semi-público que en su día fue puesta en marcha para cubrir las necesidades de comunicación de un país que quería modernizarse, crecer y mejorar.
Sin embargo, bajo el paraguas y los subsidios del "papá Estado", y aprovechando su privilegiada situación de monopolio, la compañía comenzó a prestar un servicio -muy mejorable- a la población española, funcionado de forma ineficiente y generando grandes pérdidas durante décadas.
Hasta que, a mediados de los años 80, la inminente liberalización del mercado de las telecomunicaciones (es decir, el fin del monopolio y la entrada de la libre competencia) obligó a la compañía a "ponerse al día" y reconvertirse en tiempo récord.
Comenzó así una carrera para transformar su modelo de negocio y convertir de forma espectacular a una grande pero ineficiente y deficitaria empresa pública de ámbito local, en la más competitiva, moderna y rentable multinacional de las telecomunicaciones.
Proceso que se vería culminado con su total privatización en el año 1997 (con la consiguiente introducción de criterios de empresa privada en cuanto a la gestión, eficiencia y rentabilidad) y su valiente expansión internacional por América Latina y Europa central.
Un grandioso crecimiento logrado gracias a un cambio de estrategia que se basó en:
(1) La internacionalización de la compañía (principalmente a través de su gran apuesta por América Latina).
(2) La diversificación (para la prestación de nuevos servicios de valor añadido y la creación de nuevas líneas de negocio, como fueron la apuesta por la telefonía móvil, internet o los medios de comunicación).
(3) Y la innovación y la modernización (mediante la aplicación de tecnología de vanguardia y la actualización de su infraestructura, que le llevaría a acometer inversiones milmillonarias en tiempo récord, en una apuesta por mejorar la calidad del servicio y su competitividad).
A continuación detallamos su apasionante e interesante historia.
ETAPA 1ª
(1924-1944)
El nacimiento de CTNE con ITT
-La unificación de las redes telefónicas locales por parte de ITT (1924)
Los inicios de Telefónica se remontan al año 1924 cuando, mediante decreto, Primo de Rivera convoca un concurso internacional para unificar la red de teléfonos de España.
Por entonces en nuestro país venían operando (desde 1890 y de forma independiente) varias compañías telefónicas locales que explotaban los locutorios públicos y conectaban algunas localidades.
Era el caso de Sociedad General de Teléfonos en Barcelona o Compañía Peninsular de Teléfonos en Madrid, empresas surgidas en España pocos años después de que Graham Bell hubiera patentado el teléfono en 1876.
Fuente: ABC.
A este concurso acude -resultando ganadora- la compañía norteamericana International Telephone and Telegraph (ITT) la cual, con un capital inicial de 1 millón de pesetas, lleva a cabo la fundación de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), participada mayoritariamente por ella.
De hecho, la Telefónica inicial no era un empresa totalmente pública, pues su accionista principal era esta compañía norteamericana.
Los objetivos marcados para la CTNE:
(1) modernizar y unificar las redes telefónicas existentes, así como
(2) crear y expandir nuevas redes por todo el país, conectando nuevas localidades
y (3) promover la comunicación de la población por vía telefónica (pues en ese momento España contaba con tan solo 1 teléfono por cada 250 habitantes).
La búsqueda de un socio tecnológico, que fuera capaz de desarrollar técnicamente el proyecto y mejorar el servicio, explicaría la elección de ITT, si bien la compañía norteamericana se impondría en el concurso a consolidadas empresas europeas como Ericsson o Simens-Halske.
Parece ser que la experiencia de ITT para efectuar conexiones telefónicas a través de cable submarino habría sido visto con muy buenos ojos por el Gobierno Español para conectar la Península Ibérica con Marruecos.
Además de la Telefónica española, ITT se lanzaría también a la promoción y adquisición de otras operadoras por toda Europa, logrando concesiones en varios países.
Y es que la compañía americana ofrecía a los gobiernos unas condiciones difícilmente rechazables: modernizar, unificar y conectar la red telefónica de sus respectivas poblaciones prácticamente sin coste para el erario público, gracias al apoyo financiero con que esta contaba de la Banca Morgan.
De hecho, ITT se convertiría en una de las mayores empresas del mundo, cotizando en la actualidad en la Bolsa de Nueva York.
CTNE (la primera denominación de Telefónica) sería así la empresa encargada de explotar en régimen de monopolio la red de teléfonos de nuestro país durante seis décadas.
Cinco años después de su fundación (en 1929), el número de teléfonos instalados se había triplicado y una veintena de ciudades españolas contaban ya con líneas automáticas.
Comenzaba así la expansión e implantación del teléfono por todo el país.
Fuente: Todocoleccion.com
ETAPA 2ª
(1945-1960)
Franco nacionaliza CTNE, instalación de nuevas líneas por España y creación de la mayor empresa del país
-La nacionalización, la entrada de los bancos en el capital y la primera salida a bolsa (1945-1950)
En 1945, el gobierno de Franco nacionaliza la CTNE, forzando a ITT a vender al Estado la participación del 79,6% de las acciones que poseía y convirtiéndola así en una empresa pública.
La participación del Estado en Telefónica se iría reduciendo gradualmente debido a la colocación de acciones en la incipiente Bolsa Española, y también tras dar entrada a los grandes bancos españoles en el capital de la compañía, los cuales serían socios de referencia junto al Estado Español.
-Crecimiento dentro de España: el desarrollo de la red telefónica nacional (1950-1970)
Las décadas de los años 50 y 60 serían de gran crecimiento dentro de España para la CTNE, superando el millón de usuarios en torno a 1955.
Tras décadas invirtiendo en la instalación del tendido de postes telefónicos capaces de llevar la comunicación mediante cable de un extremo a otro, España se convertiría en uno de los países del mundo que contaba con una línea telefónica más extensa, permitiendo a sus ciudadanos y empresas mantener comunicaciones con más de 100 países.
Son años de gran crecimiento y conexión imparable de la línea telefónica a través de nuevas localidades de todo el país.
De hecho, en 1960, la CTNE se convertiría en la mayor empresa española, con 100.000 accionistas, 10.412 millones de pesetas (63 millones de euros) de capital social y más de 32.000 empleados.
ETAPA 3ª
(años 60 y 70)
Nueva salida a bolsa, apuesta por la comunicación vía satélite y crecimiento por España
-Nueva salida a bolsa (1967)
En 1967 se lleva a cabo una nueva ampliación de capital, diluyéndose nuevamente la participación del Estado en la compañía y dando entrada a nuevos accionistas que impulsarían su crecimiento.
Ese mismo año, la compañía contrata al actor José Luis López Vázquez para protagonizar una famosa campaña publicitaria en televisión con el objetivo de promover la compra de acciones de CTNE.
Y es que, por aquella época, la población española era aún bastante reacia a la inversión en mercados de valores.
La salida a bolsa de la empresa (además del hecho de contar con los bancos en su accionariado) permitiría a esta obtener capital suficiente con el que seguir financiando su crecimiento por toda España.
-Salto del cable al satélite (1967)
A finales de los años 60, la CTNE inicia las comunicaciones vía satélite, comenzando así la transición de las líneas físicas a un nuevo tipo de comunicación y transmisión de datos.
De hecho, el empleo del satélite abriría un enorme mundo de posibilidades en cuanto a la prestación de nuevos servicios, así como mejorar la calidad de las comunicaciones.
-Crecimiento (años 70´s)
El crecimiento de la red de telefonía fija y la puesta en funcionamiento de nuevas líneas por todo el país es constante, llegando en 1978 a la instalación del teléfono 10 millones.
Millones de teléfonos son instalados en hogares particulares, empresas, locutorios y también a través de cabinas telefónicas a pie de calle: la comunicación era una necesidad de la población española a la que Telefónica estaba dando cada vez una mayor respuesta.
La CTNE se consolida como la mayor empresa pública de España, la cual viene prestando un servicio fundamental a sus ciudadanos, así como a sus administraciones y empresas.
No obstante, este servicio presentaría en muchos casos grandes déficits de calidad y, como "mastodóntica" empresa pública que era, la CTNE funcionaría con una escasa eficiencia operativa y, por supuesto, sin ofrecer rentabilidad en muchos casos.
De hecho, la compañía venía dependiendo en gran medida de los subsidios públicos para compensar sus enormes pérdidas, así como para ser capaz de ofrecer tarifas "competitivas" y asumibles a los ciudadanos españoles.
ETAPA 4ª
(años 80)
Monopolio de Telefónica en España, y la necesidad de transformar la compañía ante la liberalización del mercado
-El modelo de empresa pública ineficiente y deficitaria (principios años 80´s)
En 1984, CTNE cambia su nombre por el de Telefónica de España.
A mediados de los 80, Telefónica era una empresa grande pero de ámbito local, que operaba exclusivamente en España y en régimen de monopolio.
La compañía, considerada un servicio público esencial por el Gobierno de España, había experimentado un gran crecimiento, si bien (como venía ocurriendo en la mayoría de empresas públicas de aquella época) presentaba enormes problemas:
- Una estructura de costes muy pesada y difícilmente rentabilizable.
- Un funcionamiento y gestión caracterizados por la ineficiencia.
- Grandes pérdidas acumuladas en cada ejercicio.
- Como consecuencia, una gran dependencia de los subsidios públicos.
- Y unos servicios cuya calidad era muy mejorable.
-Análisis estratégico de la situación y necesidad de cambio de modelo (finales años 80´s)
Con una demanda de nuevos servicios de comunicación claramente creciente, y el incipiente desarrollo de nueva tecnología y canales (que iban a generar una auténtica revolución), el sector de las telecomunicaciones presentaba una perspectiva tremendamente favorable.
Y en este contexto de desarrollo de la demanda, España entra en la Comunidad Económica Europea (CEE) en el año 1985, promoviendo así la globalización y modernización de la economía del país, y asumiendo nuevas "reglas de juego".
Como consecuencia de estos nuevos estándares de modernización y convergencia impuestos desde Europa, surgiría una gran amenaza para Telefónica: la decisión de liberalizar el sector de las telecomunicaciones y el fin del monopolio (con la entrada de nueva competencia).
Así, era cuestión de tiempo que Telefónica perdiera los privilegios de operar en régimen monopolístico, viéndose obligada a realizar una profunda reflexión y análisis estratégico de su modelo de negocio y sobre la viabilidad del mismo:
AMENAZAS Y OPORTUNIDADES DEL ENTORNO:
- Demanda creciente de los servicios de telecomunicaciones (O).
- Desarrollo económico y social de España y Europa (O).
- Desarrollo de nueva tecnología (vía satélite) y canales de comunicación (internet), capaces de ofrecer nuevos servicios y mejorar la calidad (O).
- Globalización (A y O).
- Liberalización del mercado de las telecomunicaciones en España y en toda Europa (A).
DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE TELEFÓNICA:
- Liderazgo en el mercado español (F).
- Problemas de calidad (servicio muy mejorable) (D).
- Infraestructura anticuada (necesario modernización tecnológica) (D).
- Mala imagen de marca (D).
- Dependencia del monopolio (probable pérdida de cuota de mercado con la llegada de nuevos competidores) (D).
- Ineficiencia y dependencia de subsidios (D).
De hecho, el anuncio del fin de los monopolios de telecomunicaciones en toda Europa, supuso un revulsivo para las telefónicas de los distintos países, que se vieron obligadas a transformar sus modelos de negocio para incrementar su competitividad y no ser barridas por la competencia.
-Cambio de modelo: el nuevo plan estratégico (finales años 80´s)
Con un diagnóstico más que claro, Telefónica decide convertir su gran Amenaza (el fin de su monopolio) en una Oportunidad (la de convertirse en una compañía competitiva, rentable y líder, capaz de hacer frente a la competencia).
Para ello, sus directivos ponen en marcha un ambicioso plan estratégico con el objetivo de jugar un papel protagonista en el sector de las telecomunicaciones a nivel mundial en los próximos años (en lugar de optar por un perfil más bajo, permaneciendo como una compañía secundaria y de ámbito exclusivamente nacional, tal y como decidirían otras operadoras estatales).
El nuevo plan estratégico contemplaba una verdadera transformación de la compañía antes de que se produjera la tan temida liberalización del mercado, contemplando medidas como:
- su internacionalización,
- la mejora de la eficiencia operativa,
- la modernización de la empresa y su infraestructura, así como la apuesta por la tecnología más avanzada (para lo cual se contemplaba la ejecución de inversiones millonarias),
- la mejora de la rentabilidad,
- la diversificación de la cartera de servicios,
- y la mejora de la calidad del servicio y la satisfacción del cliente.
De hecho, Telefónica realizaría un cambio de imagen para dar a conocer públicamente su nueva filosofía y rumbo estratégico, así como para mejorar la percepción de la marca ante los clientes (preparando el terreno para la llegada de libre competencia).
La increíble transformación
de Telefónica:
¿Cómo convertir una gran empresa pública ineficiente y deficitaria
en la multinacional líder del sector
de las telecomunicaciones?
ETAPA 5ª
(años 1985-1990)
La transformación de Telefónica en España: inversión, modernización y mejora del servicio
a) Preparación de la expansión internacional (1985-1987)
Con una cifra de negocio que rondaba los 4.000 millones de euros a finales de los años 80, mediante la implementación de su plan estratégico, Telefónica pretendía duplicar su tamaño en apenas 5 años, y multiplicarlo por 4 en los próximos 10.
Diversificación y crecimiento internacional eran pilares clave para lograr la gran expansión planteada por la compañía española.
Y es que, crecer sin parar y salir al exterior ofrecerían grandes ventajas para Telefónica:
- Evitar la dependencia de un único mercado -diversificación geográfica- (ante la inminente liberalización del sector en España) generando así nuevas vías de ingresos.
- Crecer y disponer de un mayor tamaño (para así poder competir y hacer frente a las demás telecos europeas y no acabar absorbida por una de ellas tras su previsible privatización).
- Obtener economías de escala y de alcance, favoreciendo una mayor eficiencia (y rentabilidad) en la prestación de los servicios.
- Controlar toda la cadena de valor y de las comunicaciones de principio a fin.
De hecho, el paso previo a su salto al exterior consistiría en su "internalización financiera", mediante la salida del capital de la compañía a las bolsas internacionales.
Así, en 1985, Telefónica solicitaría su cotización en las bolsas de Londres, París, Francfort y Tokio, y en 1987 en la bolsa de Nueva York.
(1) La diversificación internacional del capital y (2) el sometimiento a la regulación financiera del mundo anglosajón otorgarían a Telefónica una gran visibilidad y confianza en los mercados de capitales del mundo. Un factor que resultaría clave para lograr financiación y confianza de las administraciones públicas de los distintos países, haciendo que su posterior implantación internacional resultase un éxito.
b) Gran inversión y modernización de la infraestructura en España (1985-1990)
En el periodo entre 1985 y 1990 (en apenas 5 años), Telefónica realizaría en España un esfuerzo inversor sin precedentes, por un importe superior a los 13.400 millones de euros -13,4 billones- para la instalación de 4,5 millones de líneas "STB", convirtiéndose en una referencia de máxima inversión a nivel mundial.
La compañía española había decidido "ponerse al día" y acabar con el atraso tecnológico de sus instalaciones, implantando la última tecnología en todo el mercado español en un tiempo récord (apenas 5 años).
Los objetivos: ampliar su red de telecomunicaciones llegando hasta el último rincón del país, modernizar las instalaciones (empleando la tecnología más avanzada), mejorar la calidad del servicio y ampliar su portafolio de servicios.
De esta forma, Telefónica pasaría a contar con una infraestructura y tecnología de las más modernas del mundo, experimentando una verdadera transformación.
c) Incremento de la competitividad, mejora de la calidad y diversificación de los servicios (años 80 y 90)
A finales de los 80, otro de los objetivos prioritarios a nivel estratégico para Telefónica era el de resolver los problemas de calidad con el servicio.
Para ello, además de la gran inversión realizada para modernizar su infraestructura (logrando así mucha mayor velocidad y cobertura del territorio) se pone en marcha un plan de mejora de la calidad que contemplaba medidas como:
- cambio de modelo, por uno nuevo en el que el cliente se situaría en el centro de las decisiones y se priorizaría su satisfacción,
- refuerzo y formación de los departamentos de servicio técnico, reparaciones y atención al cliente,
- o la introducción de la nueva tecnología digital.
En paralelo, se articularía una nueva estrategia comercial con una renovada oferta de servicios (tanto para particulares como para empresas), con unas tarifas más competitivas, junto a un mejor servicio.
Con una demanda creciente y la implantación de la nueva tecnología digital, Telefónica promovería además la diversificación de su cartera de servicios.
d) Mejora de los resultados y eficiencia operativa
De ser una compañía claramente deficitaria (en los años 70 y 80) y dependiente de subvenciones del Estado, gracias al plan de incremento de la eficiencia y a las medidas de recorte y reestructuración tomadas, Telefónica se convertiría en una compañía rentable, viable y sostenible por sí misma.
De hecho, a finales de los 80 y principios de los 90, la compañía arrojaría cuantiosos beneficios en cada ejercicio, ofreciendo rentabilidades netas cercanas al 10% sobre ingresos.
La acumulación de beneficios, así como la búsqueda de financiación a través de sus salidas a bolsa y a sus buenas relaciones con los bancos (accionistas de la compañía), permitirían a Telefónica financiar su ambicioso plan de crecimiento, modernización y expansión internacional.
ETAPA 6ª
(años 1990-2000)
La expansión internacional por América Latina, la apuesta por la telefonía móvil y la privatización de Telefónica
-Primera implantación internacional: Chile y Argentina (1990)
En el año 1990, Telefónica realiza su primera incursión en un mercado exterior, dando el salto a Chile y Argentina.
En Chile, gana el concurso de privatización de la Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), haciéndose con el 49% de la empresa que estaba en manos del Estado y convirtiéndose así en su nuevo accionista mayoritario. Esta participación se incrementaría tiempo después.
En Argentina adquiere ENTEL (Empresa Nacional de Telecomunicaciones) también mediante proceso de privatización.
Estas adquisiciones supondrían el punto de partida para la implantación de Telefónica en Latinoamérica (mediante la gestión del negocio de telefonía fija y telecomunicaciones "clásicas"), si bien, años después, con el desarrollo de nueva tecnología y la aparición de nuevos servicios, la multinacional española crearía nuevas sociedad filiales en esos mismos mercados para la explotación de estas nuevas líneas de negocio, como la telefonía móvil (Telefónica Móviles Chile y Argentina) o internet (Terra).
¿Por qué elegir Latinoamérica para crecer en el exterior?
A finales de los 80, las economías latinoamericanas estaban atravesando duros procesos de déficit público e hiperinflación, y sus respectivos gobiernos vieron en la privatización de sus empresas públicas una gran solución para:
(1) atraer capital extranjero y "know how" a sus países,
(2) logrando así inversiones en infraestructuras necesarias para su desarrollo,
(3) al tiempo que ingresaban millones (con la venta de sus empresas públicas) con los que reducir su gran deuda
(4) y generando confianza en sus respectivas economías (al atraer a inversores internacionales).
Por tanto, los anuncios de privatización de las empresas nacionales de telefonía en estas economías suponían una gran oportunidad que Telefónica no quiso dejar escapar.
La compañía española contaba con grandes ventajas a la hora de presentarse a las privatizaciones en Latinoamérica:
1) El hecho de compartir un idioma común (el español) y la proximidad cultural, suponían la eliminación de grandes barreras de entrada para la integración de equipos humanos y la coordinación de las operaciones.
De hecho, en el pasado, empresas italianas y francesas se habían encontrado con mayores dificultades a la hora de integrarse en el mercado latinoamericano precisamente por estos motivos.
2) La exitosa experiencia de Telefónica vivida recientemente en España (en los últimos 5 años) para transformar y modernizar la red en un tiempo récord y gestionar inversiones milmillonarias.
3) El gran conocimiento de la tecnología analógica por parte de Telefónica (especialmente útil para el desarrollo de las labores de mantenimiento de la red).
De hecho, este último factor otorgaría una gran ventaja competitiva a la operadora española, pues las demás telecos extranjeras interesadas en las compañías latinoamericanas (principalmente las norteamericanas) estaban más especializadas en la tecnología digital.
4) A mayores, el mercado latinoamericano presentaba un enorme potencial de crecimiento a finales de los 80: la telefonía básica apenas llegaba a 5 líneas por cada 100 habitantes, mientras que en Europa y Norteamérica se situaban en torno a 37 y 49 líneas por cada 100 habitantes respectivamente.
Los analistas esperaban, además, un gran desarrollo del sector en Latinoamérica en los siguientes años.
De esta forma, Telefónica decide priorizar Iberoamérica como área geográfica para acometer su expansión internacional.
Así, a principios de los 90, cuando Telefónica da el salto a LATAM, venía logrando una cifra de negocio que rondaba los 5.000 millones de euros generados exclusivamente por su negocio en España.
Y su expansión internacional permitiría multiplicar exponencialmente el tamaño de la compañía, pues apenas cinco años después (en 1995), esta cifra se vería duplicada hasta alcanzar los 10.000 millones de facturación, y una década después (en el año 2000) rozaría los 23.000 millones.
La presencia en LATAM para Telefónica ofrecería pros y contras:
- Los pros: gran crecimiento de la cifra de negocio y diversificación de mercados (de hecho, Latinoamérica se convertiría con el tiempo en la región mundial que mayores ingresos aportaría al grupo español).
- Los contras: operar en mercados con gran inestabilidad política, económica y/o social y, sobre todo, poca seguridad jurídica, supondría tener que enfrentarse -cada cierto tiempo- a grandes problemas, como es el caso de la imposibilidad de repatriar los beneficios obtenidos por las filiales hasta la matriz en España.
-La apuesta por la nueva tecnología móvil: nacen Moviline y Movistar (1990 y 1994)
En paralelo a la expansión internacional, Telefónica continúa con su estrategia de diversificación de servicios apostando por las nuevas tecnologías.
En este sentido, también en 1990 se lleva a cabo el lanzamiento de "Moviline", la marca de telefonía móvil analógica que, en tan solo 3 años, lograría cubrir el 98% del territorio español.
Y en 1994, se produce el lanzamiento de "Movistar", la marca de telefonía móvil digital.
Nuevamente, la decidida apuesta por la investigación y la incorporación de la última tecnología, así como las millonarias inversiones ejecutadas cada año, permitirían a Telefónica ir por delante en la mejora de los servicios y de su calidad.
La avanzada tecnología de "Movistar" ofrecería grandes mejoras (mayor velocidad, cobertura, calidad...), experimentado un crecimiento exponencial y sustituyendo gradualmente a "Moviline".
-La nueva oferta de servicios de Telefónica
El nuevo modelo de negocio de Telefónica planteaba convertir a la compañía en un operador global, que ofrece una solución integral a todas las necesidades de telecomunicaciones:
1) Telefonía básica (fijo y cabinas telefónicas)
2) Telefonía móvil celular
3) Transmisión de datos y servicios de valor añadido
4) Multimedia
5) Internet y servicios derivados
6) Páginas Amarillas y publicidad
Telefónica presentaría además su nueva oferta de servicios a todos los segmentos de clientela: residencial, pymes, grandes empresas y compañías multinacionales.
La diversificación de la cartera de servicios permitiría también incrementar la cifra de negocio de la compañía que, a mediados de los 90, superaba los 10.000 millones de euros.
-Segunda implantación internacional: Perú (1994)
En 1994, se lleva a cabo la introducción de Telefónica en Perú, el tercer mercado internacional para la compañía española.
-La conquista de América Latina (1990-2015)
Desde su desembarco en Chile y Argentina en 1990, y la entrada en Perú en 1994, Telefónica iría penetrando en prácticamente todos los países de América Latina, hasta alcanzar un total de 14 mercados:
- Chile (1990): mediante la compra del 49% de CTC mediante proceso de privatización del Estado.
- Argentina (1990): a través de la adquisición de ENTEL, también mediante privatización.
- Perú (1994): mediante la adquisición del 35% de Compañía Peruana de Teléfonos (CPT) y ENTEL Perú.
- Brasil (1998): a través de la privatización de Telesp (telefonía fija), y en 2010 mediante la adquisición de la compañía de telefonía móvil Vivo a Portugal Telecom.
- México (2002): mediante la compra del 65% de la operadora mexicana Pegaso PCS por un importe situado entre los 335 y 450 millones de euros.
- Ecuador (2004): mediante la compra de Otelcel.
- Venezuela (2005): mediante la compra de Telcel.
- Uruguay (2005): mediante la compra de Movicom.
- Colombia (2006): a través de la compra del 50% + 1 acción de Colombia Telecomunicaciones en subasta pública (y recomprada, rescatada y fusionada con Movistar Colombia en 2012, tras la quiebra del país).
- Costa Rica (2011): mediante la adjudicación de la concesión para ofrecer el servicio de telefonía móvil en este país.
- Resto de América Central: entrando en países como El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá.
La estrategia de implantación en todos estos mercados fue la misma:
- Bien acudiendo a los procesos de privatización de sus respectivas empresas públicas de telefonía.
- O bien mediante la solicitud de concesión de licencia para explotar la telefonía móvil celular y para la prestación de servicios corporativos de transmisión de datos.
La estrategia de expansión internacional era planificada globalmente, si bien la actuación en cada mercado era realizada localmente (la filosofía de "pensar globalmente y actuar localmente").
Para ello, en cada nuevo mercado en el que implantarse, Telefónica escogería socios locales de reconocido prestigio y bien posicionados para participar conjuntamente en los consorcios (mediante la creación de una sociedad filial).
Estas filiales estarían así participadas mayoritariamente por la empresa española y minoritariamente por el socio local, y eran los vehículos para tomar las participaciones de las empresas privatizadas.
Sin embargo, a pesar de su posición minoritaria, Telefónica quiso dar una gran importancia a la presencia de sus socios locales en sus filiales, haciendo que formasen parte de sus consejos de administración (e incluso, permitiendo en ocasiones que los presidieran).
Y es que, inteligentemente, Telefónica sabía que ellos eran los que más podían aportar en cuanto a conocimiento sobre su país, su entramado empresarial e institucional, la legislación, los factores socio-culturales relevantes, así como la estrategia y/o el camino más propicio para lograr el éxito de la implantación.
-La privatización de Telefónica: 1er tramo del 15% (1995)
A la par del crecimiento de Telefónica (y con unos resultados francamente buenos), en 1995, siendo ministro de economía Pedro Solbes (PSOE), se lleva a cabo el primer tramo de la privatización de la compañía.
En ese momento, el Estado Español era poseedor del 32% del capital de la multinacional.
Se trataba de una de las participaciones empresariales más valoradas en manos del Estado, pues Telefónica -por su dimensión, rentabilidad y capitalización- era considerada una de las cinco "joyas de la corona", junto a Endesa, Tabacalera, Repsol y Argentaria.
La participación pública en todas ellas era gestionada a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).
De esta forma, ese mismo año se produce la venta de un 15% del capital en manos del Estado a través de una OPV (Oferta Pública de Venta) mediante la colocación de las acciones en bolsa.
La OPV estaba dividida en varios tramos:
- el 49% iría destinado a los mercados internacionales con carácter mayorista e institucional,
- y el otro 51% de la acciones sería para pequeños inversores privados y empleados (43%) e inversores institucionales (8%).
La privatización fue todo un éxito, pues la demanda cubrió con creces a la oferta.
-La apuesta por internet y la burbuja de las "punto com" (1995-2000)
En 1995, Telefónica lanza Infovía, la marca bajo la que se comercializarían los primeros accesos a internet, preparándose para competir en un mercado a punto de liberalizarse.
De hecho, internet (y todas sus aplicaciones) iría ganando gran peso en la oferta de servicios prestados por Telefónica.
Así, en el año 1999, Juan Villalonga (CEO de la compañía) decide poner en marcha Terra Networks que, tras la compra del portal de internet español "Olé", se terminaría integrando en el grupo Telefónica como su filial de acceso a internet, compitiendo con los grandes como Google o Yahoo.
(Puedes ampliar información sobre la historia de Terra en el siguiente enlace: https://www.terranetworks.org/historia.html).
De hecho, Terra iría adquiriendo varias empresas latinoamericanas y efectuando lanzamientos también en Estados Unidos, hasta posicionarse como el portal líder de internet en habla hispana.
Así, la compañía terminaría saliendo a bolsa en 1999.
Fuente: El Mundo.
En en año 2000, Terra compra Lycos, uno de sus principales competidores, por 12.500 millones de dólares, empresa que acabaría malvendiendo en 2004 por 105 millones (apenas un 1% de lo que le había costado).
Fue uno de los casos más sonados de estallido de la "burbuja de internet", y Terra terminando cerrando en el año 2017, si bien actualmente se mantiene operativa únicamente en Brasil.
-La liberalización del mercado de telefonía en España (1996-2000)
Desde finales de los años 80, Telefónica venía experimentando una increíble transformación para prepararse ante la llegada de su mayor amenaza: la liberalización del mercado de las telecomunicaciones en España.
Incremento de la competitividad, mejora de la calidad, aumento de la eficiencia operativa, modernización de su infraestructura, apuesta por la tecnología, expansión internacional, diversificación, modificación de la política comercial y hasta un cambio de imagen.
En 1996 se aprueba finalmente el real decreto por el que se produce la liberalización del sector en España, dando entrada a nuevos competidores:
a) En el mercado de telefonía básica:
- Retevisión irrumpe en 1997,
- Uni2 en 1998,
- Jazztel en 1999,
- Tele2 en 2005,
- Etc.
- Airtel entra en 1996,
- Amena (Retevisión Móvil) en 1998
- Lince en 1998,
- Xfera en el 2000,
- Etc.
Para afrontar este gran reto en la historia de la compañía, se nombraría como CEO a Juan Villalonga, quien se pondría al frente el mismo año de la liberalización (entre 1996 y 2000).
Telefónica fue una de las operadoras europeas "ex-monopolio" que mejor aguantó y defendió su cuota de mercado tras la liberalización del sector y la entrada de los nuevos competidores gracias, en parte, a la puesta en marcha de una agresiva política comercial de descuentos, promociones y a la ejecución de un plan para la retención de clientes.
A mayores, la compañía ejecutaría un "Plan de Calidad Total" para mejorar el servicio y la satisfacción de sus clientes, logrando retener a millones de consumidores.
-La privatización de Telefónica: 2do tramo del 21% (1997)
En 1997, siendo José María Aznar (PP) presidente del Gobierno de España, se lleva a cabo la privatización del otro 20,9% del capital de Telefónica (que hasta entonces permanecía en manos de la SEPI) mediante una nueva OPV.
Para animar a los pequeños inversores del tramo minorista a comprar acciones de Telefónica, se puso en marcha una campaña de comunicación en prensa y televisión.
Mediante este segundo tramo de privatización, la presencia del Estado en la teleco quedaría prácticamente a cero, reservándose únicamente la conocida como "acción de oro".
Tras la privatización, los accionistas de referencia de Telefónica seguirían siendo la banca española (BBV y La Caixa) junto a sociedades internacionales de inversión.
-Diversificación hacia el sector de medios de comunicación (1997)
Bajo la batuta de Villalonga, Telefónica diversificaría aún más su actividad, introduciéndose de lleno en el mundo de los medios de comunicación y la publicidad.
De hecho, en 1997 adquiriría en España la cadena de televisión Antena 3, la emisora de radio Onda Cero y participaría en las plataformas de pago Vía Digital, Canal Satélite Digital y Quiero TV.
También se metería en el mundo de la producción audiovisual y la explotación de derechos sobre retransmisiones deportivas.
Fuera de España, adquiriría también cadenas de televisión como las argentinas Telefé o Azul Televisión.
La línea de negocio de medios de comunicación y producción audiovisual de Telefónica sería organizada dentro del llamado grupo Admira.
ETAPA 7ª
(años 2000 a 2020)
-Expansión y consolidación como la mayor multinacional de telecomunicaciones de Europa
Se puede decir que la compañía española fue capaz de hacer como nadie "de la necesidad una virtud".
Y es que la transformación experimentada por Telefónica en 20 años (entre finales de los 80 y principios de los 2000) resultó sencillamente espectacular: de ser una gran compañía pública de ámbito local, deficitaria e ineficiente, a convertirse en una de las mayores y más competitivas multinacionales de telecomunicaciones de todo el mundo.
La aplicación de criterios de funcionamiento y eficiencia de la empresa privada (que se maximizaron con la privatización de la compañía) junto a una ambiciosa estrategia de expansión internacional en la búsqueda del liderazgo mundial, obraron el milagro.
En 1999, Telefónica presenta su nueva imagen corporativa, con una versión del logo con un trazo mucho más "humanizado" y que pretendía representar a la compañía en su nueva y esplendorosa etapa de empresa 100% privada.
A partir del año 2000, César Alierta es nombrado nuevo CEO de la compañía.
Bajo su dirección (entre 2000 y 2016), Telefónica experimentaría su etapa de mayor expansión.
Así, en las décadas de los años 2000 y 2010, el ritmo de crecimiento de Telefónica se vería acelerado aún más, hasta convertirse en una compañía "grande entre las grandes" de su sector:
- si en el año 2000, contaba con presencia directa en 8 países y venía logrando una cifra de negocio de 23.000 millones,
- en 2010, el número de mercados superaba la veintena, logrando unos ingresos de más de 60.000 millones de euros.
Tras conquistar Latinoamérica, Telefónica pondría la vista nuevamente en Europa para seguir creciendo, atacando el mercado británico en el año 2005 mediante la adquisición de O2.
-La adquisición de O2 en Europa para duplicar su tamaño por 26.094 millones (año 2005)
La introducción de Telefónica en el centro de Europa se produce en el año 2005 mediante la compra de la compañía británica de telefonía O2 por 26.094 millones de euros.
Se trataría de la operación societaria de mayor envergadura realizada nunca por una empresa española en el extranjero, superando incluso la adquisición del Abbey National Bank por parte del Santander.
A través de O2, la multinacional española podría implantarse en varios países en los que contaba con una destacable presencia:
- Reino Unido,
- Irlanda,
- Alemania,
- República Checa
- y Eslovaquia.
Mediante la compra de O2, el grupo Telefónica pasa de facturar 37.885 millones de euros en 2005, a 52.901 millones en 2006, lo que representa un crecimiento de su volumen de negocio de un 40% en un solo ejercicio.
Tras la adquisición de la compañía británica, Telefónica acabaría erigiéndose como la mayor compañía de telecomunicaciones de Europa, y la quinta más grande de todo el mundo.
-El gran crecimiento de la deuda (año 2006) y el primer plan de saneamiento y desinversiones
Sin embargo, la multimillonaria compra de O2 también supondría para Telefónica el incremento de su deuda de manera muy notable, superando los 50.000 millones de pasivo total y encabezando la lista mundial de operadoras más endeudadas.
Y es que para hacer frente a esta adquisición, Telefónica plantearía la emisión de deuda en diversas divisas y fases: 4.000 millones en libras y otro tramo también en dólares, además de recurrir a diversas fuentes de financiación ajena.
-Desinversiones: Páginas Amarillas y medios de comunicación en abierto
A partir del año 2006, Telefónica llevaría a cabo de la venta de varios de sus negocios y empresas, como fue el caso de su filial TPI (Telefónica Publicidad e Información, S.A.) que se encargaba de la explotación de publicidad a través de las "Páginas Amarillas" y los famosos "pelochos" del número de información 11888 entre otros.
De esta forma, el 59,9% del capital de TPI en manos de Telefónica sería traspasado a la empresa británica Yell por 1.838 millones de euros, reportando unas plusvalías netas para la compañía española de 1.663 millones.
A mayores, en el año 2007, Telefónica desharía su división de medios de comunicación (grupo Admira) vendiendo su participación en varias cadenas de televisión y radio, entre ellas, la de Antena 3 y Onda Cero, que serían adquiridas por el grupo editorial Planeta.
A partir de este momento, la estrategia en cuanto al negocio de "media" se centraría en la explotación de los derechos de retransmisiones deportivas (la liga de fútbol principalmente) y la gestión de su propia plataforma televisiva de pago ("streaming") Movistar +.
Tras la compra de O2, nuevas adquisiciones y la implantación en nuevos mercados (como la compra de la operadora móvil Vivo en Brasil en 2010 o la introducción en Costa Rica en 2011) permitirían a la multinacional española alcanzar la mayor facturación de su historia en el año 2011 por valor de 62.387 millones de euros.
De hecho, el trienio entre 2010 y 2012 representa el de los máximos ingresos obtenidos por Telefónica, alcanzando importes superiores a los 60.000 millones.
Y el periodo entre 2006 y 2013 representa también el de su mayor rentabilidad, llegando a su pico máximo en 2010, tras lograr un beneficio neto de 10.167 millones de euros (un 17% de rentabilidad sobre ventas).
Gran crecimiento y rentabilidad pero a costa de un elevado endeudamiento: una situación sostenible mientras el mercado, el entorno y, por tanto, el negocio continuase evolucionando de forma positiva.
-La presencia internacional de Telefónica en los años 2010´s
Con presencia directa en 24 países de Europa y Latinoamérica, Telefónica se convierte en un grupo multinacional de primer orden y bien diversificado.
Gracias a su exitosa expansión internacional, los ingresos de la compañía proceden de múltiples mercados.
Así, en torno a 2012:
1) Europa representaría un 48% de su cifra de negocio total (con presencia en 5 países):
- un 24% generado por España,
- y otro 24% aportado por O2 a través del negocio en Reino Unido, Alemania, República Checa y Eslovaquia.
2) América Latina se convertiría en el principal mercado generador de ingresos para Telefónica, con presencia en 14 países, y aportando un 49% del total.
3) Resto del mundo generaría el 3% restante.
En esta época, los accionistas de referencia de Telefónica siguen siendo los bancos BBVA (con un 6,96% del capital) y CaixaBank (con un 5,44%).
Destacan también el fondo de inversión norteamericano Black Rock, con un 3,76%, y la telefónica oriental China Unicom con un 1,37%.
-La compra de Digital + y la apuesta por el negocio del "streaming" (año 2014)
La apuesta de Telefónica por el negocio de la televisión de pago ("streaming") principalmente para la explotación de retransmisiones deportivas (los cotizados partidos de la liga de fútbol) se intensificaría con la compra del 56% del capital de la plataforma Digital + en el año 2014 por 725 millones de euros en efectivo.
Se alcanzaría así un acuerdo con PRISA para la venta de este porcentaje, que se sumaría al 22% que Telefónica ya tenía de la plataforma, siendo propietaria de un mayoritario 78% (el 22% restante seguiría en manos de Mediaset España).
La adquisición en efectivo por ese importe se produjo en un contexto en el que el grupo PRISA tenía grandes necesidades de liquidez: de hecho, el grupo de comunicación inicialmente pedía 1.200 millones por ese 56%, si bien, tras dos años de negociaciones con Telefónica, acabaría vendiéndoselo por los 725 millones pactados.
Tras la compra de Digital +, Telefónica la acabaría rebautizando como "Movistar +".
-Cambio de CEO: Álvarez-Pallete coge las riendas con un entorno más complejo (año 2016)
En el año 2016, un nuevo CEO es nombrado al frente de Telefónica: José María Álvarez-Pallete, quien se encargará de dirigir el rumbo la compañía en un nuevo entorno macroeconómico mucho más complejo y adverso.
-Plan de saneamiento y desinversiones (2020 - 2024)
Tras una etapa de bonanza y expansión internacional en los años 2010´s, el entorno económico mundial iría mostrando claros síntomas de empeoramiento (con una incertidumbre creciente, conflictos internacionales, la contracción de varias economías y las sucesivas crisis inflacionistas y de suministros).
Este cambio del panorama macro internacional (unido al particular deterioro del sector de las telecomunicaciones) desembocaría en planes de recorte -incluyendo a una "ola de despidos" y desinversiones- principalmente en las empresas de base tecnológica a partir de 2021.
De hecho, la competencia directa de Telefónica lleva desde 2021 tomando medidas para "capear" el temporal:
- Las operadoras más pequeñas han sido absorbidas.
- MásMovil y Orange anunciaban su fusión.
- Y Vodafone España era vendida al fondo Zegona por 5.000 millones de euros.
1) Plan de saneamiento: reducción de la Deuda
Telefónica, por su parte, tras vivir su "etapa dorada" de expansión internacional y bonanza económica en los años 2000 y 2010, se vería obligada a afrontar este nuevo entorno mucho más adverso, soportando una pesada carga: su enorme deuda.
Y es que el enorme pasivo acumulado por Telefónica -como consecuencia de su estrategia expansionista a través la compra de telecos durante los años de bonanza (y que alcanzó un máximo histórico superior a los 55.000 millones en el año 2011)- supondría un gran lastre financiero para la compañía, especialmente tras la subida de los tipos de interés iniciada en 2022.
De hecho, Telefónica llevaba años tomando medidas para reducir su pasivo:
- Si en 2010 tenía un valor de 50.000 millones de euros,
- 10 años después (en 2020), este se situaría en torno a los 35.000 millones.
A mayores, la inestabilidad que presenta el sector de las telecomunicaciones, unido a las agresivas políticas comerciales y "guerras de precios" desplegadas por las operadoras, provocarían importantes recortes en los márgenes y rentabilidad del negocio.
Por si no fuera poco, la irrupción de nuevos competidores "low-cost" -como la compañía rumana DIGI o la española Finetwork- contribuiría a empeorar las perspectivas para el mercado.
2) Desinversiones y generación de caja
Para generar flujos de caja con los que afrontar este proceso de saneamiento y reducción de su pasivo (y mantener sus compromisos con los accionistas), Telefónica se vería obligada a efectuar varias desinversiones, poniendo a la venta sociedades filiales y activos, principalmente en Latinoamérica.
De hecho, la compañía española trazaría un plan en 2019 para la enajenación de activos:
- En Chile vendería buena parte de sus participaciones en sus filiales al fondo KKR.
- En México alcanzaría acuerdos en 2019 para que su filial Pegaso se vendiese redes de fibra (activos) por 31 millones de euros a la competencia.
- En 2021 vendería a American Tower su división de torres de telecomunicaciones de telefonía móvil en Europa y Latinoamérica por un importe de 7.700 millones de euros.
- En Costa Rica acordaría la venta de su filial (de la que poseía el 100%) en 2021 por 455 millones de euros a Liberty Latin America, destinando 440 millones recaudados por esta operación a reducir su deuda.
- En El Salvador vendería su sociedad de móviles en 2021 a General International Telecom Limited por 125 millones de euros.
- En Perú acordaría el traspaso del 64% de su compañía de fibra (Pangeaco) en 2023, manteniéndose en minoría con el 36% del capital. Con esta operación, ingresaría otros 200 millones con los que reducir su deuda.
- Y así en muchos otros mercados, principalmente en LATAM, donde la compañía anunciaría la puesta a la venta de todos sus negocios.
De esta forma:
- si en los años 2010, Telefónica había logrado presencia en una veintena de países (14 de ellos en LATAM) obteniendo una cifra de negocio superior a los 60.000 millones de euros,
- en los años 2020, la compañía pondría a la venta sus negocios en Latinoamérica, reduciendo su presencia internacional a una decena de mercados y recortando sus ingresos hasta rozar los 40.000 millones.
Y es que el nuevo plan estratégico de Pallete centraría el negocio de Telefónica en España, Brasil, Reino Unido y Alemania, abandonando el mercado latinoamericano.
De esta forma, tras acometer varias desinversiones, Europa se posicionaría como el nuevo mayor mercado para Telefónica, reportando un 58% de sus ingresos totales (y donde España representa un 27%), mientras que el peso de Latinoamérica se reduciría hasta el 39% en el año 2022.
(Recordemos que una década atrás, en torno a 2012, LATAM era el principal mercado para la compañía generando casi la mitad del negocio -un 49%-, y España representaba un 24%).
3) Planes de recorte y saneamiento:
En España, la empresa anunciaría también planes de recorte y optimización, incluyendo la venta de activos (edificios situados en varias ciudades españolas) y anunciando un ERE para 3.411 trabajadores de los 21.000 con los que cuenta en España (el 16%).
De hecho, la empresa había planteado inicialmente 5.100 rescisiones de contrato, el 24% de la plantilla) que fueran rebajadas tras la negociación con los sindicatos.
-Diversificación de la actividad: la compra de Prosegur (2020)
Sin embargo, no todo vienen siendo desinversiones en los últimos años: la compañía continúa aprovechando oportunidades para ampliar su negocio y diversificar su actividad en sectores donde pueda aprovechar sinergias.
Este ha sido el caso de la potenciación de la producción y explotación de contenidos televisivos de pago ("streaming") a través de "Movistar +" o la adquisición del 50% de la empresa de seguridad Prosegur en el año 2020 por 305,61 millones de euros.
La totalidad de la compra se retribuyó mediante la entrega de acciones de Telefónica, por lo que la teleco no ha tenido que desembolsar un euro.
Así, a raíz de esta operación de asociación, Telefónica se ha introducido también en el negocio de la seguridad y videovigilancia (un sector muy en auge en España) apoyándose en el gran encaje estratégico y la complementariedad de ambos socios.
De esta forma, las alarmas Prosegur han sido rebautizadas como "Movistar Prosegur Alarmas", extendiendo la marca "Movistar" hacia una nueva línea de negocio, tras la telefonía, internet o los canales de pago.
-Pérdida de valor, la entrada de STC y la respuesta del Gobierno de España (2023)
Con todas estas medidas, la deuda de Telefónica se reduce hasta los 27.000 millones al cierre del ejercicio 2022.
Sin embargo, además de la deuda, otro de los mayores problemas de Telefónica (consecuencia en parte del anterior) viene siendo la gran caída de su capitalización bursátil en los últimos 15 años:
- Si en 2007 (en época de bonanza), la capitalización de Telefónica alcanzaba un valor máximo en torno a los 100.000 millones de euros,
- en 2023, la compañía viene rondando la barrera mínima de los 20.000 millones.
Y es que el valor de las acciones de la compañía viene desplomándose en bolsa desde hace más de 15 años.
Con unas acciones tan baratas, Telefónica es "presa fácil" para cualquier otra teleco en mejor situación, hecho que dio lugar a la sorpresiva entrada de la saudí STC en su capital en 2023, tras anunciar la adquisición del 9,9% de la operadora española.
(Más información en el enlace: https://mundodelaempresa.blogspot.com/2023/09/noticias-express-la-operadora-saudi-stc.html)
Como respuesta a este movimiento, y en un intento por proteger la "españolidad" de la compañía, el Gobierno Español anunciaba la adquisición de otro 10% del capital de Telefónica a través de la SEPI, convirtiéndose así en su máximo accionista, y creando un "núcleo duro" de capital nacional junto con BBVA y Caixabank.
De esta forma, 26 años después de su total privatización, el Estado vuelve a ser accionista de "la primera multinacional española".
Cuando el panorama económico nacional e internacional mejoren y Telefónica finalice su proceso de saneamiento y "purga", volverá con toda seguridad a crecer y liderar el sector de las telecomunicaciones a nivel mundial.
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Buenas noches,
ResponderEliminarDónde podría encontrar información sobre las gráficas al 2015?
Saludos,
nunca lo sabrás amigo
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