1) La crisis de audiencia y el descrédito de una RTVE excesivamente manipulada (año 2023)
Hace años que Televisión Española (TVE) ha dejado de ser la referencia para el telespectador español.
La estocada final se materializó durante las navidades de 2019, cuando Antena 3 superó en audiencia -por primera vez en la historia- a La 1 de TVE durante la retransmisión de las tradicionales "campanadas de fin de año".
Un hecho inaudito que puso en evidencia la profunda crisis de audiencia que viene atravesando el ente público.
Y es que TVE -a través de sus múltiples canales- viene de registrar una audiencia media anual de en torno al 25% a principios de los años 2000 (cuando era la referencia indiscutible para la audiencia), a no alcanzar ni los dos dígitos de "share" en la última década, situándose en un escaso 9%.
La caída en picado del número de telespectadores ha sido espectacular, hecho que ha jugado a favor de la audiencia acumulada por sus competidores privados (Atresmedia y Mediaset España), grupos que vienen cosechando cuotas superiores al 25%.
2) Los motivos de la caída de audiencia de TVE
Existen varios factores que explicarían los malos datos de audiencia cosechados por la televisión pública en los últimos tiempos:
1) Factores externos: principalmente el incremento de la competencia (tanto por el auge de las plataformas de "streaming", como por la proliferación de otros medios y formas de consumir información por internet) y la consecuente fragmentación de la audiencia.
2) Factores internos: grandes y continuados errores cometidos a nivel de programación, estrategia e imagen de marca, muchos de ellos derivados de la excesiva politización de la televisión pública.
De hecho, TVE es percibida en la actualidad NO como una televisión al servicio público de los españoles, sino como un instrumento de propaganda política, excesivamente sesgado e ideologizado, al servicio del gobierno de Pedro Sánchez y su proyecto de ingeniería social.
Algunos ejemplos:
1-La nueva programación incluye (de forma exagerada) todo tipo de programas, series y películas con un sesgo claramente "progresista" en cuestiones como el feminismo, el tratamiento del "colectivo LGTBI", el aborto, la eutanasia, el blanqueamiento de ETA o el nacionalismo.
Los tradicionales objetivos de entretener e informar a la población (la razón de ser de este servicio público) han pasado a un segundo plano, siendo ahora la prioridad "aleccionar" al espectador.
2-Buena parte de sus periodistas han sido reconvertidos en "activistas" de parte: no son informadores, sino que se han convertido en opinadores. No existe neutralidad política alguna, ni equilibrio informativo.
3- Los mapas del tiempo han vetado a los topónimos en español (cumpliendo así las exigencias del nacionalismo e introduciendo la hispanofobia en la televisión pública de todos los españoles).
De hecho, TVE está preparando un plan para reducir su programación en español (el idioma común de todos los españoles) siendo sustituido por las lenguas regionales.
4- Incluso las cortinillas de Clan TV (el canal infantil) lanzan mensajes a favor de la Agenda 2030, así como la concepción de la ecología y el feminismo de la progresía, buscando claramente el adoctrinamiento de la infancia.
5- Presentadores y colaboradores muestran explícitamente su ideología, estigmatizando a aquellos que no están de acuerdo con los "dogmas progresistas".
6- Pablo Iglesias ha venido realizando y dirigiendo programas documentales emitidos por la 2 de TVE...
En definitiva, una manipulación y un sesgo político sin precedentes y tan descarado que ha provocado que por primera vez en su historia millones de españoles decidan cambiar de cadena al no sentirse representados ni acogidos por TVE.
Y es que el actual modelo de TVE no es la televisión de todos los españoles, sino que únicamente es válida para aquellos que explícitamente comparten el discurso "sanchista".
En el caso de Radio Nacional de España (RNE) la situación en términos de audiencia y credibilidad es, si cabe, aún peor.
Por estos motivos RTVE necesita realizar profundos cambios que la hagan reconectar con todos los españoles en general y con su audiencia perdida en particular.
Para ello, además de un restyling de su imagen de marca (tema que tratamos a continuación) también necesitaría un profundo cambio de su estrategia y línea editorial, que probablemente pasaría con un cambio de dirección.
3) El último intento (finalmente cancelad0) de renovar la imagen corporativa de RTVE
Una buena imagen corporativa: fundamental para ganarse a la audiencia
La carta de presentación de esa deseada "reconexión" con la audiencia es su imagen corporativa, la cual experimentó su última renovación ("restyling") el pasado año 2008, siendo la que perdura en la actualidad.
Desde entonces RTVE ha encargado varios estudios de mercado para conocer la opinión de los telespectadores hacia las cadenas del grupo.
De hecho, en 2019 y 2020 realizó dos estudios de su marca para lo cual invirtió un total de 101.000 euros.
Y en 2020 adjudicaría a mayores un contrato de asesoramiento de su imagen por un importe de 121.000 euros.
El intento fallido de rebranding en 2022
Una de las posibilidades que se han barajado seriamente para relanzar las cadenas del grupo ha consistido en la realización de un nuevo "rebranding" para su imagen corporativa.
De hecho, el pasado año 2022 la Dirección de Compras de RTVE llegaría a publicar un anuncio con el concurso-licitación para la renovación de su estrategia e identidad de marca.
Sin embargo, a finales de ese mismo año la compañía pública emitiría otro comunicado anunciando la renuncia al expediente de licitación y aparcando, por tanto, la intención de renovar su imagen.
¿Cómo debería ser la nueva imagen de RTVE?
RTVE necesita una imagen corporativa que le devuelva los valores tradicionales y positivos (relativos a su liderazgo, credibilidad y calidad) que ha ido perdiendo con el tiempo, situación posiblemente acentuada con el "restyling" del año 2008.
1) Ser la referencia, la líder, la preferida por los españoles y donde el resto de cadenas deberían fijarse como el modelo a seguir.
2) Confianza y credibilidad de la audiencia: emitir para todos los españoles y con un espíritu de servicio público, no al servicio del Gobierno y sus socios políticos.
3) Entretenida, divertida pero respetuosa, atractiva para toda la familia. Con una programación interesante y referente.
4) Histórica: fue la primera televisión de España, la que más ha vivido y ha enseñado, el "semillero" de las cadenas privadas de donde todas han aprendido a hacer después televisión.
5) Ser original, innovadora, la que marca tendencia (y no la que copia los formatos de las cadenas privadas como le ocurre en buena medida en la actualidad). Arriesgada y valiente.
6) Brillante, enérgica, con fuerza y positiva para los españoles, y claramente a favor de los intereses del país.
7) Española: destacar su vinculación y compromiso con difundir nuestra cultura, los productos españoles y el idioma español. No como en la actualidad donde incluso se trata de disimular el término "española" o se crea una versión "especial" para Cataluña ("TVE Catalunya").
Se trata de recuperar las señas de identidad de cuando era la televisión favorita y referente de los españoles y su compromiso con España.
Recomendaciones a nivel gráfico:
1) Inspirarse en la imagen corporativa de cuando TVE era la líder, la cual aún perdura emocionalmente en la mente de los españoles.
2) Recuperar la forma cuadrada: el cuadrado es la alegoría de la televisión, y era la forma distintiva de las marcas de RTVE y que le daba una posición privilegiada (frente al círculo como forma característica de Mediaset, o el triángulo como la de Atresmedia).
3) Volver a dotar a cada canal de TVE de una personalidad propia, si bien todos unidos e integrados en la marca paraguas "TVE" o "RTVE".
4) Volver a destacar su principal rasgo diferenciador y generador de valor: el hecho de ser "Española". Así podría ser interesante desglosar el nombre "Televisión Española" en los nuevos grafismos y publicidad en lugar de recurrir siempre a las siglas.
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