¿Alguna vez te han servido en tu cafetería una crujiente pasta sonriente o una tierna mini-magdalena rellena de chocolate para acompañar el café? Pues éstas se elaboran con toda seguridad en la fábrica de Biscuits Galicia.
Si hay una marca representativa del sector del dulce en la zona noroeste de España ésa es Biscuits Galicia, una pyme alimentaria que lleva funcionando desde el año 2005.
Se trata de una popular fábrica de galletas que hay en Galicia y que lleva años endulzándonos la vida, especialmente a los consumidores de las zonas norte y centro de España, si bien la empresa se encuentra actualmente en pleno proceso de expansión por toda la geografía nacional y parte del extranjero.
La empresa elabora productos tanto para el canal de hostelería y colectividades (con formatos adaptados a sus necesidades -como es el envasado individual-), como para el canal de alimentación (para su venta a través de grandes superficies, cadenas de supermercados y tiendas).
De esta forma, componen el portafolio de la marca una enorme variedad de galletas y pastas (con chocolate, mantequilla, crema de limón, de cacao, con chips de chocolate, integrales...) presentadas en diversos formatos como son los estuches de galletas, las bolsas o las latas de galletas para tiendas y supermercados, o en cajas y formatos grandes para el canal de hostelería.
La fábrica también cuenta con una línea de elaboración para mini-magdalenas (mantequilla, cacao, chocolate...) presentadas en bolsas y estuches, así como magdalenas y muffins para el desayuno en el canal de hostelería.
LA FÁBRICA DE GALLETAS DE GALICIA
La fábrica de Biscuits Galicia se encuentra ubicada en la localidad de O Porriño, en el polígono industrial de As Gándaras, y justo por delante de la misma pasa una de las rutas del Camino de Santiago.
Es por ello que a lo largo de todo el año miles de peregrinos caminan por delante de la nave, siendo muy habitual verlos haciéndose fotos o incluso acercándose hasta la entrada de la fábrica a comprar galletas. No en vano, uno de los eslóganes empleados por la empresa ha sido las galletas favoritas de los peregrinos.
Y es en esta fábrica "inspirada por el Camino de Santiago" donde cada día se elaboran, hornean, envasan y expiden miles y miles de galletas, magdalenas y bizcochos que son comercializados por toda España y parte del extranjero.
El empleo de materias primas del campo gallego
Gracias a su ubicación en Galicia, la fábrica cuenta con acceso directo a materias primas de una calidad excepcional.
Y es de hecho esta diferenciación por origen la que explica gran parte del éxito comercial de la marca: ofrecer unas galletas "made in Galicia" (siendo conocedores los consumidores de toda España y parte del extranjero de la riqueza gastronómica de la región, así como de la gran calidad de sus materias primas) es sin duda un plus y una diferenciación que el mercado valora y que la empresa ha sabido ofrecer.
Biscuits Galicia se ha ido posicionando con los años como una de esas marcas icónicas y representativas de la industria alimentaria gallega (siguiendo la estela de otras mucho más grandes y consolidadas como Estrella Galicia, COREN, LARSA o Pescanova). No en vano la empresa se encuentra asociada al Cluster Alimentario de Galicia.
En el canal de hostelería la empresa tiene presencia por casi toda España, siendo una de las principales marcas de las llamadas "galletas de cortesía" que los hosteleros (cafeterías principalmente) de todo el país sirven como complemento a sus cafés para fidelizar a su clientela.
A mayores son muchas las colectividades y empresas que emplean las galletas y pastas envasadas individualmente para tomar al desayuno, como merienda o a la hora del café, además de otros productos de la marca como las mini-magdalenas o los muffins
A nivel de gran consumo, los líderes de la distribución comercial como Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Vegalsa-Eroski, GADISA, Froiz, Cuevas, etc. vienen trabajando la marca desde hace años, especialmente en las zonas noroeste y centro de España en donde ostenta una posición destacada. De hecho la marca Biscuits Galicia es líder a nivel de la comunidad en algunos segmentos de galletas.
El caso de Biscuits Galicia es ciertamente singular. De hecho, los primeros sorprendidos de su aparición en el canal de gran consumo han sido los propios responsables comerciales de las grandes multinacionales galleteras (su competencia), los cuales han ido viendo cómo una pequeña fábrica de galletas de capital 100% nacional ha sido capaz de ocupar una parte cada vez mayor de los competidos lineales de los supermercados.
Sin embargo, la empresa parece estar sabiendo aprovechar las fortalezas que le otorga ser más pequeña, ágil y flexible, posicionándose allí donde los grandes no pueden competir:
- Vender cercanía, proximidad y origen (precisamente ese carácter local y en cierto modo más "artesano" es lo que le diferencia de las grandes multinacionales). De hecho, en todos los envases y comunicaciones de la empresa es habitual encontrar referencias a la tradicional iconografía de Galicia (peregrinos, hórreos, campanarios, el campo gallego, las "meigas", la catedral, los peliqueiros del Entroido, cruceiros... Hasta el propio logo representa a una concha de vieira encerrada en una galleta). El origen gallego aporta sin duda valor al producto en este caso y la empresa trata así de mostrarlo a nivel comercial.
- Ofrecer un producto más artesano y "natural" que los competidores: Biscuits Galicia ha sido de las primeras marcas de galletas en eliminar las grasas hidrogenadas y el aceite de palma de sus recetas, así como emplear materias primas de origen 100% vegetal (sin grasas animales). El empleo de ingredientes procedentes de Galicia (además de seguir recetas basadas en la tradición repostera gallega) es un valor añadido y un factor clave en el producto final.
- Tener más variedad y versatilidad productiva que los grandes: Biscuits Galicia no cuenta con enormes procesos productivos totalmente automatizados y estandarizados que buscan fabricar grandes lotes de galletas con los que optimizar las "economías de escala" a toda costa. La fábrica tiene procesos donde se conjugan técnicas artesanales de elaboración con la automatización de algunas fases (empleando tecnología punta e innovaciones desarrolladas a medida), ofreciendo tiradas más pequeñas pero más variadas y "cuidadas", en cierto modo "más artesanas" (menos estandarizadas e industrializadas que las galletas de las grandes multinacionales).
- Biscuits Galicia sacrifica en cierto modo margen o rentabilidad (haciendo tiradas más pequeñas y artesanas) a cambio de tener una mayor competitividad (mediante la fabricación de lotes más pequeños pero mucho más variados, flexibles y atractivos -menos industriales-). La empresa además no almacena grandes cantidades de producto final como stock, sino que trabaja prácticamente bajo pedido de tal forma que puede garantizar la frescura de sus galletas. Y todo esto se nota en el producto final: en su composición, textura y sabor, en definitiva en su calidad (otra de las prioridades de la marca). Como consecuencia de esta versatilidad productiva, Biscuits Galicia puede ofrecer una gran variedad de productos (fabrica más de 40 especialidades de galletas diferentes) y formatos (bolsas, latas, estuches, cajas, formato impulso, etc.) con el objetivo de llegar a todos los públicos y ocasiones de consumo, ser así más competitiva y diversificar su cartera de productos y vías de crecimiento.
- Innovación, creatividad y rapidez: ser capaz de lanzar al mercado nuevos productos todos los años, ser rápido a la hora de desarrollar nuevas variedades y formatos adaptándose a los requerimientos del mercado, ofrecer nuevas especializadas con formatos atractivos e innovadores, cuidar la imagen y el "packaging"... Son características de la política de producto e innovación que sigue la empresa. Un claro ejemplo de esto son las tradicionales "tiradas cortas" y personalizadas que Biscuits Galicia realiza todos los años en determinadas temporadas: la comercialización de las "Biscuits Galicia Halloween" cada otoño, vestir al "Surtido de Pastas" -su producto estrella- de Navidad (en diciembre) o de Carnaval (en febrero), comercializar latas y galletas especiales en Navidad o San Valentín, etc. Son estrategias competitivas que los grandes (mucho más centrados en obtener rentabilidad produciendo enormes tiradas de producto muy estandarizado) no pueden realizar.
Biscuits Galicia viene colaborando en los últimos años con prestigiosas entidades (como las universidades gallegas, el CSIC -Centro Superior de Investigaciones Científicas-, el laboratorio Innaves o el Hospital POVISA, y bajo la tutela de la Comisión Europea) en proyectos europeos para la investigación científica.
El objetivo: desarrollar galletas con propiedades nutricionalmente avanzadas que permitan mejorar la calidad de vida de la ciudadanía: galletas anti-obesidad (que ayuden a reducir el colesterol), galletas anti-estrés (que contribuyan a reducir la presión arterial) o galletas que mejoren la absorción de nutrientes esenciales como el hierro y el calcio son algunos ejemplos.
En este caso, el hecho de ser una pyme no ha sido un handicap a la hora de plantear y participar en ambiciosos proyectos de investigación punteros a nivel internacional.
A mayores la empresa trabaja habitualmente con un laboratorio que realiza todo tipo de análisis, con el objetivo de garantizar tanto la calidad y una óptima salubridad, como la aportación nutricional de los productos Biscuits Galicia.
Una marca querida por los consumidores
Por otro lado, el apoyo (y la complicidad) de los consumidores hacia la marca ha sido fundamental en su evolución: el mercado demanda los productos Biscuits Galicia, motivo por el cual cada vez más cadenas deciden introducirlos en sus lineales.
A lo largo de los años se ha desarrollado cierta empatía entre los consumidores y la marca precisamente gracias a ese carácter cercano y local, al marketing atractivo y familiar con el que se presenta a sus productos, y a la gran importancia que la empresa otorga a escuchar y responder a las opiniones de sus clientes.
Y es que la orientación al cliente es otra de las prioridades de Biscuits Galicia.
Otro de los grandes logros de esta marca ha sido el de situarse en los últimos años como el líder en ventas del segmento de "Surtidos" en el mercado gallego (por delante incluso del tradicional líder de mercado: el "Surtido Cuétara", un hecho inédito a nivel comercial que seguramente no había ocurrido nunca en los últimos 40 años). El "Surtido Biscuits Galicia" es sin duda uno de los principales y más exitosos productos de la empresa.
LA MARCA "BISCUITS GALICIA"
Como ya se ha comentado, la diferenciación por origen (Galicia-España) es una de las claves a nivel de la estrategia de posicionamiento de la firma. Este hecho además ha permitido desarrollar una gran complicidad entre la empresa y sus consumidores, los cuales se han vuelto especialmente fieles hacia la marca.
Esto es debido a que una gran parte de ellos la han hecho en cierto modo propia, participando indirectamente del proyecto, pues Biscuits Galicia ofrece esa cercanía y proximidad que las grandes multinacionales galleteras (normalmente de capital extranjero y que fabrican sus productos de forma industrializada por plantas de todo el mundo) no pueden ofrecer.
De hecho, la popularidad de la marca no ha hecho más que crecer en los últimos años, no siendo así casualidad que por ejemplo en el último examen de Selectividad aparezca Biscuits Galicia como caso a analizar, que Pescanova o grandes empresas del sector del automóvil tengan estas galletas en las recepciones para ofrecer a sus visitas, que algunos programas de radio y televisión las utilicen, que Papá Noel llegue a repartirlas en Navidad, o que hasta en el despacho de Amancio Ortega (según comentan trabajadores de INDITEX) estén también presentes.
LA "RECETA TRADICIONAL"
El posicionamiento de Biscuits Galicia ha estado siempre dirigido a ofrecer un producto más artesano y natural que sus competidoras.
Es por ello que contar con un exclusivo método de elaboración semi-artesanal (que combina técnicas de elaboración tradicional con avances tecnológicos), emplear recetas de toda la vida para elaborar sus galletas y magdalenas (procedentes de la tradición pastelera de Galicia), ser riguroso con la selección de proveedores y materias primas, y ofrecer al consumidor determinadas garantías son claves en su oferta:
- En su fábrica sólo se permite el uso de margarina de origen 100% vegetal (procedente de plantas como la soja o el girasol y sin presencia de grasas animales, como es el caso de la manteca de cerdo que es muy empleada en el sector de la repostería industrial). Es por ello que la marca ha podido atraer también al segmento de consumidores vegetarianos.
- La empresa trabaja además sólo con proveedores que certifican que sus materias primas no proceden de transgénicos (organismos modificados genéticamente -OMG-): sólo admite ingredientes naturales en sus recetas.
- Y a mayores, Biscuits Galicia ha prohibido todas las materias primas que pudieran presentar el más mínimo contenido del "aceite de palma", garantizando de esta forma su ausencia en todos los productos.
LA APUESTA POR EL MARKETING
Biscuits Galicia siempre ha tenido claro que en un mercado tan competitivo y maduro como es el sector del dulce, el marketing es una herramienta fundamental para hacerse un hueco.
Es por ello que la empresa (mucho más pequeña que las grandes multinacionales, y por tanto con un presupuesto mucho más limitado a la hora de realizar acciones publicitarias) trata de generar marca a través de las diversas herramientas al alcance de una pyme alimentaria.
El amarillo es el color por excelencia de Biscuits Galicia, el cual se emplea (junto con el marrón de su logo) en todas las comunicaciones de la empresa y en los "packagings" de sus productos. La empresa trata de esta forma de competir con el rojo de Cuétara y Lu, el azul de Artiach y Fontaneda, y el verde de Gullón, sus principales rivales en el mercado.
LOS INICIOS DE BISCUITS GALICIA
El germen de Biscuits Galicia se encuentra en uno
de los proyectos realizados por estudiantes de la Escuela
de Negocios Caixanova, y en el cual
se analizaba el mercado galletero y la posibilidad de instalar una fábrica de galletas en Galicia.
Con un interesante proyecto, y captando a un socio capitalista (business angel) y estratégico a
través del Foro de Inversores celebrado en 2005 en el Club
Financiero de Vigo (actual Círculo de Empresarios de Galicia), la empresa inicia su actividad ese mismo año en un pequeño bajo detrás del parque de Castrelos. El hecho de captar a un socio que aportase capital permitió financiar la compra de maquinaria e instalaciones.
Para su puesta en marcha fue necesario
traer maquinaria de la mismísima Italia, la cuna de la alta pastelería, así
como contratar a ingenieros y expertos en procesos que articulasen todas las fases.
De hecho, el inicio de la actividad estuvo precedido de un año entero de profundas investigaciones a nivel técnico y comercial, realizándose entre otras actividades un exhaustivo estudio de mercado por las principales ciudades de Galicia; se realizaron también visitas a varias fábricas de galletas, obradores de pastas e incluso algún convento de monjas; se analizaron todas las fases del proceso de elaboración con ingenierías especializadas en procesos alimentarios, realizándose contactos con proveedores de maquinaria a nivel nacional e internacional; e incluso se decidió contratar por unos días a expertos galleteros y pasteleros (algunos muy reconocidos dentro del sector y que por ello cotizaban sus horas "a precio de oro") para arrancar las primeras producciones y ajustar las recetas, como fue el caso por ejemplo de uno de los maestros panificadores que había trabajado para Bimbo.
De hecho, el inicio de la actividad estuvo precedido de un año entero de profundas investigaciones a nivel técnico y comercial, realizándose entre otras actividades un exhaustivo estudio de mercado por las principales ciudades de Galicia; se realizaron también visitas a varias fábricas de galletas, obradores de pastas e incluso algún convento de monjas; se analizaron todas las fases del proceso de elaboración con ingenierías especializadas en procesos alimentarios, realizándose contactos con proveedores de maquinaria a nivel nacional e internacional; e incluso se decidió contratar por unos días a expertos galleteros y pasteleros (algunos muy reconocidos dentro del sector y que por ello cotizaban sus horas "a precio de oro") para arrancar las primeras producciones y ajustar las recetas, como fue el caso por ejemplo de uno de los maestros panificadores que había trabajado para Bimbo.
Las recetas iniciales (basadas en la repostería tradicional gallega) fueron
fruto fundamentalmente de la colaboración con un convento de monjas que había sido visitado
meses antes por los promotores. Y la primera maestra galletera con que contó la
empresa fue contratada de una de las escuelas de hostelería de la ciudad.
Es de esta forma como Biscuits Galicia echa a
andar, centrándose inicialmente en abastecer al canal de hostelería, y
distribuyendo de forma directa con una furgoneta de reparto a nivel local.
Posteriormente se comenzaría a trabajar con distribuidores y
mayoristas de alimentación de toda Galicia, y meses después se daría el salto a
provincias de toda España, pues cada vez más eran las cafeterías que veían en estas pastas gallegas el complemento perfecto para servir con los cafés.
La clave: el formato y la calidad del producto. Las pastas de Biscuits Galicia gustaban, realmente conseguían aportar valor al café y fidelizar a los clientes de los hosteleros. Hasta el momento la oferta mayoritaria de galletas de cortesía que existía en el mercado español procedía de la importación, presentaba unos formatos muy limitados (poco atractivos y con escasa variedad), y estaban elaboradas con fuertes aromatizantes, saborizantes (básicamente con sabor a canela o caramelo) e ingredientes ciertamente controvertidos (como es el caso del aceite de colza o empleando grasas hidrogenadas y grasas animales).
Biscuits Galicia introdujo el nuevo concepto de "pasta artesana elaborada en Galicia" para tomar con el café: más sabrosa y variada, adaptada a los gustos del consumidor local -con chocolate, con mantequilla, con pepitas...-, con presentaciones más atractivas, innovadoras y comerciales (con forma de sonrisa de chocolate, flor de limón, concha de mantequilla, pasta con relleno...) y elaboradas con ingredientes mucho más naturales-, posicionamiento que fue muy bien entendido y acogido por los clientes.
Además sus exclusivas recetas basadas en la tradición repostera gallega (con el toque del convento de monjas) fueron capaces de cautivar el paladar de miles de consumidores muy rápidamente. Es decir, el sabor fue sin duda otra de las claves de la aceptación del producto.
Biscuits Galicia introdujo el nuevo concepto de "pasta artesana elaborada en Galicia" para tomar con el café: más sabrosa y variada, adaptada a los gustos del consumidor local -con chocolate, con mantequilla, con pepitas...-, con presentaciones más atractivas, innovadoras y comerciales (con forma de sonrisa de chocolate, flor de limón, concha de mantequilla, pasta con relleno...) y elaboradas con ingredientes mucho más naturales-, posicionamiento que fue muy bien entendido y acogido por los clientes.
Además sus exclusivas recetas basadas en la tradición repostera gallega (con el toque del convento de monjas) fueron capaces de cautivar el paladar de miles de consumidores muy rápidamente. Es decir, el sabor fue sin duda otra de las claves de la aceptación del producto.
A través de su presencia en el canal de hostelería (mediante la
galleta que te ponen con el café) es como la empresa generó demanda entre
los consumidores para el canal de alimentación: la gente probaba las galletas
en las cafeterías, les gustaba y a raíz de ello preguntaban en su supermercado
si era posible adquirirlas.
En cierto modo la presencia en hostelería sirvió de "sembrado" o "muestreo" espontáneo para la empresa. Y es de esta forma como a raíz del interés suscitado y la generación de demanda, la
primera cadena de distribución que apostó por la marca para el canal de gran
consumo (Alcampo) llamó a la puerta de la fábrica.
Tras Alcampo, y ante la demanda generada, el resto de
cadenas incorporarían gradualmente los productos Biscuits Galicia en
sus lineales como "especialidad regional", consiguiendo unos buenos resultados en cuanto a la rotación y comercialización de los
productos.
El hecho de que el gran público las conociera previamente de haberlas probado en las cafeterías, facilitó su exitosa salida comercial en los supermercados.
A mayores la empresa llevó a cabo una serie de acciones de degustación con promotoras comerciales en gran parte de los puntos de venta y centros comerciales. El objetivo: hacer que los potenciales compradores probasen las galletas Biscuits Galicia y de aproximar la fábrica a los consumidores.
A nivel de fabricación, varios procesos como el montaje de estuches de galletas se hacían inicialmente de forma manual, lo que limitaba la capacidad productiva y encarecía enormemente la
producción.
Es por ello que con el paso de los meses se decide en invertir en nueva maquinaria para automatizar el proceso, lo cual requirió de una ampliación de capital. Se sentaban así las bases para el crecimiento de la empresa.
De esta forma el bajo se queda pequeño, y en el año 2011 la
empresa se traslada a la actual nave industrial de O Porriño, en la comarca de Vigo. El negocio sigue
creciendo al tiempo que se automatizan procesos y se adquiere nueva
maquinaria y moldes para la fabricación de nuevas especialidades.
Muchos de los moldes de galletas utilizados por Biscuits Galicia son desarrollados y hechos a medida ex profeso para la empresa (como es por ejemplo el caso de la "Sonrisa Choc", una de sus galletas más exitosas).
Muchos de los moldes de galletas utilizados por Biscuits Galicia son desarrollados y hechos a medida ex profeso para la empresa (como es por ejemplo el caso de la "Sonrisa Choc", una de sus galletas más exitosas).
Biscuits Galicia sigue una estrategia de crecimiento basada en la
diversificación de mercados (a nivel geográfico, consiguiendo nuevos
distribuidores y cadenas por nuevas provincias) y de productos (mediante el
lanzamiento de nuevos formatos, variedades y familias, como es el caso de las
nuevas magdalenas, las mini-magdalenas, las galletas saladas, etc.).
Durante esta época se envía la primera expedición a Canarias
(mediante contenedor por barco) y llegan los primeros pedidos de Reino Unido y
Francia.
En 2013 se hace necesario anexionar una nave
colindante, y nuevas líneas de producción son adquiridas: una línea de
fabricación de magdalenas, una línea de embolsado (para fabricar el formato
"bolsa"), una nueva línea de estuchado, una nueva máquina de retractilado, etc.
En la actualidad la empresa continúa dando pasos para seguir creciendo mediante la ejecución de su estrategia de diversificación total.
LOS NUEVOS CANALES DE VENTA: COFFEE-STORE Y TIENDA ON-LINE
A partir del año 2014, la empresa decidió ampliar su estrategia de crecimiento apostando también por la diversificación a través de nuevas vías de ingresos. Para ello se llevó a cabo la apertura de dos nuevos canales de venta: la tienda propia y la tienda on-line.
La Galletería Biscuits Galicia
De esta forma se puso en marcha en el centro de Vigo (en la misma Puerta del Sol) el primer punto de venta propio: bajo la denominación "La Galletería Biscuits Galicia" y con un formato de coffee-store, se trató de emular el tradicional concepto de "Starbucks" pero esta vez especializado en galletas Biscuits Galicia.
El principal atractivo de este establecimiento (que ofrece servicios de café & tienda) es la gran vitrina central donde se exponen todas todas las variedades de galletas y mini-magdalenas que el cliente puede degustar recién horneadas (pues el local cuenta con un horno) junto con un café, chocolate o batido.
A mayores el establecimiento presenta una zona de tienda donde es posible adquirir todos los productos elaborados por la empresa, incluidas las novedades que Biscuits Galicia lanzará al mercado, así como referencias exclusivas que no es posible encontrar en ningún otro establecimiento comercial.
El hecho de disponer de un punto de venta propio a través del cual establecer un contacto directo con sus clientes (para así conocer mejor sus gustos y preferencias) y donde poder testar el lanzamiento de nuevas variedades y productos, ofrece grandes ventajas estratégicas para la empresa.
La Galletería es en definitiva un nexo de unión entre la fábrica y sus consumidores, que le permite a ésta por primera vez llegar hasta el cliente final de una forma directa.
La tienda on-line
Los gustos de los consumidores siguen cambiando y evolucionando, así como sus hábitos de compra. Y las ventas a través de internet siguen creciendo en los últimos años a un ritmo muy fuerte.
De hecho, la tienda on-line de Biscuits Galicia se dirige a tres clases de público:
- el consumidor particular que adquiere el producto para su hogar o como regalo;
- el hostelero, que adquiere el producto para su establecimiento;
- y las empresas, que emplean galletas y magdalenas para sus desayunos, cafés, coffe-breaks, eventos, en sus recepciones de clientes, etc.
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