LABORAL: La nómina neta de los trabajadores vuelve a bajar a partir de Enero por el MEI (diciembre de 2025) - NOTICIAS MDE

a) La retención por el MEI sube de nuevo para todos los trabajadores hasta el 0,9% del salario bruto

A partir de 2026, los trabajadores españoles verán otra vez reducidas sus nóminas netas como consecuencia del enésimo incremento de las retenciones y aportaciones decidido por el gobierno de Pedro Sánchez.

Así, en la próxima nómina de enero de 2026, todos notaremos cómo la retención por el MEI ("Mecanismo de Equidad Intergeneracional") se incrementará del 0,8% al 0,9% de nuestro sueldo bruto:

• el 0,75% será asumido por la empresa
• y 0,15% será asumido por el trabajador.

Y es que este concepto (introducido en 2023) no para de aumentar cada año:

• en 2023 era del 0,6% del salario bruto del trabajador,
• en 2024 subió hasta el 0,7%,
• en 2025 alcanzó un 0,8%,
• y a partir de 2026 será del 0,9%. 

De esta forma, y a pesar de haber batido un año más el récord histórico de recaudación de impuestos (al mismo tiempo que el récord de pobreza entre la población española), el Gobierno de Pedro Sánchez sigue apostando por incrementar la presión fiscal sobre los ciudadanos.

Así, por ejemplo, un trabajador con una retribución bruta de 2.255 euros al mes (27.060 euros anuales, la base media de cotización en España):

• En 2025 venía aportado por el MEI unos 35,18 euros al año (2,93 euros/mes).
• Y en 2026 esta retención crecerá hasta los 40,59 euros anuales (3,38 euros/mes). 

Puede parecer poca cantidad al mes, si bien debemos sumar el MEI al resto de cuantiosas retenciones y aportaciones (por IRPF, cuota de Seguridad Social, otras retenciones...) para darnos cuenta de que en torno a la mitad del coste laboral de un trabajador son impuestos (no salario), los cuales no dejan de crecer. 

b) Sube también la "cuota de solidaridad" para los trabajadores con mayores salarios

Como acabamos de comentar, el MEI se aplica desde 2023 a la nómina de todos los trabajadores sin excepción. 

A mayores, aquellos empleados con retribuciones superiores a 61.214,4 euros anuales (5.101 euros/mes), además del MEI también deben descontar de su nómina la llamada "cuota de solidaridad" que se sitúa en torno al 1% de su salario bruto.

Por tanto, un trabajador con este nivel salarial deberá retener todos los meses (por MEI + cuota de solidaridad) cerca de un 2% de su salario (a mayores de las retenciones por IRPF que le correspondan, y que para ese baremo de ingresos alcanzan el tramo máximo del 45%). 

c) Y tampoco dejan de subir las retenciones por IRPF: cada vez cobras menos salario neto

Desde que llegó Pedro Sánchez (PSOE) al Gobierno de España, la recaudación vía impuestos no ha dejado de crecer en España hasta marcar máximos históricos nunca antes vistos (coincidendo curiosamente con los valores máximos también alcanzados por los índices de pobreza).

Lejos de aliviar al contribuyente (tras lograr estos récords millonarios) el gobierno lleva años incrementando la presión fiscal sobre la clase trabajadora -ya no solo a través de la subida del MEI, de la cuota de solidaridad o aumentando escandalosamente las cuotas de la Seguridad Social-, sino también mediante el incremento sibilino de las retenciones por IRPF que en los últimos 2 años (entre 2023 y 2025) han subido de media más de un 2%. 

Esto se resume en que cada año el Estado se lleva un mayor porcentaje del sueldo de los trabajadores, viendo estos reducido su salario neto (es decir, su poder adquisitivo y nivel de renta).

d) Y el gobierno se niega a "deflactar el IRPF"

El Gobierno de Sánchez no solo ha optado por incrementar la presión fiscal direcramente (mediante subidas del IRPF todos los años, además de otros costes a nivel laboral), sino que también ha declinado una de las principales demandas de los economistas durante los últimos años inflacionistas: la "deflactación del IRPF".

La negativa del gobierno a deflactar el IRPF significa que los trabajadores están pagando más impuestos no por un aumento de su poder adquisitivo real, sino por el efecto de la inflación. 

Es decir, en etapas inflacionistas (en las que sube el coste de los bienes), los gobiernos sensatos y preocupados por la calidad de vida de sus ciudadanos suelen actualizar los tramos de tributación de sus tablas de IRPF ("deflactar el IRPF") para evitar que ante incrementos salariales (que suelen ser aprobados para compensar simplemente el incremento del coste de la vida ocasionado por la inflación), los trabajadores suban de tramo y tributen más.

El hecho de no hacerlo supone que el Estado se aprovecha de la inflación para recaudar más y empobrecer a los trabajadores.

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