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Pedro Sánchez: ¿destrozar España a cambio de mantenerse en el poder? 

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Las atrocidades de Sánchez, el político sin escrúpulos

Pactar con Bildu la rebaja de penas a los presos de ETA (condenados, muchos de ellos, por múltiples asesinatos) a cambio de su apoyo parlamentario ha sido una de sus últimas "perlas".

Y es que, para Sánchez, el fin siempre justifica los medios, y si hay que "cambiar de opinión" descaradamente, traicionando las promesas electorales y principios democráticos elementales, pues se traicionan.

Nada tiene que ver el ser de izquierdas o de derechas: Pedro Sánchez es un político "único en su especie" en relación a las inauditas, controvertidas y dañinas medidas que viene tomando con respecto a la okupación, la inmigración, la seguridad, el cumplimiento de la legalidad, la política exterior, la convivencia e igualdad de los ciudadanos en toda España o la fiscalidad. 

Y esto, dejando aparte los múltiples casos de supuesta corrupción que salpican a su familia.

Apuntaba maneras...

Al inicio de su carrera política, fue pillado detrás de la cortina, con la urna de los votos, amañando el resultado para salir elegido como secretario general del PSOE. 

Su tesis, además de ser una copia en gran parte, no ha sido escrita por él.

Y en lo relativo a su gestión política, además de haber empobrecido a la gran clase media española (pues la renta per cápita real ha caído en picado, al mismo tiempo que ha disparado la presión fiscal sobre los ciudadanos y empresas), nuestro país se ha situado con Sánchez como el tercero más pobre de la UE, haciendo que el 25% de los habitantes se encuentren en riesgo de pobreza, disparando la inmigración ilegal y descontrolada (con la consiguiente inseguridad en las calles) y promoviendo la desigualdad y tensiones territoriales. 

Los autónomos y pequeños empresarios además"le tenemos muchas ganas" desde hace tiempo, puesto que, 

• además de subirnos varias veces las cuotas de la Seguridad Social, 

• los impuestos (tanto sobre dividendos, sociedades o las nuevas tasas sobre el plástico o el azúcar, que gravan y encarecen todos los productos de primera necesidad para la población, culpando después de la inflación a los empresarios...), 

• las retenciones en las nóminas (motivo por el cual todos los trabajadores cobramos un 1,2% menos de salario neto desde hace dos años, y esto seguirá subiendo), 

• nos ha complicado el desarrollo de nuestro trabajo en todos los sentidos (imponiendo nuevas trabas burocráticas, nuevos requisitos, como el sistema de fichaje obligatorio, los "planes de igualdad" o "LGTBIQ+" en las empresas, que siempre se traducen al final en más sobrecostes y menos competitividad, con una legislación mucho más rígida, compleja y cara), 

• y calificarnos de "extrema derecha" cuando nuestros compañeros transportistas o ganaderos se han manifestado por su supervivencia al desarrollar su trabajo por debajo de coste, 

en la pandemia cerró nuestros negocios, ofreciéndonos como única alternativa -para no quebrar- el endeudarnos "hasta las cejas" con préstamos ICO-COVID que aseguró "contaban con el aval del Estado". 

Pero un año después "cambió de opinión", y con carácter retroactivo (lo nunca visto) nos dijo que mejor, en caso de impago o quiebra de nuestros negocios, los pequeños empresarios debíamos responder de esos préstamos con nuestro patrimonio personal... Otra jugarreta de trilero.

Mucha gente se arruinó (dejando familias endeudadas de por vida) e incluso algunos -fruto de la desesperación y la falta de apoyo- acabaron suicidándose.

Y es que no hay precedentes de un personaje similar al frente del Gobierno de España, -soberbio, déspota, con cero empatía con respecto a sus conciudadanos, aficionado al "Falcon", al "enchufismo" de amiguetes, a la buena vida y al derroche de dinero público que tanto trabajo y esfuerzo nos cuesta conseguir a "sus súbditos" y, sobre todo, con sus ya legendarios "cambios de opinión" y engaños al personal. 

Su palabra pasará a la historia precisamente por su falta de credibilidad, como el político más mentiroso de la historia.

Mintiendo y contradiciendo -una vez más- sus compromisos electorales, Sánchez ha anunciado un "pacto fiscal" para Cataluña, el cual supone la ruptura de la "caja única" de los impuestos de todos los españoles y la consagración de la desigualdad fiscal según en la región en la que vivan. 

Poco antes, Sánchez aprobó la "ley de amnistía" para condonar delitos a políticos que habían DELINQUIDO, consagrando también la desigualdad de todos los ciudadanos ante la ley.

Y antes de esto otro, Sánchez pactó la formación de su gobierno con la extrema izquierda comunista de Podemos/Sumar y con los partidos nacionalistas que buscan la destrucción de España, haciendo miserables cesiones competenciales o acordando, por ejemplo, retirar a la Guardia Civil de Navarra (tras Cataluña y País Vasco) o mirar para otro lado con respecto a las sentencias que dictan el respeto y la presencia mínima del español en el sistema educativo catalán, perpetuando así la aberrante y contraproducente imposición lingüística en esta región.

Todo ello, no con el objetivo último de buscar lo mejor para los ciudadanos, sino de mantenerse en el poder a cualquier precio: si hay que ceder a los nacionalistas reclamaciones dañinas para todo el país y el bien común, pues se ceden... Si hay que hacer justo lo contrario a lo prometido, se hace. Si hay que mentir, se miente. Y aquí no pasa nada...

No hay principios ni defensa de la nación: las decisiones se toman sobre la marcha en función de la conveniencia personal y política del sujeto, y si no estás de acuerdo con él es que "eres un facha de extrema derecha" de esos de la "fachosfera".

El cambio de postura sobre el Sáhara (realizado de forma unilateral, sin contar con el Congreso, con la oposición o con el rey, generando un enorme conflicto internacional con Argelia), el reconocimiento de Palestina de la misma manera, sus cesiones a Marruecos (y el continuo chantaje al que viene sometiendo a España) o el enfrentamiento con Argentina son algunos ejemplos de la irresponsable y dañina política exterior de su gobierno.

También engañó a la población con sus anuncios de luchar contra el alza imparable del precio de la vivienda en España (un "problemón") a través de la construcción de 200.000 pisos de protección oficial entre 2018 y 2023: nada de nada.

Colonizando instituciones como el Tribunal Constitucional (a través de la colocación de sus simpatizantes) viene logrando favores, entre ellos, la anulación de condenas por corrupción que salpican al PSOE, como la sentencia de los EREs de Andalucía, el mayor caso de robo de dinero público realizado por políticos en la historia de España. Y así con todo: usando la Fiscalía a su favor, el CIS, RTVE, Europa Press, Indra...

El PSOE de Sánchez, a diferencia del resto de países de nuestro entorno, votó en contra de brindar mayor protección y declarar "profesión de riesgo" a policías y guardias civiles (y no así a actores y otros colectivos claramente favorecidos).

A mayores, los tics autoritarios de Sánchez son palpables en hechos como haber sido el presidente del gobierno que más ha recurrido a la aprobación de "decretos ley" (un mecanismo supuestamente excepcional para sacar adelante leyes solo en casos urgencia) con el objetivo de aprobar sus iniciativas legislativas evitando el debate parlamentario en las Cortes.

Con él, el derecho a la "legítima defensa" ha sido abolido en España, de tal forma que ya no es posible defender tu hogar o familia en caso de toparte con un asesino sin el riesgo de cometer un delito, dando alas a los delincuentes.

Y también es co-responsable de la lamentable "ley del solo sí es sí" que ha reducido la condena y puesto en la calle a miles de violadores y agresores sexuales en España.

Entre medias, 

• tremendos casos de supuesta corrupción política ("Tito Berni", su hermano residente entre Portugal y Tailandia, los negocios de su mujer, "Delcy Rodríguez y las maletas"...);

• la colonización de las instituciones públicas con cargos afines del PSOE: el Tribunal Constitucional, la Fiscalía, el CIS, el INE, Indra, el CNI, la agencia EFE, RTVE... Y todo tipo de empresas públicas como Correos, Renfe, Paradores o, incluso, Telefónica, que además sufren las consecuencias de tener políticos ineptos (y no gestores preparados) al frente.

• fuertes subidas de impuestos y cotizaciones sociales, consagrando a España como uno de los países del mundo cuyos ciudadanos y empresas deben realizar un mayor "esfuerzo fiscal" (recordemos que el PSOE estuvo dispuesto hasta el último momento a implantar peajes en las carreteras y autovías, proyecto que de momento está en el cajón pero que piensan sacar nuevamente);

• como consecuencia del punto anterior, empresas como Ferrovial o Repsol se han replanteado sus inversiones en España o directamente se han ido;

• la injusta condonación de la deuda pública de Cataluña: 15.000 millones del FLA malgastados por los desmanes del nacionalismo catalán, y que tendrán que ser "apoquinados" por el resto de españoles;

• el acercamiento de etarras al País Vasco y su liberación, con sus correspondientes y bochornosos homenajes públicos, y la consecuente humillación y desprotección de las víctimas;

• el blanqueamiento del terrorismo, de Bildu y de los partidos de extrema izquierda;

• la cesión de competencias nacionales al País Vasco o Cataluña (como las Cercanías o la gestión de prisiones), dividiendo aún más al país, desterrando al Estado de esas comunidades autónomas y generando nuevas diferencias entre regiones;

• mantener y promover la "imposición lingüística" en Cataluña, así como la discriminación a los hispanohablantes;

• la desastrosa gestión de la inmigración ilegal y los centros de "menas";

• el preocupante incremento de la inseguridad en las calles;

• las leyes que promueven y favorecen la "okupación";

• disparar el gasto público hasta niveles récord, sin medida alguna para reducir la gigantesca deuda pública de España que irresponsablemente hipoteca a generaciones de ciudadanos; 

• de hecho, la deuda pública no ha hecho más que crecer durante su gobierno, a pesar de contar con el récord de recaudación vía impuestos gracias a la inflación; y es que, el gobierno de Sánchez se ha mostrado incapaz de no despilfarrar y gastar menos de lo que ingresa; 

• y su gobierno es el más numeroso y caro de la historia de la historia de España, tanto por el número de ministros, secretarios y cargos burocráticos, como por el  récord de asesores nombrados a dedo por Sánchez: cerca de 1.000 en la última legislatura;  

• empobrecer a la gran clase media española, disparando el porcentaje de ciudadanos en riesgo de pobreza por encima del 25%. 

• coquetear y justificar dictaduras como Venezuela o Marruecos, cediendo fondos españoles a cambio de quién sabe qué, y haciendo negocios con dichos gobiernos corruptos y tiranos...

• sus intentos de amordazar a la prensa crítica (con una ley censora) y de comprar a los medios de comunicación con subvenciones y publicidad institucional,

• la manipulación de toda clase de estadísticas, encuestas (como el CIS) y datos económicos (como los del empleo, donde desde su llegada hay 1 millón de parados desparecidos que figuran como "fijos discontinuos"... Así cualquiera baja el paro...),

• su falta de respeto a la independencia del poder judicial y sus críticas a los jueces, a los que ha acusado de hacer "lawfare" cuando alguna sentencia no es de su agrado, 

• y con el precio de la vivienda disparada, sin medidas reales para atajar este problema, uno de los más graves para la población española,

• y todo esto, a base de un populismo insultante, sacando a Franco y a la malvada "ultraderecha" (que en España no existe) para tapar cualquiera de sus casos de corrupción, desmanes políticos, mentiras y engaños.

Es triste ver cómo el país que construyeron nuestros padres y abuelos, con todo su esfuerzo, es destruido en apenas unos años por un aprendiz de autócrata, irresponsable y sin escrúpulos.

No obstante, dicen que "a todo cerdo le llega su San Martín", y que el karma tiene formas muy imprevisibles de cobrarse las fechorías cometidas (a veces a través de la salud o incluso de la familia y los familiares más próximos...). 

Las cosas cambiarán en algún momento, pero mientras tanto, España y los españoles necesitan urgentemente despertar del letargo.

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