a) El equilibrio entre los ingresos y gastos del Estado
Cuando un país elabora sus presupuestos generales, estos afectarán al mercado de factores y servicios productivos, e influirá sobre sus variables macroeconómicas:
- Los ingresos provienen de la política impositiva >> si el Estado baja impuestos, estimula el consumo/demanda interna; si sube impuestos, contrae el consumo/demanda interna.
- Los gastos proceden de la política de gastos >> si el Estado realiza mucho gasto público, estimula la economía; pero si se pasa con el gasto, se acabará endeudando (generará déficit).
Por tanto,
a- Si los Ingresos son superiores a los Gastos >> obtengo SUPERÁVIT: el Estado puede destinarlo a amortizar deuda pública o a contribuir al fondo de pensiones.
b- Si los Gastos son superiores a los Ingresos >> genero DÉFICIT: el Estado debe endeudarse para poder pagar esos gastos.
En el caso concreto de España, y tras atravesar una etapa de bonanza en la que se había conseguido superávit en las cuentas públicas, desde el inicio de la crisis en 2008 los gastos de nuestra administración han venido siendo superiores a los ingresos, lo que ha ido generando déficit público ejercicio tras ejercicio e incrementando el saldo total de la deuda pública acumulada.
Los ingresos procedentes de la recaudación de impuestos se han contraído por la crisis, mientras que los gastos de las administraciones públicas han permanecido constantes o incluso se han incrementado, lo que ha provocado un gran desfase que preocupa mucho a los economistas: con déficit peligra la sostenibilidad del actual sistema de pensiones, y además la deuda pública total y los intereses pagados por ella seguirán engordando.
España es tras Grecia el país de la UE con una mayor deuda. Nuestro sector público necesita urgentemente una serie de reformas encaminadas a reducir sus gastos estructurales (un "adelgazamiento" drástico) para no sólo dejar de endeudarse, sino ser capaz de devolver la deuda contraída y afrontar el pago de sus intereses. La eliminación de duplicidades entre administraciones (supresión de instituciones y organismos públicos -como pueden ser las diputaciones provinciales-, fusión de ayuntamientos, optimización y reorganización de la estructura administrativa del Estado, de las comunidades autónomas y de los entes locales...), la aplicación de medidas urgentes de ahorro, eficiencia y racionalización del gasto, el adelgazamiento drástico de la administración, la reducción, supresión o cierre de empresas y entes públicos deficitarios (como pueden ser las radiotelevisiones públicas entre otras), el control del gasto e incluso la recentralización de competencias parecen medidas más que necesarias e incluso no suficientes para poder sacar al país de la actual situación de grave endeudamiento. Si el sector público no reduce sus gastos de forma drástica y urgente, España podría encontrarse en una situación de quiebra en un tiempo ante la incapacidad para devolver su enorme deuda. Además ésta es la única forma de devolver la credibilidad a los inversores internacionales y la forma de demostrarles que realmente España sí que será capaz de devolver su deuda.
A nivel regional, las comunidades autónomas más apalancadas son Cataluña (que es la que más se ha endeudado en los últimos años con diferencia y que cuenta cuenta una situación más dramática -en quiebra técnica-), Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Baleares. Las menos endeudadas: País Vasco, Madrid y Canarias.
b) Las consecuencias del déficit
Cuando los ingresos del Estado son inferiores a los gastos, esa brecha debe cubrirse mediante la emisión de deuda pública. Obtener déficit ejercicio tras ejercicio engorda la deuda pública, y cuando mayor sea esa deuda mayores serán los intereses que el Estado debe pagar y que no puede destinar a otras partidas en el presupuesto.
Los efectos del déficit para un país son:
1-Incrementa la percepción de riesgo de un país ¿podrá devolver la deuda? ¿quebrará? (a c/p).
2-Desplaza las potenciales inversiones hacia otros países más seguros/solventes (a c/p).
3-Hace descender las exportaciones y contrae la demanda agregada (a c/p).
4-Provoca una pérdida de eficiencia.
5-Hace que la deuda pública acapare la mayor parte de la financiación disponible, en lugar de financiar el sector privado (empresas y familias).
6-Genera gastos financieros que el Estado debe pagar, reduciendo así recursos para otras partidas como Sanidad, Pensiones o Educación por ejemplo.
7-Incrementa la prima de riesgo del país: a mayor déficit, mayor riesgo de insolvencia de esa economía, lo que se traduce en un incremento de la prima de riesgo = incremento del tipo de interés que el Estado deberá pagar por su deuda.
c) El déficit público de España:
El déficit es un dato de la cuenta de resultados de una economía referido a un año concreto (es decir, es lo que el Estado ha gastado de más en relación a lo que ha ingresado en un año natural), y su medición se realiza en proporción a lo que ha producido su economía: a su PIB.
El déficit español está compuesto por el déficit del Estado + el déficit de las comunidades autónomas + el déficit de los ayuntamientos. En 2012, el déficit público de España fue del 7% del PIB. Los países de la Unión Europea tienen el compromiso de que su déficit no supere cada año el 3% de su PIB.
d.1) La deuda pública
La deuda pública (o deuda soberana) se emite periódicamente en forma de Letras del Tesoro, Bonos u Obligaciones del Estado, y se trata del volumen total de deuda acumulado a lo largo del tiempo. Es decir, si el déficit público es un dato que hace relación a la cuenta de pérdidas y ganancias de una economía para un ejercicio concreto, la deuda pública hace relación al balance de situación de esa economía (el total de deuda acumulada que debe un país debido a la acumulación de déficits públicos a lo largo de varios ejercicios).
En el caso concreto de España, la deuda pública de nuestra economía sigue creciendo, previéndose que en 2014 ésta alcance el 100% del PIB, y pasando a deber la friolera de 1 billón de euros (el triple que antes de la crisis y el mayor nivel desde 1907). Por primera vez la deuda superará a la riqueza generada por España en un año. Con el último "plan de pago a proveedores" (tan necesario para devolver la liquidez al sector privado) puesto en marcha por el gobierno y que pretendía atajar la morosidad de las administraciones públicas, la deuda española continuó incrementándose sensiblemente.
d.2) La deuda privada
Para medir la salud financiera de una economía en su totalidad, a la deuda pública (de su administración) hay que añadirle la deuda privada (la que tienen contraída empresas y familias), y que de nuevo en el caso de España es de las más altas de Europa, sólo por detrás de Irlanda y Portugal (año 2011).
El crecimiento de la economía española en los últimos años, basado en gran parte en el sector inmobiliario, ha dejado a familias y empresas altamente endeudadas: gran parte de las familias españolas están hipotecadas, y por otro lado muchas empresas inmobiliarias y constructoras que han quebrado con la crisis difícilmente podrán devolver las deudas contraídas.
Por tanto, la economía española en su conjunto es una de las más endeudadas de la Unión Europea (tan sólo por detrás de Grecia), y uno de sus principales problemas es ese elevadísimo nivel de endeudamiento y cuya amortización se está tratando de acometer.
e) Los presupuestos generales del Estado: ¿en dónde recortamos para reducir el déficit?
La estructura de gastos del Estado se compone fundamentalmente de 6 partidas:
1) Sistema público de Pensiones
2) Transferencias a otras Administraciones Públicas
3) Pago de la Deuda Pública
4) Desempleo
5) Servicios públicos básicos: justicia, defensa, seguridad ciudadana e instituciones penitenciarias y política exterior
6) Resto: inversión en I+D, política industrial (inversión en infraestructuras), política agraria, etc.
En 2007 (antes de la crisis) las Pensiones suponían casi un tercio (el 31,4%) de la estructura de gastos del Estado, seguido por las Transferencias a otras Administraciones Públicas (un 20,9%) y el pago de la Deuda Pública (que representaba un 5,5%).
En 2013, el gasto total en Pensiones en términos relativos se ha incrementado hasta el 38,1% (debido fundamentalmente a que la nueva gente que se va jubilando tiene una base de cálculo de su pensión mayor que los jubilados de hace unos años y al envejecimiento de la población). Por otro lado, crece fuertemente el % de gasto destinado al pago de la Deuda Pública hasta el 12,1%, consecuencia lógica del mayor endeudamiento del España y del incremento de los intereses pagados por ella. Y crece también la partida destinada a subsidios por desempleo (como consecuencia de la mayor tasa de paro) hasta representar el 8,4% de los gastos totales. Por el contrario, se han reducido las partidas de gasto destinadas a Servicios Públicos Básicos hasta el 5,2% (defensa, justicia, política exterior...) así como el apartado de "Resto" hasta el 21,1% en donde se recoge la inversión en I+D, las inversiones en infraestructuras o la política agraria.
En cuanto al gasto del sector público transferido a las comunidades autónomas, en 2013 crece proporcionalmente el % de gasto destinado a Sanidad, Educación y Servicios Sociales, así como el importe destinado al pago de Deuda (del 3,8% hasta el 7,8%), y se reducen las partidas para infraestructuras y "Resto".
Se ha venido haciendo mucha demagogia con el tema de los recortes. La única certeza es que el sector público español tiene que recortar sus gastos drásticamente para reducir el déficit público e ir devolviendo la enorme deuda acumulada a lo largo de los últimos años, o nuestro país acabará en una situación de bancarrota. ¿Y qué partidas recortamos? No hay dinero para mantener el nivel de inversión actual en todas ellas. Si no deseamos tocar las Pensiones, ni la Sanidad, ni la Educación, ni los subsidios por Desempleo, ¿deberemos entonces recortar las políticas de I+D o las inversiones y mantenimiento de infraestructuras? ¿Qué partidas son las más fundamentales? ¿Podemos pagar nuestro actual modelo de estado del bienestar? ¿Cómo lo hacemos? ¿Se puede mantener o incluso mejorar la calidad de la Educación por ejemplo reduciendo su presupuesto? Las respuestas no son fáciles.
2. LA PRIMA DE RIESGO: ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE NO SUBA?
a) ¿Qué es la prima de riesgo?
Es un reflejo de la percepción del riesgo-país. Para cubrir la deuda pública, los países se piden prestado dinero los unos a los otros, pagando unos intereses determinados en función de la fiabilidad/solvencia de ese país.
La prima de riesgo se mide mediante el diferencial del tipo de interés pagado por un país en relación a otro país con menor interés de deuda.
En España, la prima de riesgo se mide mediante el diferencial de los intereses de deuda pública a 10 años que paga nuestra economía en comparación con los pagados por Alemania, que es el país de referencia: es la rentabilidad ofrecida por el bono español en comparación con el tipo de interés que remunera el bund alemán. Es, en definitiva, la rentabilidad que exigen los inversores a un país para adquirir su deuda soberana en comparación con la que exigen a otros países.
O dicho de otra forma, la prima de riesgo es el tipo de interés que tiene que pagar el Estado por su deuda pública: cuanto mayor sea la prima de riesgo, mayores serán los intereses que España tendrá que pagar, ya que el país es visto como menos fiable (hay un mayor riesgo de insolvencia).
¿Por qué Alemania es la referencia?
Los países presentan diferentes niveles de demanda de sus bonos por parte de los inversores. Cuantos más inversores quieran comprar bonos de un país (mayor demanda), menor será el tipo de interés que un país debe ofrecer para colocárselos a los inversores, y menor será por tanto su prima de riesgo.
En el caso de Alemania, muchos inversores desean comprar bonos alemanes pues es un país considerado de muy bajo riesgo, y el Estado alemán se puede permitir el lujo de ofrecerlos a un tipo de interés muy bajo (y pagar menos intereses por su deuda), pues siempre habrá inversores interesados en adquirir bonos alemanes. Sin embargo, en el caso de España no hay tantos inversores dispuestos a adquirir nuestros bonos, y si el Estado español quiere vender todos los que le haga falta para cubrir sus necesidades de financiación, tendrá que ofrecer un tipo de interés más elevado para atraer compradores. He aquí la diferencia entre los bonos españoles y alemanes.
b) Verano de 2012: España a punto del rescate, la situación crítica de nuestra economía ante la escalada de la prima de riesgo, ¿por qué sube o baja la prima de riesgo?
Durante los meses de julio y agosto de 2012 se produjo uno de los momentos más tensos de la historia de la economía española (y europea): la prima de riesgo de España alcanzó el nivel máximo de los 631 puntos básicos (lo que implicaba pagar por la deuda un tipo de interés superior al 6,31%) y eso, con una deuda pública cercana al billón de euros, hacía presagiar que nuestra economía sería incapaz de hacer frente al pago de unos intereses y deuda tan elevados (insolvencia), dejando al país en una situación de bancarrota.
Y ante el gran peso de la economía española en Europa (la cuarta), si nuestro país presentaba una situación de insolvencia, el euro podría acabar por romperse definitivamente. En ese momento España se convirtió en el centro mundial de todas las miradas: la continuidad del euro dependía de nuestra economía y de la capacidad para afrontar nuestras deudas.
Fue en ese momento cuando se planteó solicitar el rescate a España, aunque finalmente no fue necesario y la situación se salvó de otra manera: el gobernador del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, declaró públicamente que había lo que fuese necesario para apoyar incondicionalmente al euro: anunció que el BCE intervendría en el mercado de deuda pública en caso de que la situación continuase empeorando mediante una compra masiva de bonos en problemas: el tipo de interés de la deuda española aumenta si hay pocos demandantes, pero si el BCE compra masivamente bonos españoles, el tipo de interés se reduce. De esta forma el riesgo de invertir en bonos españoles disminuye, así como las oportunidades de especular con ellos, y así los inversores pierden el miedo a adquirir bonos españoles, y los especuladores no se atreven a actuar, pues el BCE podría estropearles el negocio en cualquier momento.
Y Draghi ni siquiera tuvo que intervenir, pues su anuncio fue suficiente para calmar a los inversores: al día siguiente la prima de riesgo de todos los países disminuyó en buena medida, y no ha dejado de hacerlo hasta la actualidad, salvando una de las situaciones económicas más críticas de nuestra historia. Y la prima de riesgo de la deuda española no ha dejado de descender desde ese momento, situándose a finales de 2013 en torno a los 235 puntos básicos.
¿Qué hubiera supuesto el rescate a España?
Un rescate a España hubiera supuesto con toda seguridad una reducción inmediata de su prima de riesgo. Sin embargo, ese rescate (como ocurrió en el caso de Portugal, Irlanda o Grecia) además de incrementar la deuda del país por el importe del rescate, supondría la cesión de soberanía a la Unión Europea en materia económico-financiera en detrimento del propio gobierno español: es decir, los durísimos ajustes que actualmente estamos viendo en Portugal por ejemplo (nuevas y elevadas subidas de impuestos, congelación de las pensiones, despido de funcionarios, fuertes reducciones salariales, venta y liquidación de empresas públicas, fuerte reducción del gasto social, profundas medidas de ahorro, etc.) vienen marcados por directrices de la troika europea (formada por la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional). Es decir, mediante el rescate, el país "salvado" renuncia a gran parte de su soberanía en materia económica, dejando que sean instituciones foráneas (que buscarán a toda costa reducir el endeudamiento y contener el gasto con fuertes medidas) las que dicten la política a seguir en esta materia.
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