lunes, 10 de diciembre de 2018

ENTORNO: El conflicto de las lenguas regionales en España: el caso de Galicia, la Xunta y la imposición del gallego


LA IMPOSICIÓN LINGÜÍSTICA: CUANDO LAS ADMINISTRACIONES AUTONÓMICAS Y LOCALES INCUMPLEN LA LEY

El artículo 3 de la Constitución Española afirma que todos los ciudadanos españoles tienen derecho a usar la lengua española en todo el país. Esto incluye por supuesto las comunicaciones con las diferentes administraciones públicas, y engloba también a las comunidades donde existe además una lengua regional.


Estas administraciones tienen la obligación de ofrecer sus comunicaciones al ciudadano en las 2 lenguas cooficiales en cada comunidad: en la lengua nacional (el español) y en la lengua regional (gallego, catalán, euskera...).

A mayores el Estado tiene la obligación de asegurar el cumplimiento de la ley (especialmente de la Constitución), de proteger el patrimonio cultural de todos (entre ellos el idioma castellano) y de garantizar la igualdad de todos los ciudadanos en todas las regiones de España, hecho que no se cumple desde el momento en que las comunidades autónomas excluyen y relegan al castellano de sus servicios públicos y comunicaciones, dificultando la movilidad geográfica y el entendimiento entre españoles de diferentes regiones, y generando conflicto en la sociedad.

El bilingüismo en aquellas comunidades donde existen dos lenguas cooficiales es la garantía de convivencia pacífica, respeto, tolerancia, igualdad y libertad.


La realidad es que en los últimos años las administraciones autonómicas y locales se pasan por el forro la ley de más alto rango que las rige (la Constitución) y que a nivel jurídico debe prevalecer sobre el resto de regulaciones en caso de conflicto.

De esta forma imponen a los ciudadanos el uso de una única lengua en los diferentes servicios públicos que prestan: educación, sanidad, gestiones administrativas, justicia... Utilizan la lengua regional para segmentar ideológicamente y excluir ciudadanos (sonados son los casos de médicos a los que se les pone como condición para acceder al sistema público de salud el conocimiento de una determinada lengua regional, o la imposición lingüística en la escuela pública), lo cual lejos de ser beneficioso genera una sociedad mediocre y en ocasiones con tintes racistas.

El caso extremo de Cataluña


El caso más extremo de esta situación es Cataluña, donde tanto la Generalitat como los diferentes ayuntamientos llevan años eliminando el español de todas sus comunicaciones y rotulaciones, imponiendo como lengua exclusiva el catalán (por cierto sin que el Estado intervenga para hacer cumplir la ley y garantizar la igualdad y libertad de todos los españoles).

De esta forma, los partidos de ideología nacionalista que gobiernan las administraciones públicas de Cataluña marginan y excluyen a la mayoría de la población catalana cuya lengua mayoritaria sigue siendo el castellano.


El sistema educativo público catalán basado además en la nefasta y absurda "inmersión lingüística" en catalán (totalmente anacrónico en pleno siglo XXI de la globalización y el cosmopolitismo) se ha convertido en un vehículo de enseñanza de la ignorancia, propaganda y adoctrinamiento de niños, los cuales únicamente aprenden a expresarse en catalán, un idioma que no deja de ser una lengua regional y que, a pesar de que resulte del todo lícito y defendible cuidarlo, poco valor añadido y pocas competencias prácticas otorgará a los alumnos catalanes a la hora de ser más competitivos y empleabilizarse en su futuro mundo laboral.

Desde los países de nuestro entorno se observa con absoluta perplejidad el absurdo modelo de educación español (especialmente en las comunidades con otra lengua cooficial) donde se prioriza la enseñanza de un idioma regional -y se impone su aprendizaje incluso por encima del español, inglés o francés- y antes que otras capacidades, habilidades y materias mucho más útiles para el desarrollo personal y profesional de los alumnos.


De hecho, el destino de muchos niños catalanes irremediablemente será trabajar fuera de Cataluña, y hay gran cantidad de casos de universitarios catalanes que al salir de su comunidad parten con desventaja y necesitan reforzar su castellano para poder progresar, ya que en la escuela primaria no lo han practicado. Un caso excepcional y único en el mundo civilizado occidental que se sigue permitiendo con nefastas consecuencias, siendo la principal la ignorancia. Eso sí, son niños dóciles, educados en la desafección a España y el español, y son fácilmente manipulables desde el punto de vista político una vez crezcan.


Y lo que es más grave: el sistema educativo catalán está politizado, y además de crear a alumnos ignorantes también enseña a las nuevas generaciones a ser "víctimas" de la sociedad: chicos que piensan que el resto del mundo les oprime y maltrata, que la culpa es siempre de los demás, que el origen de todos sus males es España, y que el fin justifica los medios. Estudiantes que piensan que todo son derechos (el famoso "derecho a decidir") pero que no hay ningún deber en la misma medida. Que por ser catalanes son mejores que el resto de ciudadanos, lo cual les confiere el derecho a pagar menos impuestos que los demás.


En definitiva, el sistema educativo catalán está programando un perfil lamentable de jóvenes que hablan muy bien catalán, pero que son ignorantes y carentes de otras habilidades y de cualquier tipo de valores como la humildad, la objetividad, el cumplimiento del deber, la tolerancia, el respeto, la apertura de miras o el espíritu crítico, perfil que ninguna empresa querría contratar.


LA ABSURDA OBSESIÓN DE ELIMINAR EL CASTELLANO

1) Resulta curioso como mientras en el resto del mundo el idioma español avanza con fuerza y es un muy valorado, querido y muy utilizado, dentro de España muchas veces ocurre lo contrario: no se respeta ni valora, especialmente en las comunidades con otra lengua cooficial. Y esto ocurre tanto en el caso del idioma como con la propia cultura española. La propia Constitución obliga a las administraciones públicas a proteger el patrimonio cultural de todos (entre ellos el idioma español) y a comunicarse con los ciudadanos en este idioma.


2) Llama especialmente la atención como teniendo en toda España una lengua común que facilita la comunicación entre todos los ciudadanos de las diferentes comunidades, estas administraciones regionales sean las que dificulten el entendimiento entre españoles, eliminen la lengua de todos y cooficial de sus espacios públicos y comunicaciones, y hagan así más difícil la movilidad de una comunidad a otra, haciéndote sentir como extranjero en tu propia casa.

3) En otros países con lenguas regionales todas las señalizaciones y comunicaciones públicas son bilingües o incluso trilingües. En las regiones españolas con lengua propia en los últimos años las propias administraciones han optado por eliminar y excluir el principal idioma de sus ciudadanos: el castellano, lo cual ES ILEGAL Y PERFECTAMENTE DENUNCIABLE (aquí lo dejo por si alguien se anima). 

4) Los extranjeros que vienen a España a estudiar mayoritariamente lo hacen para aprender español (resulta inaudito y ciertamente torpe y cateto que teniendo un idioma tan atractivo para el resto del mundo -un punto fuerte de nuestro país como destino prioritario- se desaproveche, se minusvalore y se suprima. Flaco favor les hacemos a ellos y a nosotros mismos cuando permitimos que nuestras administraciones públicas eliminen el español de sus rotulaciones y comunicaciones.


5) Relacionado con el punto anterior, resulta especialmente curioso ese afán por eliminar topónimos consolidados internacionalmente en español (con un valor incalculable) y que se han convertido en auténticas marcas mundiales como "Ibiza" o "La Toja"; este patrimonio es despreciado por las propias administraciones públicas de España obligando a la ciudadanía (contra su voluntad) a llamarles "Eivissa" y "A Toxa". Y lo mejor es que todo esto se ha impuesto teniendo a la gran mayoría de la población en contra: famoso es el caso del topónimo "La Coruña" que fue sustituido por su similar en gallego "A Coruña" en contra de la gran mayoría de coruñeses. No tienen más que preguntarle a algún vecino de allí.


6) El español ha sido siempre la lengua mayoritaria en todas las regiones de España, y es una de las lenguas más importantes, ricas, valiosas y útiles del mundo, un verdadero valor añadido a nivel social y cultural. Despreciarlo y arrinconarlo como hacen en la actualidad las administraciones públicas de algunas comunidades (Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana y Baleares últimamente), supone una demostración de la ignorancia, torpeza, falta de sensibilidad y sentido común, y escasa preparación intelectual de sus respectivos gobernantes.


7) A mayores supone también la demostración de que muchos presidentes de comunidades autónomas se creen auténticos reyezuelos taifas, que piensan que pueden imponer a los ciudadanos sus gustos y preferencias a placer, obligándonos a comunicar con la administración en un idioma que no es nuestra lengua materna, ni la habitual en nuestro día a día, complicándonos así aún más nuestra vida diaria.


8) La lengua es además empleada por estos políticos irresponsables como herramienta de manipulación social: el "manual del político sin escrúpulos" recomienda jugar con los sentimientos de la población para así poder manipularla al antojo, siendo ésta la única forma de imponer la emoción a la razón en las cabezas de los votantes, y siendo así capaz de conseguir que "el fin justifique a los medios". Esto es especialmente útil entre la población con un menor espíritu crítico y formación, la cual entra al trapo y se apunta gustosamente a defender la cultura y el idioma propios, como si esto fuera incompatible a disfrutar de otro idioma como es el castellano.

9) Y todo este conflicto de las lenguas regionales tiene un origen en común: confundir interesadamente a la ciudadanía y considerar que una lengua regional tiene la misma consideración y rango que una lengua nacional, lo cual no ocurre en ningún país avanzado del mundo. Las lenguas regionales por supuesto tienen y deben tener su cabida (y de hecho así pasa en otros países del mundo). Pero lo que es absurdo, anacrónico, y no ocurre en ningún país civilizado del mundo más que en España, es que una lengua regional (y por tanto minoritaria) artificialmente se imponga -por obligación política- y prevalezca por encima de la lengua nacional, mayoritaria, vehicular y materna de la ciudadanía. No sólo es una situación sin sentido, sino que resulta contraproducente.


EL CASO DE GALICIA: EL SECTOR PÚBLICO ES MONOLINGÜE E IMPONE EL GALLEGO INCUMPLIENDO LA LEY, MIENTRAS QUE LA POBLACIÓN Y EL SECTOR PRIVADO ABRAZAN EL ESPAÑOL. 



1. Los mediocres representantes públicos de Galicia que imponen el monolingüismo en gallego

Hace unos días tuve la ocasión de asistir a un congreso de “Mujeres Empresarias” en Vigo organizado por una asociación de Galicia. El acto fue muy interesante, con ponentes impresionantes, empresarias y directivas de éxito, con casos muy motivadores. De hecho la sala estaba bastante llena y parece ser que tuvo bastante repercusión, pues había asistentes llegados de toda España (Asturias, Madrid, Navarra, Cataluña…) y parte del extranjero (Francia y Reino Unido), y así se anunció durante la celebración del evento.


Pero curiosamente el único momento el que el congreso se vio deslucido fue durante la intervención de los representantes públicos. En un acto repleto de gente de toda España (y parte del extranjero), y donde las ponentes e invitadas se dirigían al público –como es normal- en castellano, no tenía ningún sentido que los representantes públicos de la Xunta de Galicia, la Diputación de Pontevedra y la Zona Franca de Vigo dieran sus discursos en gallego.

La mujer que por ejemplo yo tenía al lado era de Extremadura, y me decía que era una pena que en este caso hablasen en gallego pues se estaba enterando más bien de poco y le interesaba mucho la temática. Y que además deberían avisar previamente el idioma en el que se va a celebrar el evento para que así los asistentes puedan decidir si les interesa o no acudir.

Y en la situación de esta mujer extremeña estaba una gran parte del aforo: gente que tuvo el interés y la deferencia de desplazarse desde todos los rincones de España hasta Vigo para que luego nuestros representantes públicos tengan la desconsideración de recibirles en otro idioma, enrareciendo el ambiente y faltando a la normalidad existente en la sociedad civil española, un absurdo.

A mayores el discurso en gallego de estos tres políticos (que viven en su particular realidad paralela a diferencia de la gran mayoría del pueblo llano) fue con una "boina" de tal magnitud, con unos aires "pseudo-nacionalistas" y del todo "catetistas" e impropios de la mayoría de gallegos (mucho más cosmopolitas y abiertos que sus políticos), que la gota de sudor de la vergüenza empezó a recorrer una de mis mejillas, hasta el punto en que estuve a punto de levantarme e irme (la próxima ocasión, si la hay, por supuesto que me salgo de sala pero eso sí, invitando al resto del público a hacer lo mismo).

Gran parte del aforo del evento que tuvo la delicadeza de recorrer cientos de kilómetros para asistir a un acto de mujeres empresarias, resulta que ve con estupor como tiene que tragarse tres discursos políticos infumables en gallego (en total casi 2 horas) y escuchar -al más puro estilo nacionalista catalán- como Galicia es el “ombligo del mundo“, como lo gallego es lo mejor, hablando de nuestra comunidad como si fuera lo que no es, una entidad que va por libre, y cómo Rosalía de Castro es la mejor escritora del mundo y nos dejó un gran legado galleguista-feminista... En fin una sarta de chorradas y provincianismo más propio del Torra de turno que de unos políticos responsables y constitucionalistas y que conocen bien dónde está Galicia.


En resumen: discursos anacrónicos, catetos, lamentables, y que no se identifican para nada con la población gallega del siglo XXI, mucho más viajada, cosmopolita y abierta de mente; mucho más normal, y que afortunadamente cuenta con valores como la humildad, la apertura de miras y el sentido común: no necesitamos que nuestros políticos mediocres nos digan que ser gallego es ser lo mejor del mundo y que por tanto votándoles a ellos "defenderemos a Galicia", pues los ciudadanos gallegos no somos tan tontos ni manipulables, ni tenemos ningún anhelo nacionalista: somos igual que el resto de españoles, ni mejores ni peores, y por eso queremos el mismo trato que las demás comunidades autónomas (ni mejor ni peor).

¿Que defender la lengua y la cultura propias de la región está muy bien? Sin duda. Pero ello no es incompatible con defender y usar la lengua y cultura española que también nos pertenece, nos une y nos identifica a todos, ni es necesario "galleguizar" hasta el letrero del retrete para ser un buen gallego. A los gallegos nos gusta usar el castellano (como mínimo tanto como el gallego) y es parte de nuestra cultura. A ver si se enteran de una vez.


Por el contrario hubiéramos esperado de estos tres políticos "de primer nivel" un discurso más propio del siglo XXI, más cosmopolita, con apertura de miras, más responsable y conciliador -dada la situación actual del conflicto catalán- y con referencias a Rosalía de Castro pero también a Cervantes.

Y de paso que nos hablasen también de cómo van a hacer para reducir la tasa de paro de Galicia y su contribución a toda España, cómo subirán el nivel de renta per cápita y el nivel de vida de los gallegos, cómo van a atraer a empresas e industrias a la comunidad, cuál es el sitio que tienen pensado para Galicia dentro de España y Europa, o cómo van a acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, los temas realmente importantes y trascendentes y no las chorradas galleguistas de turno, más propias de partidos nacionalistas que del Partido Popular y del PSOE de Galicia.

Un discurso que mostrase cómo es la Galicia y los gallegos dentro de España (lo cual fue obviado por completo) y dentro del mundo, y cómo van a hacer para que nuestra región sea más competitiva y se viva mejor en ella (especialmente para las mujeres), en lugar de centrarse en el discurso estúpido de los beneficios de la "galleguización" de la sociedad y lo buenos que somos.


Los gallegos suelen ser conocidos por su hospitalidad, su mentalidad abierta, por su trabajo, y por sus enormes vínculos y afecto con el resto de España, y cada vez más con Europa. Pero los discursos de este "trío calavera" iban en dirección contraria a todo esto, haciéndolos además en gallego para un aforo repleto de gente que no habla en ese idioma, lo cual es simplemente una idiotez, y no revela más que la falta de preparación de estos dirigentes.

Ni Carmela Silva (presidenta de la Diputación de Pontevedra), ni David Regades (delegado de la Zona Franca de Vigo), ni Susana López Abella (secretaria xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia) tuvieron la más mínima sensibilidad, normalidad y sentido común como para plantear sus discursos abiertos y en castellano, una falta de respeto y educación hacia los asistentes, los cuales somos sus votantes y les pagamos sus sueldos con nuestros impuestos.


2. La imposición del gallego por parte del gobierno de la Xunta de Núñez Feijóo

Desde hace varios años que la Xunta de Galicia es gobernada por el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo y para sorpresa de todos lo hace con un aire ciertamente nacionalista-galleguista, totalmente rancio y fuera de lugar (eso no es lo que la gran mayoría de gallegos queremos).


En Galicia el bilingüismo y la normal convivencia del castellano y el gallego han dado paso a la imposición en exclusiva de éste último por parte de sus administraciones públicas: la sanidad pública, la educación, la administración general... Todo ello se comunica en exclusiva para los galego-falantes y sorprendentemente se obvia y excluye el idioma materno y natural de la gran mayoría de la población gallega: el español.


La administración pública y los políticos (principalmente la Xunta de Galicia) van por su lado viviendo como en una nube, con una particular visión de la sociedad que nada tiene que ver con la realidad del día a día, y el sector privado (las empresas y la población) discurren por otro.

Es como si los gobernantes gallegos del PP vivieran (muy bien por cierto) en su particular burbuja falando galego, mostrando un fanatismo absurdo al tratar de eliminar cualquier resquicio del castellano en los servicios públicos, y creyéndose mandatarios de su particular reino o cotarro, diciéndonos e imponiéndonos a los ciudadanos hasta el idioma en que debemos hablar. Y olvidándose de que la Xunta de Galicia es la representación del Estado en la comunidad gallega.


Esta administración obvia por completo que está para servir al ciudadano y facilitarle la vida, y no al revés: no somos sus vasallos o sirvientes, y nos complican nuestra gestión diaria cuando nos obligan a traducir al gallego documentos y comunicaciones con la Xunta que naturalmente llevamos haciendo en castellano toda la vida; es decir, restan competitividad a las empresas y personas que vivimos en Galicia sin ningún motivo justificable.

No obstante si uno accede a San Caetano en Santiago de Compostela (donde se encuentra la sede central de Presidencia y las principales Consellerías de la Xunta) y cruza un par de palabras con cualquiera de sus responsables políticos, se da cuenta de que allí se vive en otra realidad diferente, con ese fanatismo absurdo de creerse "muy gallego", y de que el discurso nacionalista ha calado bien entre los políticos del PP.


3. ¿Por qué todas las instituciones gobernadas por partidos "constitucionalistas" quieren "galleguizar" la sociedad?

Los motivos de esta situación absurda son varios, si bien uno de los de más peso es el asqueroso juego político:

1) En Galicia el PP ocupa el voto de centro-derecha mayoritario y tradicional en la región, y al no haber más competencia de otros partidos (hasta ahora) por ese mismo espectro político, los del PP tratan de mostrar un ramalazo "galleguista-nacionalista" para así trata de captar también al voto más hacia el centro-izquierda tradicionalmente considerado como más "galleguista".

2) A mayores, debido al actual reparto de escaños en el sistema electoral español por el cual los votos en las ciudades y grandes capitales valen hasta 3 y 4 veces menos que en los pueblos y aldeas (un absurdo), el PP gallego sabe que las elecciones se juegan en el rural (donde hay más presencia de los gallego hablantes y existe una mentalidad menos aperturista y poco cosmopolita, donde se valora más preservar la tradición que progresar y mejorar). Es por ello que esta obsesión por "galleguizar" todo por parte del PP lo único que busca es conseguir el decisivo voto de las aldeas (los principios y valores no cuentan para nada).

3) La población menos formada (más inconsciente y manipulable) es la más fácil de "engatusar" a nivel político, y desgraciadamente representa un gran porcentaje de la sociedad gallega y española. Apelando a los sentimientos de esta parte de la población "adormecida" mentalmente, con escasa apertura de miras y que carece de espíritu crítico es posible de forma sencilla manipularla y hacerse con sus votos. Cataluña es el ejemplo más claro, donde un político puede hacer impunemente los actos más deleznables ante los ojos de la ciudadanía o subir los impuestos a niveles completamente confiscatorios y nada éticos simplemente sacando la "senyera" y diciendo que todo lo que hace es "por el bien de Cataluña". En Galicia ocurre algo parecido con el gobierno de Feijóo: no hay más que ver la última campaña publicitaria de la Xunta en la que invita a la población a hacerse autónomo y montar una empresa "polo ben de Galicia". A mí me parece un atrevimiento y un insulto a la inteligencia de los gallegos: digo yo que la gente se buscará un autoempleo por su propio bien, para llegar a final de mes y para sacar a su familia adelante en primer lugar... Lo único que manifiesta esta campaña es lo bien que viven los políticos y gobernantes gallegos, tan lejanos de la realidad que lo único que se les ocurre es apelar una vez más al sentimiento de Galicia para animar a la gente a que se ponga como autónomos. Y lo peor es que el  discurso político del PP gallego es siempre así. LAMENTABLE.

Y la realidad social es que la mayoría de gallegos somos gente "normal", que nos sentimos tan españoles como gallegos y que lo que más nos importa es llegar a fin de mes y sacar adelante a nuestras familias y empresas. Y ante estas opciones políticas lo que hacemos año a año es votar a lo que consideramos "menos malo", si bien últimamente lo malo está derivando en nefasto (imposición lingüística, catetismo, racismo, manipulación de la educación pública, desapego hacia nuestra propia cultura española, etc.). Quizás haya llegado el momento de que Galicia despierte y nuevas opciones políticas MÁS RAZONABLES Y MÁS PARECIDAS AL GALLEGO MEDIO entren en juego en la comunidad.

Por su parte el PSOE gallego trata de "galleguizar" todo (de hecho desde hace años ya no usan el castellano en actos públicos) pues creen que así se dirigen mejor al voto gallego de izquierdas, ya que piensan que el votante gallego de izquierdas es así de simple.

Y este es el resultado final: tanto las instituciones de Galicia gobernadas por el PP como las gobernadas por el PSOE defienden y usan el monolingüismo en gallego para así hacer política y supuestamente captar más votos. Es decir, se anteponen una vez más los intereses políticos a la libertad, el cumplimiento de la ley y la normal convivencia de los ciudadanos.


De esta forma instituciones gobernadas por el PP como la Xunta de Galicia o la Diputación de Ourense, o gobernadas por el PSOE como la Diputación de Pontevedra y algunos ayuntamientos, se muestran con ese fanatismo "galleguizador" absurdo y suprimen el castellano de toda su vida pública (no son bilingües como indica la ley), se comunican y obligan a los ciudadanos a hacerlo sólo en gallego, y dan como resultado una sociedad más pobre y cerrada social y culturalmente. Eso por no hablar de las dificultades a mayores que generan para aquella población que no entiende/habla gallego pero vive en Galicia: en lugar de facilitarles la vida se la complican, cuando el papel que deberían hacer las administraciones públicas de una región es el de hacerla más atractiva y abierta para vivir (conociendo además el grave problema de despoblamiento y envejecimiento de población que presenta Galicia).

¿Quieres atraer más población y jóvenes a Galicia que generen futuro? Pues crea condiciones para generar nuevos puestos de trabajo atractivos, y elimina las barreras y dificultades que pueden hacer menos atractiva/hospitalaria/competitiva esta región.

A mayores estos políticos mediocres e irresponsables piensan que imponiendo el gallego y eliminando el castellano de las comunicaciones de la administración pública es más fácil demostrar el espíritu "galleguizador" a los tontos de los ciudadanos que, con nuestra gran boina, creemos que eso es lo mejor para luchar por los intereses de Galicia, y que así tendrán nuestros votos garantizados.

A ver si se enteran de una vez de que lo que esperamos de nuestros políticos es que mejoren la vida de la gente, es decir, que se reduzca la tasa de paro y haya empleo de calidad para todos, que se incremente la calidad de vida de los ciudadanos aumentando su nivel de renta per cápita, que se generen oportunidades de negocio e inversión (y por tanto de empleo), y que se atraigan más empresas que generen industria y futuro, que se diversifique la tradicional industria gallega hacia nuevos sectores que la hagan más competitiva y menos dependiente, que se solucione el grave problema de envejecimiento y despoblación de la sociedad, que no se deje en la estacada a la parte más frágil y delicada de la población, que se cree una universidad competitiva a nivel mundial capaz de atraer talento y estimular la sociedad, que los jóvenes gallegos encuentren trabajos de calidad dentro de la comunidad y por tanto no tengan que "emigrar"... Y sobretodo que NO NOS CREEN MÁS PROBLEMAS A LOS CIUDADANOS COMO ESTÁN HACIENDO CON EL CONFLICTO LINGÜÍSTICO Y LA IMPOSICIÓN DE FORMA FANÁTICA DEL GALLEGO.


4. Los chiringos de la "normalización lingüística"

De esta forma las instituciones gobernadas a priori por políticos "constitucionalistas" (ayuntamientos, diputaciones, Xunta...) llevan años gastándose el dinero de nuestros impuestos en "galleguizar" a la sociedad, pagando millones de euros a los llamados departamentos de "normalización lingüística" que ellos mismos han ido creando en todas las instituciones.

En la imagen puede observarse uno de los chiringos apoyados por la Diputación de Pontevedra de Carmela Silva (e instalado delante del Ayuntamiento de Vigo de Abel Caballero) para promover el uso del gallego entre los más pequeños. ¿Y por qué no un chiringo para promover el bilingüismo y la normal convivencia de castellano y gallego?


Y la realidad es que detrás de estos servicios de "normalización" hay un gran negocio montado que mueve y gasta millones y millones de euros de dinero público para promover que la población use el gallego; unos chiringuitos de los que viven especialmente los galleguistas exaltados y fanáticos que lo único que buscan es imponer el gallego y eliminar el castellano, pues ése es en el que se ha convertido su modo de vida y por lo que reciben su sueldo.

Es por ello que toda clase de edificios públicos como sedes de la Xunta, diputaciones, edificios administrativos, hospitales, colegios, etc. y especialmente las universidades gallegas han eliminado por completo la presencia del castellano, al confundir "normalización lingüística" con "supresión del castellano". No se puede ser más ignorantes.


5. La "pobre" universidad gallega donde se evita el castellano

El caso de las universidades gallegas resulta del todo curioso y antagónico: cómo unas instituciones que representan el saber, el conocimiento, la apertura de mente, el progreso, la libertad de pensamiento, la internacionalización y el cosmopolitismo en un mundo cada vez más globalizado, se retratan a sí mismas y muestran su politización, ignorancia y bajo nivel al eliminar y/o obviar voluntariamente parte de su saber, cultura y conocimiento, el español, la cual es una de las dos lenguas oficiales de Galicia y parte intrínseca de la cultura de los gallegos. 

No obstante esto no debería sorprender a nadie que escuche un discurso de cualquiera de los tres rectores de las tres universidades gallegas, más interesados en "galleguizar" los campus que en buscar la excelencia, atraer talento y dar empleabilidad a sus alumnos. Las consecuencias de politizar la universidad.

Esta situación es debida a la orden directa del gobierno de Núñez Feijóo que trata de "galleguizar" de forma fanática y absurda la universidad (para así "llenar de pájaros" las cabezas aún en formación de los universitarios gallegos y de paso amarrar sus votos), yendo en contra de la excelencia y atractivo que normalmente tratan de buscar las mejores universidades del mundo: ser cada vez más cosmopolitas y abiertas, más competitivas a nivel mundial, tratando de captar más alumnos y talento de todas las partes del mundo, aportando más conocimiento y valores (tolerancia, apertura, respeto, cultura, internacionalización, talento...).


Por si no fuera poco las universidades gallegas permiten "jalear" y llenar de pájaros las cabezas de los estudiantes mediante iniciativas como organizar referéndums sobre la monarquía, permitir abuchear a determinados invitados que no comulgan con las ideas más izquierdistas-galleguista o ponerse de "folga" cada 2 por 3. Un ambiente desastroso.

Por esto no es de extrañar que grandes empresas y organismos de selección de personal y "caza talentos" (y esto lo he vivido y visto yo desde dentro de esas empresas) muchas veces traten de evitar contrataciones en las universidades públicas de Galicia. ¿Qué perfil mayoritario puede ofrecer una universidad que antepone la "boina", el catetismo y la queja antes que la apertura, tolerancia, el sentido común y el esfuerzo?


6. La nefasta influencia de los partidos minoritarios: BNG y En Marea

Y si el papel de PP y PSOE en Galicia resulta bastante nefasto y contrario a la normalidad que los ciudadanos gallegos y españoles deseamos, otros dos partidos (En Marea de Podemos y el BNG -bloque nacionalista galego-) actúan aún más como lobby a favor de "galleguizar" (imitando el modelo catalán) de forma extrema y absurda nuestra sociedad.

Resulta curioso como en una Galicia cada vez menos nacionalista (según todas las encuestas el nacionalismo aquí nunca tuvo una gran representación y cada año es aún menor) partidos minoritarios y con escasa representación como es el BNG son capaces de hacer que el Parlamento Gallego apruebe la supresión del topónimo "La Toja" en los carteles de las autopistas junto a su correspondiente en gallego "A Toxa", es decir, dar pasos para eliminar el natural bilingüismo. O de hacer que profesores de ideología nacionalista se coloquen mayoritariamente en la escuela pública gallega con el objetivo de adoctrinar a los niños en el "galleguismo". O de conseguir que los coches de la policía local de los ayuntamientos gallegos se suprima la bandera de España (recientemente se ha vuelto a colocar, pero eso sí: en un tamaño muy muy discreto).


7. La radiografía de la sociedad gallega

Los partidos políticos (y los gobernantes) en Galicia hacen caso omiso a la radiografía de la sociedad gallega, la cual de forma claramente mayoritaria aboga por el bilingüismo castellano-gallego según todas las encuestas.


El gallego medio se siente tan español como gallego, no tiene anhelos nacionalistas-galleguistas, considera que Galicia es una comunidad autónoma-región más de su país: España, tiene una gran relación y vinculación con el resto de España, y aunque le gusta que se conserve y use la lengua y la cultura gallegas, se comunica mayoritariamente en español, lengua que también siente como propia al igual que toda la cultura española. Y todo ello sin complejos.

A ver si nos enteramos, o a ver si vienen nuevos partidos que poco a poco se ganen la confianza de los gallegos y cambien la situación política de Galicia de imposición y atraso a nivel lingüístico.

sábado, 8 de diciembre de 2018

MARKETING: LAS LUCES DE NAVIDAD DE VIGO


VIGO, LA CIUDAD DE LA NAVIDAD

Un regalo gigante que cambia de color en plena Gran Vía; una bola de colores de 20 metros de diámetro que brilla al son de la música en medio de la acera; un muñeco de nieve de 15 metros de alto que se ilumina delante del puerto; un abeto gigante en plena Puerta del Sol que ofrece un impresionante espectáculo de luz y sonido al ritmo de bandas sonoras y canciones de Navidad; un poblado nevado al más puro estilo nórdico entre un bosque de abetos naturales; la Plaza de América convertida en un enorme regalo lumínico; un belén a tamaño real instalado en el casco viejo; un tren navideño a tamaño real al que subirse y hacerse fotos; una pista de patinaje en pleno paseo portuario; tiras de luces y bolas luminosas instaladas por toda la ciudad; regalos multicolores, soldaditos de plomo, tiovivos, camellos, candelabros, copos de nieve, ángeles...


Toda clase de iconografía navideña repartida por las calles de la ciudad; arcos de luces de diseño representando motivos propios de estas fiestas; y todo ello aderezado con una megafonía que emite villancicos y canciones populares. Vigo brilla más que nunca estas Navidades.


La ciudad lleva años inmersa en un proceso de cambio y regeneración a nivel de imagen, con interesantes iniciativas cuyo objetivo es el de incrementar su potencial turístico también en la temporada más baja: el invierno.


Vigo ha contado desde antaño con una importante tradición industrial y comercial, y es por ello que las luces de Navidad han tenido siempre una importante presencia en la ciudad. Sin embargo, para las Navidades de 2018-19 el ayuntamiento definitivamente ha "tirado la casa por la ventana" y ha llevado a cabo una instalación de luces, adornos y juegos en las calles sin precedentes.


El objetivo: convertir a la ciudad en una especie de "parque temático de la Navidad", con atracciones y eventos repartidos por todas sus calles durante las fiestas.


El efecto llamada de las luces -gracias a la particular campaña de promoción realizada meses antes y viralizada a través de las redes sociales- ha sido tal que ciudadanos de toda España y parte del extranjero han decidido acercarse a Vigo a ver su decoración.

Es tal la repercusión de este año que incluso Informativos Telecinco ha elaborado una encuesta para votar a la ciudad española con una mejor iluminación navideña, y en la que Vigo está alcanzando la primera posición.


El enlace:
https://www.telecinco.es/informativos/cultura/luces-navidad-encuesta_0_2668050038.html


El resultado: calles abarrotadas de gente de todos lados paseando, haciéndose fotos y jugando, comercios llenos, ambiente navideño, familias disfrutando y por supuesto un gran volumen de negocio moviéndose y estimulando la economía y el sector servicios de la ciudad.


Una de las características de las luces y decoración instaladas este año es la interactividad, es decir, la posibilidad de que los ciudadanos no sólo vean las luces sino que puedan "jugar" con ellas.


De esta forma (y con villancicos de fondo) es posible meterse literalmente dentro de un regalo gigante, atravesar el muñeco de nieve luminoso, disfrutar del espectáculo de luces y sonido del gran abeto de la Puerta del Sol -con pases cada hora-, subirse al tren navideño para hacerse una foto, o bien meterse en las casas de los poblados navideños y deslizarse por sus toboganes.


El ayuntamiento ha habilitado incluso un bus turístico especial de Navidad para aquellos visitantes que deseen hacer un recorrido por las luces de forma más cómoda y rápida.


A mayores se han instalado atracciones por varias zonas de la ciudad donde los más pequeños (y también adultos) pueden disfrutar junto a sus familias, como es el carrusel situado al lado del gran abeto luminoso de la Puerta del Sol, pistas de patinaje y otras atracciones en la zona del Real Club Naútico, belenes de todo tipo en varias zonas de la ciudad (centro Afundación -tradicional-, Casco Vello - tradicional-, centro comercial A Laxe -de cartón-, puerta de la concatedral -luminoso-, Plaza Elíptica -con clics de Playmóbil-, etc.) o uno de los clásicos favoritos para los visitantes a la hora de hacerse fotos: el icónico y famoso "dinoseto" de Vigo (una escultura de seto vegetal con forma de dinosaurio instalada hace unos años por el actual alcalde Abel Caballero) que por Navidad luce una bufanda de luces.


Y como colofón a las fiestas el Ayuntamiento de Vigo anuncia una espectacular Cabalgata de Reyes en la noche del 5 de enero.



EL ÁRBOL DE NAVIDAD "MÁS ALTO DEL MUNDO"

Todos los años en la Puerta del Sol de Vigo se instala un gran abeto luminoso de forma cónica por cuyos bajos la gente puede acceder y hacerse fotografías. No obstante, cada año este árbol de luces no para de crecer en altura y en espectacularidad de su iluminación.


En 2018 Abel Caballero anunció que se instalaría el más grande que nunca antes se hubiera colocado en el núcleo urbano de una ciudad, al alcanzar los 32 metros de altura, y superando con creces al tradicional árbol de Rockefeller Center de Nueva York (de 22 metros de alto) o al del Vaticano (con 25 metros).


Al lado de este grandioso abeto se colocó un bosque nevado de coníferas naturales y un tren de 2,5 metros de alto por 14 de largo para hacer de photocall y postal navideña en vivo.



LA RUTA DE LAS LUCES: LAS LOCALIZACIONES Y EL RECORRIDO

Las principales localizaciones de las luces - que mostramos a por orden recomendado si se pretende dar un paseo y visitarlas- son las siguientes:


1. Inicio: Plaza de España, con la escultura de los Caballos decorada con arbolitos luminosos.
2. Fachada luminosa de El Corte Inglés y regalo (Gran Vía).
3. Regalo luminoso gigante (Gran Vía esquina con Urzáiz).
4. Calle Urzáiz, con arcos luminosos de diseño, villancicos y abetos luminosos bordeando ambas aceras.
5. Bola gigante luminosa (Calle Urzáiz, esquina con Calle Colón).


6. Calle Príncipe, con poblado nevado (casas donde entrar y toboganes), soldaditos de plomo, camello, farol navideño y otros elementos decorativos. Con animadores en la calle (esculturas humanas y disfraces), música y luces.
7. Gran árbol de Navidad en la Puerta del Sol, con espectáculo musical y de luz con pases a determinadas horas.


8. Carrusel.
9. Tren navideño y bosque de abetos nevados.
10. "Dinoseto" con bufanda luminosa y bolas de luces suspendidas en el cielo.
12. Casco Vello (casco viejo de Vigo), con cortinas y techos de luces por sus calles.

RECOMENDACIÓN: hacer una parada para reponer fuerzas en algún bar o cafetería del Casco Vello.


13. Belén luminoso a la entrada de la iglesia de la Concatedral de Vigo.
14. La Piedra y A Laxe: con diferente decoración luminosa pensada para hacerse fotos.
15. Zona del Real Club Náutico, con pista de patinaje y atracciones.
16. Alameda, con un árbol luminoso y arcos de diseño.


17. Muñeco de nieve gigante, al final de la Alameda y el inicio del Arenal, en la esquina con la Calle Colón.
18. Manto de luces y lámpara luminosa en la "esquina de los 4 bancos".
19. Calles García Barbón y Rosalía de Castro, con arcos de luces muy recomendables.

RECOMENDACIÓN: hacer otra parada en esta zona para tomar algo y disfrutar de la noche.


20. A mayores, fuera de esta ruta:
-Plaza de América, con su gran escultura central cubierta de luces íntegramente.


-Zona del Puerto deportivo, calle Montero Ríos, con árboles con luces en sus copas.
-Zona portuaria: grúas con luces.
-Belenes en diversos puntos de la ciudad: Afundación, A Laxe, Plaza Elíptica, etc.



LAS DECLARACIONES DE ABEL CABALLERO: "VIGO, LA MEJOR DECORACIÓN DE NAVIDAD DEL PLANETA"

En 2018 la Navidad en Vigo se ha hecho más popular que nunca gracias a las declaraciones de su alcalde, Abel Caballero (quien por cierto es también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias - FEMP) que en pleno mes de septiembre -y con bastante retranca- salió diciendo ante lo medios de comunicación que la decoración navideña de este año iba a ser la mejor (y más luminosa) del mundo, superando a capitales como Nueva York, Tokio, Berlín o París (y dando por superados dentro de España a Madrid y Barcelona).


En palabras literales del alcalde: "las Navidades de Vigo van a ser las Navidades top de este planeta".


Las declaraciones de Caballero corrieron como la pólvora por redes sociales, generando multitud de "memes", chistes y comentarios, y todos los medios de comunicación de España se hicieron eco de las a priori aparentemente "exageradas" manifestaciones del alcalde de Vigo.


Espejo Público, El Programa de Ana Rosa, El intermedio, informativos y telediarios, en radio, prensa y televisión... Todos los programas y espacios de actualidad a nivel nacional recogieron y comentaron las declaraciones de Abel Caballero. De hecho, tal fue la repercusión de las mismas, que hasta el alumbrado de Navidad de Vigo fue motivo de debate y trifulca en el Parlamento Gallego.


Sin embargo, en sucesivas intervenciones públicas el alcalde de la ciudad más grande Galicia fue desvelando detalles sobre la magnitud de la decoración navideña viguesa: con una inversión de más de 3,7 millones de euros + 21% IVA = 4,5 millones (multiplicando así por 6 la realizada el año anterior que ascendió a 636.000 euros) se anunció la instalación de 9 millones de lámparas led repartidas por 307 calles de toda la ciudad, la instalación de otros 25 árboles lumínicos, la decoración de 13 fachadas de edificios públicos, y la decoración de 7 mercados municipales.


Otra de las manifestaciones más conocidas de Caballero fue durante la instalación de las luces, cuando afirmó que llamaría al ministro de ciencia y tecnología, el ex-astronauta Pedro Duque, "para preguntarle cómo se verían las luces de Vigo desde el espacio". Naturalmente una nueva oleada de "memes" y comentarios irónicos plagaron las redes sociales y los medios.


La magnitud y el presupuesto para decoración navideña en Vigo superaría así con creces al del resto de ciudades gallegas (335.000 euros en A Coruña, 170.000 euros en Santiago de Compostela, 88.000 en Ourense, 82.000 en Pontevedra, 78.000 en Ferrol...) y del resto de ciudades españolas, incluyendo a Madrid y Barcelona, las cuales se gastarán en torno a 2 millones y 1 millón respectivamente. Vigo se convierte de esta forma en la ciudad española que mayor inversión en iluminación navideña realiza.


El Ayuntamiento de Vigo confió un año más en la empresa cordobesa Ximénez para el contrato de la iluminación navideña de sus calles.



EL DISCURSO DEL ENCENDIDO DE LUCES

El encendido de luces se llevó a cabo a finales de noviembre, y a raíz de la expectativa creada fue seguida por ciudadanos de más de 36 países en todo el mundo, haciéndose eco medios de comunicación tanto nacionales como internacionales.


De nuevo la intervención de Abel Caballero no pasó desapercibida: el discurso del encendido de luces fue narrado en varios idiomas, siendo la parte en inglés (y el particular acento del alcalde) la que mayor repercusión tuvo. Muchos lo asociaron al conocido discurso de la ex-alcaldesa de Madrid, Ana Botella, años antes con su famoso "relaxing cup of café con leche".

A mayores Caballero comentó -de forma irónica- que estaba en conexión directa al teléfono con el alcalde de Nueva York para hablar de las luces de Vigo.



EL ÚNICO PUNTO NEGATIVO: EL AYUNTAMIENTO DE VIGO NO RESPETA EL BILINGÜISMO E IMPONE EL GALLEGO

Como viene siendo habitual en los últimos años en las administraciones públicas de Galicia, imitando el lamentable modelo de imposición lingüística catalán, el castellano brilla por su ausencia en todas las comunicaciones y rotulaciones relativas en este caso a la decoración navideña de Vigo y a su programa de fiestas (si bien esto es tristemente habitual en todas las comunicaciones realizadas a lo largo del año por esta institución).


Una vez más el Ayuntamiento de Vigo no respeta el bilingüismo ni cumple con la la legislación vigente (artículo 3 de la Constitución), al eliminar por completo al castellano de todas las rotulaciones y comunicaciones relacionadas con la decoración navideña, dejando únicamente presencia para los gallego-hablantes.


De esta forma en la fachada del ayuntamiento sólo es posible leer "Boas Festas", cuando perfectamente se podía haber intercalado con "Felices Fiestas" (para así dar cabida a las dos lenguas oficiales de Galicia); el gran abeto de la Puerta del Sol felicita sólo a los gallego-hablantes con su espectáculo de luces sólo en gallego con la frase "Bo Nadal - Concello de Vigo" (perfectamente se podría haber programado un "Bo Nadal - Feliz Navidad" con las luces para así felicitar a todos los ciudadanos); o en el tren navideño se lee exclusivamente "Nadal Vigo", cuando se podía haber rotulado por uno de los laterales también "Navidad Vigo". Incluso los carteles de "no pisar la hierba" están exclusivamente en gallego, y así toda la comunicación (programa de fiestas, publicidad, cartelería, etc.).


Vigo es una ciudad cosmopolita y abierta, con una gran relación comercial e industrial con muchas otras ciudades de toda España, y donde la inmensa mayoría de su población se comunica en castellano.

Imitar el penoso modelo de imposición lingüística que por ejemplo se aplica en Barcelona (el cual veta por completo al español de todas sus comunicaciones, y no respeta el bilingüismo que debería imperar tanto por cumplir la ley, como por hacer la ciudad más hospitalaria y atractiva para visitantes y vecinos) es simplemente dar pasos atrás y hacer un modelo de ciudad menos competitivo.

Hace años, cuando Vigo estuvo gobernado por un alcalde del cada vez más minoritario BNG (Bloque Nacionalista Galego) resultaba ridículo comprobar cómo los villancicos españoles de toda la vida ("Los peces en el río", "Campana sobre campana", etc.) eran eliminados y vetados de la megafonía instalada en las calles para dar ambiente navideño, y en su lugar sólo sonaban las "panxoliñas" (villancicos gallegos), muestra del fanatismo, cerrazón de mente y odio irracional al español del nacionalismo; o cómo incluso se trataba de "galleguizar" hasta los nombres de los Reyes Magos en la Cabalga (...) situaciones completamente demenciales y absurdas. Afortunadamente y con "chorradas" como éstas el gobierno en coalición del BNG y el PSOE (motivo por el cual los nacionalistas minoritarios accedieron al poder) duró poco, el ayuntamiento cambió pronto de color político, y parte de la normalidad volvió a la ciudad.


Sin embargo a día de hoy resulta curioso como una administración local -regida por un alcalde del PSOE- obvia una vez más el idioma mayoritario de sus ciudadanos y empresas, y va por libre (viviendo en su particular burbuja donde hablar gallego se considera algo elitista y "cool" reservado exclusivamente a los políticos que viven muy bien, y diferenciados del pueblo llano).

De nuevo el Concello de Vigo no está a la altura de su población, al imponer en exclusiva una única lengua (el gallego en este caso) lo que juega en contra de la imagen de apertura, hospitalidad y cosmopolitismo de una ciudad que está deseosa de atraer ciudadanos de toda España y del extranjero, y que no tiene ningún complejo por tener y defender sus dos lenguas cooficiales: el español (la lengua nacional) y el gallego (la lengua regional).


Que el gallego debe tener presencia nadie lo discute. Pero eso sí, como mínimo en la misma proporción que el español. No tiene ningún sentido ni ninguna ventaja que las rotulaciones para turistas estén exclusivamente en el idioma que éstos no conocen, si lo que se pretende es que los rótulos sean útiles y comprensibles para visitantes y ciudadanos, y no para hacer política.

Resulta muy desagradable cuando por ejemplo viajas a Cataluña y la rotulación está exclusivamente en catalán, haciéndote sentir como extranjero en tu propia casa, obligando a los turistas y visitantes españoles a preguntar y pedir que les traduzcan determinadas señalizaciones e informaciones. ¿Por qué no tener señalizaciones bilingües en castellano y en la lengua regional tal y como marca la ley?


Por lo visto Galicia (y otras comunidades de España con lengua regional) quieren imitar ese nefasto modelo de imposición y exclusión lingüística que es contrario a la ley, al cosmopolitismo, al progreso y modernidad, a la libertad de sus ciudadanos y al sentido común, y que lo único que sirve es para dar pasos atrás en su atractivo turístico poniendo trabas a la movilidad de turistas y visitantes.