miércoles, 7 de octubre de 2020

ENTORNO: LA CRISIS DEL "CORONAVIRUS" DEJA EN EVIDENCIA LOS PROBLEMAS DEL MODELO AUTONÓMICO DE ESPAÑA

LA DESCOORDINACIÓN DEL SISTEMA AUTONÓMICO: UNO DE LOS PRINCIPALES MOTIVOS POR LOS QUE LA PANDEMIA ESTÁ AZOTANDO CON FUERZA A ESPAÑA

Cuando se analizan de forma rigurosa y profesional las causas de que España sea uno de los países del mundo más afectados por el "coronavirus" (registrando las peores tasas de contagio y mortalidad), una de las principales sin lugar a dudas es la descoordinación y descontrol derivadas de la inexistencia de criterios únicos, homogéneos y claros para todas las regiones.

Dicho de otra forma, el modelo de las autonomías en el que cada región "va por libre", cada una con sus propios criterios y restricciones (que en la mayoría de los casos además no siguen motivaciones técnicas o sanitarias, sino más bien políticas) está siendo propicio para la expansión del virus.

Todos los gobiernos del mundo saben que en momentos de crisis es cuando se hace más necesaria que nunca la actuación en equipo de "todos a una", el funcionamiento coordinado y homogéneo como un único país capaz de establezca medidas igualitarias y comunes para todas las regiones, en este caso concreto para contener el virus. 

Y así se están haciendo eco los principales medios de comunicación del mundo, los cuales sacan los colores a España y muestran en portada el fracaso del modelo descentralizado de Sanidad ante unos números que son incontestables y que sonrojarían a cualquier gobierno.


LA UNIDAD DE MERCADO EN ESPAÑA: UNA RECLAMACIÓN HISTÓRICA DE LOS EMPRESARIOS

Hace muchos años que los empresarios en España vienen reclamando la llamada "unidad de mercado" (es decir, unos criterios homogéneos y legislaciones comunes en todo el país) para evitar que cada vez que se intente desarrollar una actividad comercial en una nueva comunidad (que recordemos es lo que genera empleos, progreso y bienestar para toda la población), esto resulte una misión muy compleja, y en muchos casos casi imposible, con marañas de nuevos papeleos, impuestos y tasas, legislaciones diferentes, nuevas restricciones, complicaciones extras, etc. 

No tiene ningún sentido que sea más sencillo invertir y emprender en otros países como Francia o Portugal, que hacerlo en Galicia, Cataluña o Andalucía por ejemplo (y dejando a un lado el tema lingüístico, cada vez más complejo y enrevesado al estar asistiendo a un proceso de "babelización" de España donde lenguas regionales e incluso dialectos se están convirtiendo en requisitos exigidos por las administraciones regionales para todo; un absurdo que no ocurre en ningún otro país civilizado del mundo, y que la única justificación es el negocio, subvenciones y enchufismo que los políticos y determinados funcionarios consiguen gracias a la "promoción de las lenguas")

Un sistema administrativo de 17 autonomías con 17 legislaciones diferentes y protocolos resulta a nivel económico y empresarial una verdadera aberración en pleno siglo XXI de la apertura al mundo y la globalidad, donde la competencia de otros países (en los cuales resulta mucho más sencillo emprender) hace que cada año España pierda inversiones multimillonarias y se dejen de crear miles de puestos de trabajo. 

De hecho, uno de los grandes motivos de la existencia de una tasa de paro tan elevada en nuestro país es sin duda el sistema autonómico, el cual es todo lo contrario a lo que debería ser de cara al ciudadano y empresas: caro, pesado, lento, burocrático, con duplicidades, enchufados a dedo, sobrecostes, etc. y sobre todo un modelo administrativo que penaliza la inversión y la creación de empleos. 

En lugar de facilitar y "poner una alfombra roja" a aquellos ciudadanos que desean emprender (como inteligentemente hacen en otros países de nuestro entorno) en España se penaliza el emprendimiento y el desarrollo. Y así son los resultados.


LA EVIDENCIA DEL FRACASO EN EL SISTEMA SANITARIO DESCENTRALIZADO

A nivel sanitario, el sistema "descentralizado" por el cual cada autonomía gestiona su propio servicio de salud ha provocado también gran cantidad de quejas (tanto de los propios médicos como de los usuarios) al generar situaciones de desigualdad e injusticia: el sistema sanitario de cada comunidad autónoma trata a los pacientes de otras regiones españolas como si fueran "extranjeros en su propio país" (técnicamente se les llaman "desplazados"), llegando a denegar en ocasiones la asistencia médica por una supuesta "falta de competencias".

De hecho a día de hoy todavía existen regiones cuyos hospitales públicos no tienen acceso a los historiales médicos de los pacientes de otras regiones. Es decir, no hay un modelo único ni un sistema común que comparta la información sanitaria para toda España, lo que sería más lógico y razonable, hecho que supone un verdadero absurdo y aberración en un país moderno pleno siglo XXI.

El sistema nacional de salud se ha pervertido de tal manera con el modelo autonómico que las comunidades, interesadas individualmente en contener sus respectivos gastos sanitarios, tratan de evitar a ciudadanos de otras regiones a toda costa dificultándoles el acceso a sus servicios sanitarios.

Este sistema absurdo y mucho más caro además que uno "centralizado" (que sería capaz de optimizar las compras y los recursos, así como evitar las desigualdades e ineficiencias actuales) al final en lo que repercute es en la prestación de un peor servicio al ciudadano y la generación de discriminaciones entre regiones. Y que sea el criterio económico de cada comunidad y no el de servicio al ciudadano (sea cual sea su origen) el que prime. 

(Una vez más obviamos de este análisis a mayores el hecho de que los rótulos de los hospitales y comunicaciones sanitarias de algunas autonomías como Galicia, Cataluña o la Comunidad Valenciana estén únicamente en la lengua regional de esa comunidad, discriminando a los ciudadanos de otras comunidades y a los castellanoparlantes de la misma región). 


LA PERVERSIÓN DEL SISTEMA AUTONÓMICO FACILITA LA EXPANSIÓN DEL CORONAVIRUS POR TODA ESPAÑA

Por los motivos señalados anteriormente (falta de criterios y normas comunes de actuación para todas las regiones de España, falta de coordinación entre ellas, falta de una legislación común, falta de acuerdos y colaboración leal entre las comunidades autónomas y el Estado, existencia de una maraña administrativa competencial que permite a las administraciones públicas "echar balones fuera" culpando unas al gobierno central y otras a las comunidades autónomas de la mala situación epidemiológica...) nuestro país es uno de los del mundo con peores datos relativos a la pandemia.

El sistema de autonomías ha generado reticencias y desigualdades aún mayores entre regiones, especialmente donde existen gobiernos nacionalistas cuyo modus operandi consiste en chantajear al Estado (y a todos los ciudadanos) para obtener más beneficios, pagar menos impuestos y coger más competencias (más poder), generando agravios comparativos injustificables. 

Es por ello que a día de hoy en España existen regiones de primera y de segunda división, ciudadanos con un nivel de servicios públicos mucho mayor que otros, que pagan más impuestos y que pagan menos... Un modelo de autonomías completamente desigual e injusto.

Quizás es posible que haya tenido que llegar una pandemia para dejar mucho más en evidencia a un modelo administrativo que no funciona, y que sería mucho más barato, eficiente, efectivo, igualitario y justo de forma centralizada sin lugar a dudas.

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