RUMASA (Ruíz-Mateos, S.A.) es uno de los casos de emprendimiento (con deriva política y legal) más conocidos e interesantes de la historia de España.
No en vano, llegó a ser el mayor conglomerado empresarial del país en los años 70 y 80, generando más empleo incluso que la propia Telefónica.
Un enorme holding compuesto por 700 empresas (muchas de ellas patrimoniales e instrumentales) que facturaban en torno a 2.000 millones de euros del momento (representando por entonces cerca del 2% del PIB español) y dando empleo a 65.000 trabajadores.
Un diversificado grupo empresarial que José María Ruíz-Mateos, su propietario y fundador, fue conformando a partir del negocio de exportación de vinos de la bodega familiar, a medida que iba absorbiendo nuevas compañías (adquiridas normalmente en una situación de insolvencia o liquidación) y que el empresario se ocupaba de sanear y relanzar.
De esta forma, componían el grupo RUMASA empresas de toda clase de sectores:
- 18 bodegas (como Bodegas Franco-Españolas, Paternina, Garvey, Segura Viudas o Cavas Catalanas);
- compañías hoteleras (entre ellas, HOTASA, la segunda cadena más grande de España);
- empresas turísticas;
- compañías aseguradoras;
- empresas agrícolas y agrolimentarias;
- inmobiliarias y constructoras (entre ellas, Hispanoalemana, la mayor del país);
- tiendas de lujo (como Loewe);
- grandes almacenes (como Galerías Preciados);
- y más de 20 entidades financieras.
Y es que garantizar el acceso a financiación para el crecimiento de sus empresas (contando con bancos en propiedad), sería una de las prioridades de Ruíz-Mateos, y podría explicar una buena parte de su increíble expansión.
La figura de José María Ruíz-Mateos: el empresario más "singular" de la historia
El fundador de RUMASA, José María Ruíz-Mateos, es uno de los empresarios y personajes públicos más populares -a la vez que controvertidos- de la historia reciente de España.
Ambicioso hombre de negocios (con luces y sombras en su trayectoria), amante de la familia, luchador incansable y personaje tan carismático como extravagante, entró varias veces en la cárcel como consecuencia de sus enfrentamientos con el Gobierno de España, sus múltiples escarceos con la ley y sus maneras "poco ortodoxas" de gestionar los negocios.
Así, al mismo tiempo que dirigía sus múltiples negocios, se fugaría del país, se disfrazaría en multitud de situaciones (para engañar a ministros del gobierno, escapar de la policía o llamar la atención de los ciudadanos) y ejecutaría su "guerrilla" destinada hacerle la vida imposible a sus enemigos políticos: Miguel Boyer y Felipe González fundamentalmente.
El icónico disfraz de "Superman", con el que aparecería ante los medios de comunicación en la puerta del Tribunal Supremo para denunciar las injusticias y excesos cometidos contra él y su empresa por parte del Estado, se convertiría en un auténtico fenómeno social que sigue vivo en la actualidad.
Y es que la famosa y controvertida expropiación de RUMASA (ejecutada en 1983 por el Gobierno Español) marcaría el principal capítulo de esta historia: la de la lucha de "David contra Goliath"; de un empresario que, sin duda, cometió graves errores e irregularidades (y que pagaría con creces), pero al que la administración arrolló con una excesiva contundencia, arrebatándole el trabajo y esfuerzo de toda una vida.
Y es que, Ruíz-Mateos se pasaría media vida pidiendo justicia por su causa, por recuperar aquello que abruptamente le fue arrebatado y por mantener encendido el recuerdo entre la población española de su injusta expropiación.
Fuente: galiciaunica.es (https://www.galiciaunica.es/teresa-rivero-una-dama-en-la-ruina/).La historia de RUMASA
1. El origen: la bodega familiar y la exportación de vino al Reino Unido (1961)
En 1958, José María Ruíz-Mateos se casa en Jerez con Teresa Rivero, cuya familia se dedicaba al sector vitivinícola, siendo propietaria de varias bodegas.
José María era hijo del almacenista Zoilo Ruíz-Mateos (vinculado también al sector de vino de Jerez) y, por entonces, ejercía de perito mercantil.
Con mucha constancia contactaría en repetidas ocasiones -a través de correo postal- con los principales importadores europeos de vino pues, según declaraciones del propio empresario, "en la exportación del vino es donde realmente se gana dinero".
Así, la empresa (fundada por José María y sus hermanos) inicia su actividad en el año 1961 como comercializadora y exportadora de vinos.
El cobro de las facturas solía realizarse a crédito (mediante el envío de pagarés al vencimiento por parte de los clientes), teniendo que recurrir constantemente a herramientas financieras para el descuento de las letras.
La gran oportunidad: un contrato millonario para exportar vino al Reino Unido
En 1964, José María logra firmar un enorme acuerdo de suministro (de 99 años de duración) con la importante compañía inglesa John Harvey & Sons, especializada en la exportación de "Sherry" entre la bahía de Cádiz y la ciudad británica de Bristol.
De hecho, la bodega familiar de los Ruíz-Mateos era incapaz de atender el enorme volumen de pedidos generado a través del acuerdo con Harvey & Sons, por lo que José María decide comenzar a comprar vino a otras bodegas e incluso adquirir bodegas enteras.
Bodegas Internacionales, S.A. sería la sociedad cabecera puesta en marcha por Ruíz-Mateos y para la que construiría un gran complejo a las afueras de Jerez.
Decenas de empresas bodegueras serían adquiridas e incorporadas a Bodegas Internacionales, creando así un potente grupo que, con el tiempo, acabaría acaparando un tercio de la industria bodeguera de Jerez.
El enorme contrato de suministro de Harvey & Sons supuso la gran oportunidad que Ruíz-Mateos no quiso desaprovechar (ventas de millones garantizadas durante un siglo) y que ejercería como germen del imperio RUMASA.
2. La compra de bancos (finales 60´s)
Demostrando una gran visión y creatividad, José María intuía que disponer de un banco propio donde poder descontar sus letras sería ciertamente ventajoso para una empresa que anticipaba la gran mayoría de sus facturas.
Por otro lado, el gran ritmo de adquisición de nuevas bodegas (para cubrir la enorme demanda generada de golpe) exigía nuevas fuentes de financiación.
A mayores, la familia Ruíz-Mateos tenía una buena relación con el Instituto Español de Crédito.
Así, con una entidad financiera a mano, José María podría obtener fondos para absorber nuevas bodegas que integrar en su grupo, al tiempo que descontar las letras de sus operaciones comerciales.
La experiencia fue tan productiva que, tiempo después, compraría otros tres pequeños "bancos de pueblo" en Andalucía.
Tras un tiempo gestionando estas pequeñas entidades y tras haber amasado una pequeña fortuna, el empresario acudiría a la compra de nuevos bancos en crisis (esta vez de mayor tamaño): Banco Siero y Banco Murciano (de la familia Rato), los cuales acababan de declararse en en suspensión de pagos.
El hecho de que Ruíz-Mateos se hiciera con ellos, supuso la aplicación de un plan de viabilidad que garantizaría la continuidad de ambas entidades, evitando además un problema para el Gobierno (que ya no tendría que buscar una salida para evitar su quiebra).
En los años 70 y 80, durante la etapa de expansión de RUMASA, nuevas entidades financieras serían incorporadas al conglomerado empresarial del empresario jerezano, hasta contar con un total de 22 bancos con presencia por toda España y parte del extranjero:
- Banco de Jerez,
- Banco Atlántico,
- Banca Comercial de Cataluña,
- Banco de Extremadura,
- Banco del Norte,
- Banco de Sevilla,
- Banif,
- Bankisur,
- Banco Latino,
- Banco de Albacete,
- Banco de Toledo,
- Banco Alicantino de Comercio,
- Banco de Murcia,
- Banco de Iberoamérica (Panamá),
- Banco General de la Industria y el Comercio,
- Bank Iberunión (Alemania),
- etc.
De hecho, la división bancaria llegaría a ser la "joya de la corona" de RUMASA, y el gran motivo de la importancia estratégica de la corporación para el Gobierno y los organismos reguladores.
3. La inversión en el sector inmobiliario y turístico (finales 60´s)
Tras bodegas y bancos, llegaría el momento de introducir la cabeza en el negocio inmobiliario y turístico, sectores que consolidarían el crecimiento y diversificación de RUMASA.
Y es que el sector estaba a punto de eclosionar: a finales de los años 60, comienza el "boom" turístico de España, hecho que motiva a un inquieto Ruíz-Mateos a invertir masivamente en el sector inmobiliario.
Contando con la financiación de sus bancos, el empresario adquiere multitud de terrenos y propiedades por la costa española, en los que levantaría grandes complejos hoteleros.
En la costa mediterránea, en las islas Baleares y Canarias y en las principales ciudades del país (como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Córdoba).
Comienzan a aparecer grandes edificios que darían cabida a lujosos complejos hoteleros.
Así va tomando forma HOTASA (Hoteles Agrupados, S.A.), la división hotelera del grupo RUMASA, que llegaría a convertirse en la segunda mayor empresa del sector en España.
HOTASA llegaría a contar con más de 30 grandes establecimientos por España, los cuales eran bautizados con nombres de animales, plantas o personajes históricos:
- Hotel Los Galgos
- Hotel Los Canarios
- Hotel Las Palomas
- Hotel Los Mirlos
- Hotel Los Pingüinos
- Etc.
Dentro de su división turística y hotelera, RUMASA pondría también en marcha el negocio de agencias de viajes para la comercialización de paquetes turísticos en sus hoteles y destinos.
En esta etapa, RUMASA había creado también su división inmobiliaria y constructora (que además se encargaría de ejecutar los trabajos para levantar el imperio de HOTASA) participando además en todo tipo de promociones por España.
Es decir, otro de los factores que motivarían el gran crecimiento del grupo RUMASA, fue la generación de negocio entre empresas del grupo (por ejemplo, la división hotelera demandaba trabajos de construcción ejecutados por la división constructora).
A mayores de la construcción y explotación de hoteles, RUMASA adquiere como inversión terrenos y propiedades por toda España.
Crecen así exponencialmente los activos propiedad de la empresa, creando una extensa cartera inmobiliaria.
Precisamente es en la capital donde RUMASA fijaría su sede central, construyendo las famosas "Torres de Colón" (conocidas en aquel momento como "Torres RUMASA").
4. Crecimiento y diversificación del "holding" (años 70´s)
En apenas 15 años, Ruíz-Mateos conseguiría transformar la empresa familiar de vinos -fundada con 300.000 pesetas- y en la que trabajaban 7 personas, en un holding que facturaría 200.000 millones de pesetas (1.200 millones de euros) y que daba empleo a 25.000 trabajadores (según datos del año 1976).
Durante los años 70, la actividad de las empresas del grupo RUMASA experimentaría un notable crecimiento:
- la exportación de vinos iría en aumento con nuevas variedades y a nuevos mercados internaciones,
- sus bancos lograrían una intensiva presencia por todo el país,
- los hoteles se consolidarían por las principales zonas turísticas de España,
- las agencias de viajes rozarían máximos históricos de actividad,
- la actividad constructora e inmobiliaria lograría promociones de norte a sur,
- y nuevos negocios se incorporarían al portafolio del grupo.
RUMASA se consolidaría en los años 70 como el mayor grupo empresarial de España, formando un complejo entramado de más de 200 sociedades, algunas de ellas domiciliadas fuera del país, siendo difíciles de controlar para la administración.
Tan positiva fue la evolución de sus negocios que, en 1977, José María Ruíz-Mateos se convierte en "el hombre más rico de España".
5. La "abeja", el símbolo de RUMASA
- Animal laborioso;
- trabajador;
- obrera;
- fabrica para los demás (espíritu de servicio a la sociedad);
- con método, orden y disciplina;
- construye;
- y tiene una reina: la Virgen del Perpetuo Socorro.
Con estas palabras explicaba el propio Ruíz-Mateos el significado del famoso logo de la abeja, omnipresente en todas las empresas del grupo RUMASA.
6. Expansión y compra de cientos de empresas en crisis: creación del mayor grupo empresarial de España (años 80´s)
El gran crecimiento y diversificación de la actividad experimentado por RUMASA en los años 70 y 80 se produciría fundamentalmente a través de la compra imparable de empresas.
En esta época, la sociedad española era aún muy "desordenada": la mayoría de empresas tenían "contabilidad B", el fraude fiscal estaba a la orden del día, muchos impuestos no se pagaban, la mayoría de empresas no pagaban las cuotas de seguridad social...
Y en este panorama, España entra en crisis económica, provocando la caída de muchas empresas.
Un entorno propicio para que José María Ruíz-Mateos entrase en acción comprando gran cantidad de relevantes empresas al borde de la ruina, saneándolas y poniéndolas a funcionar.
Así, decenas de empresas en crisis -de toda clase de sectores- fueron adquiridas por RUMASA en esta época.
Cualquier empresario que tenía una empresa quebrada o con falta de liquidez sabía que podía encontrar un comprador en Ruíz-Mateos.
Y es que Ruíz-Mateos compraba estas empresas en crisis (como si de "saldos" se tratase), en muchos casos por la simbólica cantidad de "1 peseta" -como ocurrió, por ejemplo, con Galerías Preciados- siendo capaz de reestructurarlas y realanzarlas integradas en el grupo RUMASA.
La adquisición de Galerías Preciados (que por entonces contaba con 33 grandes almacenes por toda España y competía con El Corte Inglés por liderar este sector) supuso otro gran salto en la diversificación de la actividad y en la acumulación de poder (al pasar a controlar, de repente, una interesante cuota de mercado de la distribución comercial de España).
Una destacable operación que permitiría hacerse con el control del canal y completar, en muchos casos, la integración vertical en España: los productos de gran consumo fabricados por las diversas empresas de RUMASA (vinos, bebidas, alimentos, cosmética, químicos, paquetes turísticos, etc.) podrían ser comercializados masivamente a través de Galerías Preciados.
Ruíz-Mateos sabía apuntar bien el tiro, pues muchas de las empresas adquiridas habían llegado a ser líderes en sus respectivos mercados:
- Hispano Alemana de Construcciones, la mayor constructora del país, que pasaría a engrosar la división constructora e inmobiliaria de RUMASA.
- La cadena de tiendas de lujo Loewe, adquirida en 1980.
- La compra Galerías Preciados al Banco Urquijo (que se había convertido en acreedor de la cadena de grandes almacenes al quedarse con las acciones tras su insolvencia), todo por "1 peseta" en el año 1981.
- Mantequerías Leonesas, adquirida por 350 millones de pesetas (2,1 millones de euros) en 1982.
- Las compañías aseguradoras Minerva, Unión Condal, Atlas y Fénix Peninsular.
- Los laboratorios Pérez Giménez, fabricante de "Calmante Vitaminado".
- La Naviera del Noroeste (NAVINOR).
- La compañía Cosméticos Dana.
- Catalana de Cementos Portland.
- Nuevas bodegas.
- Nuevos bancos (hasta alcanzar las 22 entidades).
- Etc.
Los detractores de Ruíz-Mateos argumentan que el empresario fue capaz de levantar estás compañías quebradas a base de no pagar la seguridad social de sus trabajadores y de cometer irregularidades contables y financieras, si bien no se trataría de una valoración muy justa (una cosa es la visión, pericia y capacidad en los negocios y otra distinta cometer irregularidades que, por otro lado, en aquel momento histórico era lo más habitual.
En este caso, el hecho de no haber hecho cosas correctamente (que es parte del riesgo y las decisiones a las que todo empresario debe enfrentarse) no sería para nada el motivo del gran crecimiento experimentado por RUMASA, sin querer justificar con esto los errores cometidos por Ruíz-Mateos.
De hecho, José María se convertiría por entonces en el ejemplo de empresario hábil y exitoso, referente de la época, años antes de salir a la luz las irregularidades detectadas tras la expropiación.
7. Liderazgo: ¿cómo logró convertir a RUMASA en la mayor empresa de España?
Desde finales de los 70 (y hasta su expropiación en 1983), RUMASA se convertiría en el mayor conglomerado empresarial de España, generando el 2% del PIB nacional y Ruíz-Mateos el hombre más exitoso del país.
¿Cómo logró crear este imperio?
Algunas claves han sido:
1) Compra de empresas: el crecimiento y la diversificación de RUMASA se produjo a través de la adquisición de activos y equipos humanos a pleno funcionamiento.
2) Acceso a financiación: una de las primeras decisiones de Ruíz-Mateos (cuando empezó a hacer dinero) fue la compra de bancos; una forma de garantizar el acceso a financiación para hacer crecer sus empresas.
3) Generación de negocio entre empresas del grupo: la diversificación de RUMASA también fue un éxito al aprovechar las necesidades que iban teniendo las empresas del grupo para generar nuevo volumen de negocio.
Se trata de una estrategia habitual en cualquier grupo empresarial que crece y diversifica su actividad, como INDITEX, compuesto también por empresas constructoras, fabricantes, logísticas y diseñadoras, que explotan todas las actividades de la cadena de valor del negocio.
Y el punto más interesante:
4) Creación de competentes equipos en los que delegar: una de las claves de la expansión de este holding (como en el caso de cualquier otra empresa capaz de crecer) es la captación de talento.
El propio Ruíz-Mateos comentaba que una de sus herramientas fundamentales para lograr la expansión de sus negocios era la realización de una adecuada selección de personal: la búsqueda de gente valiosa, competente y comprometida para dirigir y gestionar sus empresas, y en la cual podía delegar.
8. Las irregularidades de RUMASA y el incumplimiento de las auditorías
En 1975 se produce la muerte de Franco.
Durante los primeros años de la democracia en España, pocas empresas cumplían la ley y pagaban las cuotas de seguridad social.
RUMASA había venido creciendo exponencialmente en este entorno (y, en buena medida, a base de adquirir compañías en crisis) hasta convertirse en la mayor empresa del país, si bien -como la gran mayoría de empresas en aquel momento- presentaba un gran "oscurantismo" en relación a su situación financiera.
De hecho, el conglomerado empresarial de Ruíz-Mateos se mostraba muy reacio a pasar todas las auditorías que desde el Banco de España y el Ministerio de Economía (dirigido por el socialista Miguel Boyer) le venían exigiendo.
Dada la envergadura de RUMASA (la mayor empresa del país, de la que dependía nada menos que el 2% de su PIB) y, sobre todo, su importancia en un sector tan relevante para la economía como el bancario (al concentrar con sus 22 entidades un cuarto del sistema financiero español), el Banco de España estaba muy preocupado por la posible fragilidad del grupo.
El miedo de la entidad supervisora radicaba en que, en un momento dado, RUMASA pudiera venirse abajo (y hacer colapsar el sistema financiero español) ante las muchas sospechas de que la compañía venía realizando multitud de prácticas contables y financieras irregulares, ocultando su verdadera situación patrimonial de quiebra.
En informes internos, el Banco de España advertía de "conductas temerarias" y "excesivamente arriesgadas", por ejemplo:
- El empleo del crédito de forma irregular dentro del entramado societario de RUMASA por otras empresas que no eran las verdaderas titulares de la deuda.
- O el pago de intereses de las deudas mediante la formalización de nuevas deudas.
- El empleo masivo de "sociedades pantalla" para disimular operaciones (RUMASA llegó a estar compuesta por más de 700 sociedades, la mayoría instrumentales o patrimoniales),
- Las sospechas sobre la realización de una contabilidad amañada.
- La existencia de deudas con la Seguridad Social y otras tantas ocultas.
De hecho, RUMASA se negaba de forma reiterada a realizar todas las auditorías que venían siendo solicitadas por el Banco de España desde el año 1978 (si bien, por aquella época aún no eran obligatorias por ley).
Está situación escondía un "rifirrafe" continuo entre administración y empresario: de hecho, Boyer (ministro de Economía) llegaría a amenazar a Ruíz-Mateos con enviarle a los inspectores del Banco de España si no completaba las auditorías requeridas.
Provocaciones y "ataques" por ambos lados que evidenciaban la "guerra abierta" entre Ruíz-Mateos y Boyer.
Si bien, la gota que colmaría el vaso sería la abrupta rescisión por parte de RUMASA (en enero de 1983) del contrato con la auditora Arthur Andersen, la cual venía auditando las cuentas del grupo desde el año 1981, y cuando el procedimiento se encontraba al 75% .
9. La expropiación de RUMASA (1983)
a- La intervención de la compañía y su posterior expropiación
Si en enero de 1983, RUMASA rompía con su auditoría (en un gesto interpretado como de provocación por parte del Banco de España) 15 días después, el 18 febrero de 1893, Miguel Boyer ordena la intervención de la compañía.
De forma totalmente rocambolesca, la policía y los inspectores del Banco de España irrumpen en la sede central de RUMASA, en las Torres Colón, precintando ordenadores y oficinas.
Pero Boyer, respaldado por todo el Gobierno de España, fue mucho más allá de la mera intervención de la empresa: el 24 de febrero se anunciaría y publicaría en el BOE la expropiación "por razones de utilidad pública e interés social" de todos los bancos y sociedades que componían el grupo RUMASA.
Curiosamente, en el momento de la expropiación, el Gobierno no tenía aún claro el número exacto de sociedades afectadas.
b- Las irregularidades detectadas en RUMASA
Con la intervención policial y de los inspectores del Banco de España, se descubriría que las 230 empresas que oficialmente componían el grupo eran en realidad más de 700, la mayoría de ellas instrumentales o "sociedades pantalla".
Así, RUMASA estaba compuesta por un extenso holding de empresas con un perímetro muy difícil de acotar (y de controlar por parte de la administración).
Según se concluyó, la policía habría encontrado una contabilidad secreta en la que se reflejaría la situación real del grupo:
- Unas pérdidas acumuladas por las empresas del grupo (agujero patrimonial) por valor de 346.000 millones de pesetas (-2.080 millones de euros),
- y deudas por importe de 1 billón de pesetas (más de 6.000 millones de euros).
Argumentando esta terrorífica situación financiera, el Gobierno valoraría la indemnización a pagar a Ruíz-Mateos en cero euros, hecho que el empresario y su familia llevan recurriendo en diferentes tribunales desde hace décadas.
De hecho, años más tarde, la justicia daría la razón a la familia del empresario: la valoración efectuada por el Estado no se ajustaría a la realidad y, por tanto, quizás tampoco los números relativos a las pérdidas y deuda de RUMASA que han trascendido.
c- Huída de España
Al mismo tiempo que la sede de RUMASA era intervenida por la policía, Ruíz-Mateos huía al extranjero: primero a Londres y después Fráncfort, de donde sería extraditado en 1985.
Tras la intervención del grupo y operando desde el extranjero, el empresario trataría de vaciar los activos de sus empresas, renaciendo como el "ave fénix" mediante la puesta en marcha de Nueva RUMASA.
Tras la expropiación de RUMASA, el Gobierno tenía planeada la nacionalización de sus empresas, si bien, finalmente terminaría optando por su reprivatización.
Debido a la gran magnitud del grupo, resultaba muy complicado encontrar un comprador para todo el holding, por lo que el Estado lo "trocearía", vendiendo (o liquidando) a todas sus empresas y activos de forma individual.
El proceso de venta de las empresas que componían el grupo duraría casi 20 años (hasta el 2002), cuando la SEPI concluiría la enajenación de sus últimas propiedades.
Algunas de las más sonadas ventas fueron:
- Galerías Preciados, que sería adjudicada al empresario venezolano Gustavo Cisneros (amigo de Felipe González). Años más tarde, El Corte Inglés acabaría haciéndose con la cadena.
- Loewe sería comprada por el Grupo Urvois en 1984.
- Y varios bancos de RUMASA serían adjudicados al Santander de Emilio Botín.
11. La expropiación de RUMASA: declarada "ilegal" por los tribunales
Tras la expropiación (y varias entradas y salidas de la cárcel), Ruíz-Mateos se pasaría años deunciando lo que él consideraba la gran injusticia cometida contra él por parte del Gobierno: el "robo" de todas sus empresas sin percibir indemnización alguna, llevando el caso a los tribunales.
En 1992, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos dictaminaría que la expropiación de RUMASA fue ilegal, y que sus dueños debían haber sido indemnizados.
Es más, recientemente (en 2023), el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha vuelto a dar la razón a la familia Ruíz-Mateos, obligando al Estado a recalcular el precio de RUMASA.
Como hemos comentado, cuando el grupo fue expropiado en 1982, el Estado lo valoró en "cero" euros.
Desde entonces, la familia viene litigando, defendiendo que el holding realmente tenía un valor de 13.712 millones de euros y reclamando dicha indemnización.
12. El intento de reconstruir el imperio: la creación de Nueva RUMASA (1990)
Tras ser expropiado y perder todas sus empresas, Ruíz-Mateos (junto a su familia) volvería a levantar un nuevo imperio empresarial mediante la puesta en marcha de Nueva RUMASA en el año 1990.
La historia de Nueva RUMASA (2a parte de este interesante caso), se explica en otra entrada del blog.
13. Ruíz-Mateos o Boyer: empresario versus político ¿Quién tenía razón?
Seguramente Ruíz-Mateos tenga tantos defensores como detractores. O incluso, es posible que estos últimos sean hoy en día mayoría (tras el lamentable final de Nueva RUMASA y las condenas por estafa).
En el fondo lo que se intuye es un enfrentamiento personal entre Ruíz-Mateos y Boyer, y en el que ninguno de los dos quería "dar su brazo a torcer".
Parece ser que Ruíz-Mateos habría cometido grandes irregularidades en sus empresas, algo inexcusable y, sin duda, la administración tenía la obligación de actuar en consecuencia para evitar males mayores.
Si bien, existen muchos recursos y medidas coactivas para forzar a RUMASA (o cualquier empresa) a cumplir la ley y hacer las cosas bien, más allá de expropiar sus empresas: desde sanciones y multas, pasando por denuncias, inhabilitaciones y hasta la intervención temporal de sus empresas.
Pero todo apunta a que la expropiación fue la respuesta de máximos a un conflicto enquistado en el que lo personal pesaba tanto o más que lo legal y profesional.
Ruíz-Mateos era sin duda un personaje singular, seguramente con tantas luces como sombras.
Sin embargo, la figura de un empresario capaz de hacer lo que él hizo: de sanear empresas, crear miles de puestos de trabajo y riqueza, y de convertir el negocio de una bodega familiar el mayor imperio económico del país, requiere de un talento para los negocios, energía y valentía desgraciadamente poco frecuentes en España.
Sin justificar para nada los desmanes y estafas cometidas, resulta una pena (y un desaprovechamiento por parte de la sociedad) que las ganas y el talento de quién es capaz de emprender de forma tan ambiciosa y exitosa, no puedan ser canalizados adecuadamente (a través del Estado) para la promoción de nuevas empresas y puestos de trabajo por todo el país.
Supervisar y sancionar, pero también facilitar, sugerir, dar herramientas, ayudar a mejorar y asesorar son funciones que un Estado puede y debe hacer sobre sus empresas para no desperdiciar el talento de quién es capaz de crear y generar riqueza para toda la sociedad.
Nuevamente, sin justificar los gravísimos errores cometidos por Ruíz-Mateos, solo quién ha sido empresario sabe lo complicado que lo ponen las múltiples administraciones públicas en este país, teniendo en ocasiones que tomar decisiones "poco ortodoxas" para ser capaces de llegar a fin de mes pagando las nóminas de los empleados.
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