El Gobierno amenaza con hacer definitivos los nuevos "impuestazos" a la banca y a las energéticas
Tras la presentación de resultados del ejercicio 2023, Repsol ha manifestado públicamente su oposición al acuerdo entre PSOE y Sumar que busca hacer definitivo el impuesto extraordinario sobre los ingresos de las compañías energéticas.
Esta medida grava el 1,2% de la facturación generada por aquellas empresas del sector energético que tengan ingresos superiores a 1.000 millones de euros, los cuales hayan sido generados en España (excluyendo los negocios regulados y actividades extra peninsulares), haciendo que Repsol haya tenido que entregar al fisco español 450 millones de euros adicionales por este concepto.
Este nuevo "impuestazo", que fue planteado por el Gobierno de España como algo temporal y extraordinario en el año 2023, amenaza ahora con hacerse definitivo.
Sin embargo, según los directivos de la petrolera española, el impuesto es "ilegal, inconstitucional y discriminatorio", y "penaliza gravemente la inversión en España", favoreciendo a los importadores de petróleo que apenas generan actividad ni riqueza dentro del país.
Un hambre recaudatorio que no tiene fin... Gastar todo sin medida
El sector energético es, tras el bancario, el segundo en el que el gobierno de coalición -liderado por Pedro Sánchez- ha puesto el punto de mira para incrementar aún más la recaudación fiscal en España (uno de los países de todo el mundo cuyos ciudadanos tienen que realizar un mayor esfuerzo fiscal).
Y es que en el ejercicio 2023, el Estado ha obtenido una recaudación récord (la más alta de toda la historia) gracias al impacto de la inflación, entre otros motivos, cercana a los 272.000 millones de euros, un 6,4% más que en 2022.
Sin embargo, el Gobierno se ha visto -una vez más- incapaz de administrar racionalmente este "dineral" recaudado en 2023, puesto que, además de gastárselo por completo, no ha destinado un solo euro a amortizar parte de la monstruosa deuda pública que no para de crecer, y que pesa ya como una losa sobre generaciones presentes y futuras de ciudadanos españoles.
Repsol amenaza con seguir el ejemplo de Ferrovial y desviar sus inversiones a otros países
Por su parte, tanto las compañías energéticas como los bancos españoles, han recurrido dicho "impuestazo" ante los tribunales.
Y, a mayores, varias multinacionales españolas han recordado públicamente que el mercado es global, y que seguir el ejemplo de Ferrovial (deslocalizando sus negocios y abandonando el país) no es algo descartable si las condiciones existentes en España se vuelven peores que las de otros países de nuestro entorno.
Concretamente, Repsol ha advertido que la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal de España "podría condicionar los futuros proyectos industriales previstos para el país".
Es decir, la petrolera advierte que, de seguir el "impuestazo" a las energéticas, podría replantearse la deslocalización de sus inversiones hacia otros países que ofrecen condiciones fiscales y regulatorias mucho más atractivas.
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