"Bienvenidos a Sangenjo, ciudad que en gallego se llama Sanxenxo".
Pocas veces una campaña publicitaria ha sido capaz de levantar tal revuelo y repercusión en apenas unas horas (como veremos a continuación), un caso digno de mención sin duda para los expertos en marketing y comunicación.
Y también una llamada de atención para la extraña situación que atraviesa España a nivel de libertad lingüística, donde los políticos permiten y promueven la "hispanofobia" (incluyendo a los dos grandes partidos: PSOE y Partido Popular).
a) El motivo de la polémica: la "hispanofobia" en el sector nacionalista
Lo más curioso de todo es la causa de la polémica: el hecho de que un cartel utilice un topónimo en sus dos formas -en español y en gallego- en una región (Galicia) donde ambas lenguas son cooficiales y usadas con normalidad por su población.
¿Cuál es el motivo de la polémica entonces?
Parece ser que los eficientes oteadores del nacionalismo gallego (siempre vigilantes a pie de calle para vetar cualquier manifestación de español) fueron los primeros en denunciar lo que a sus ojos era un "provocativo" anuncio contratado por la asociación "Hablamos Español".
De hecho, desde las redes sociales de "A Mesa pola Normalización Lingüística" (una asociación del partido nacionalista de utraizquierda BNG, que cuenta con gran poder, financiación e influencia en la comunidad gallega y cuyo objetivo no es otro que la persecución del español) comenzaron a lanzar mensajes de denuncia -que fueron subiendo de tono- ante lo que ellos consideraban una "provocación intolerable", e instando a la retirada inmediata de la valla.
Acusaban al anuncio de "promover la gallegofobia", de "atentar contra la toponimia gallega", de "ir provocando deliberadamente", de "saltarse la legislación", etc. cuando objetivamente la publicación en ningún momento va en contra del gallego, sino que pide respeto y una normal presencia para ambas lenguas.
Estas "denuncias", vertidas por los simpatizantes y colaboradores de "A Mesa", eran a su vez acompañadas de amenazas e insultos contra la asociación "Hablamos Español".
b) Las falsas argumentaciones del nacionalismo
Una de las curiosas denuncias publicadas por la asociación nacionalista consistía en decir que "vienen de fuera a cambiar nuestros topónimos", cuando la realidad es que:
1- Hablamos Español es una asociación gallega (fundada en Vigo) que defiende la coexistencia en libertad de los dos idiomas oficiales en Galicia y, por tanto, también de los dos topónimos (en español y en gallego): no pide suprimir el gallego, sino precisamente que se respete y garantice la presencia de ambos idiomas.
Este hecho (que desmonta el bulo promovido por el nacionalismo de que los topónimos en español son en realidad una "castellanización" realizada por Franco de su versión original gallega) es uno de los puntos que la asociación "Hablamos Español" -compuesta por profesores, historiadores, sociólogos y filólogos de prestigio- viene reivindicando desde hace años.
Se trata de una llamada de atención para que la población no se deje engañar por las falacias de algunos políticos nacionalistas, y para que no renuncie a su rico patrimonio histórico y cultural.
De hecho, esta campaña publicitaria pone en evidencia que el español y sus topónimos forman parte inherente al patrimonio histórico de Galicia, y ha sido realizada por la asociación como complemento a la publicación del libro "El robo de los nombres de nuestros pueblos: la sinrazón de la toponimia en España", en el cual explican los oscuros intereses que hay detrás de los vetos a los nombres en español.
c) La prensa regional destaca la noticia... ¡Pero justificando la hispanofobia!
Los medios de comunicación locales y regionales rápidamente se hicieron eco de tal "polémica" campaña: Diario de Pontevedra, Faro de Vigo, La Voz de Galicia, El Correo Gallego, El Ideal Gallego, Diario de Arousa, El Progreso de Lugo y un largo etcétera de cabeceras comenzaron a recoger en sus versiones digitales y en papel el gran revuelo generado por el anuncio.
Sin embargo, y salvo raras excepciones, todos los periódicos mostraban la noticia con un claro sesgo a favor del argumentario de los nacionalistas hispanófobos (los que defienden la censura de la forma española de los topónimos, algo que por cierto no ocurre en ningún otro país del mundo que también cuenta con lenguas regionales y donde ambos idiomas son respetados).
Este hecho no deja de ser una buena muestra de cómo está la libertad de prensa en España (y particularmente en Galicia), donde los periodistas están al servicio de los políticos (no del pueblo) y del lobby nacionalista, al depender por completo de las subvenciones públicas.
De hecho, no deja de ser un rasgo bien significativo que sea la prensa de dentro de España la única en el mundo que defiende y justifica la postura del nacionalismo, mientras que desde el resto de países se observa como una "aberración" lo que ocurre en nuestro país: el hecho de que las administraciones públicas veten los topónimos y el idioma español de los letreros, los servicios públicos y la educación en muchos casos.
d) La polémica alcanza a la esfera política... Y el anuncio acaba siendo arrancado
La valla de la discordia llegó incluso a la política local, cuando los miembros nacionalistas del Ayuntamiento de Sangenjo se manifestaron en contra de "semejante aberración", instando a su retirada inmediata.
Y parece que la presión tuvo su efecto, pues desde la cuenta de "A Mesa" se felicitaban pocas horas después por haber logrado su desaparición, hecho que volvió a servir de noticia para que los medios de comunicación realizasen un amplio seguimiento -y de paso una gran publicidad- a la campaña de "Hablamos Español".
2) La segunda valla, "Bienvenidos a La Coruña" y su repercusión a nivel nacional
Al día siguiente, y cuando parecía que el recorrido de la famosa valla de Sangenjo había terminado, nuevos titulares en prensa volvían a sorprender a los gallegos:
"Hablamos Español vuelve a la carga: tras Sangenjo, ahora es el turno de La Coruña".
Este titular apareció en los principales periódicos gallegos, acompañado además de una imagen con dos operarios colocando una valla de similares características a la de Sangenjo (con retransmisión y seguimiento de la prensa prácticamente en tiempo real), pero esta vez en una céntrica calle de la ciudad herculina.
Desde primera hora todos los diarios regionales recogieron de forma destacada la instalación de esta segunda valla publicitaria en la que se podía leer:
"Bienvenidos a La Coruña, ciudad que en gallego se llama A Coruña".
De nuevo, miles de comentarios y discusiones en redes sociales volvieron a encender el debate acerca del uso de los topónimos en español entre los defensores del bilingüismo y los del monolingüismo en gallego.
Y nuevamente "A Mesa" volvía a denunciar la supuesta "provocación", y sus colaboradores en redes sociales a lanzar mensajes de odio e insultos hacia la valla y sus promotores.
La modesta campaña publicitaria de "Hablamos Español" estaba siendo capaz de generar desde un primer momento:
(1) repercusión,
(2) seguimiento por parte de los medios y la sociedad,
y ahora también (3) expectación por saber en qué localidad aparecería la siguiente valla, factores que suponen las claves del éxito de cualquier estrategia de comunicación.
f) El apoyo ciudadano a la valla de La Coruña: el pueblo coruñés recupera un topónimo robado por una administración en manos del nacionalismo
Si en Sangenjo la repercusión fue grandiosa (principalmente gracias al impulso de las redes sociales), en el caso de La Coruña ésta se dejó notar con una enorme intensidad también a pie de calle entre la propia ciudadanía coruñesa.
Decenas de curiosos comenzaron a acercarse a la valla de "Hablamos Español" para verla e incluso para hacerse "selfies" con ella.
O mejor dicho, un auténtico "vendaval" capaz de:
(1) soplar a un lado las imposiciones del nacionalismo y del deformado discurso de "corrección política";
y (2) de recuperar -en formato extra grande- al original y querido nombre de toda la vida de su ciudad en español, "La Coruña", y que contra su voluntad (y sin consultarles) les fue arrebatado de los mapas y rótulos públicos por parte de los políticos, hace ya unas cuantas décadas.
Y es que según sondeos de opinión de la época, cuando se aprobó la "Ley de Normalización Lingüística", la gran mayoría de coruñeses no estaban de acuerdo con eliminar el topónimo "La Coruña" a nivel oficial, sino que mayoritariamente se decantaban por mantener la presencia de ambas formas (en español y en gallego).
Este curioso ejemplo de unas vallas sufragadas por la sociedad civil (ante la negativa de sus administraciones públicas a garantizar el bilingüismo en su región) que reclama algo tan básico como es el respeto para las dos lenguas cooficiales en Galicia, no deja de ser un nuevo e interesante caso de incipiente "rebelión popular" a pequeña escala contra las injustas decisiones de unos políticos convertidos en auténticos fanáticos.
Y, por supuesto, representa sin duda un verdadero éxito a nivel de comunicación y marketing.
De hecho, además de las miles de discusiones y mensajes en redes sociales, decenas de "memes", chistes e intentos de ridiculización de la campaña comenzaron a aflorar en internet y en prensa durante varios días, lo cual no hizo más que multiplicar su visibilidad, alcanzando incluso una notable repercusión a nivel nacional.
Los expertos en marketing suelen decir que un personaje o marca realmente ha triunfado a nivel de comunicación cuando es imitada y/o cuando se hacen chistes o "memes" sobre ella. En ese sentido el éxito resultó rotundo en este caso.
g) "Las vallas de las que habla toda Galicia"
Desde "A Mesa" no daban crédito al hecho de que las vallas se estuvieran "multiplicando por toda Galicia" (y así lo manifestaron en sus redes sociales), si bien en el caso de La Coruña, al estar ubicada en una zona elevada, la incitación a arrancarla no contaría con muchos "voluntarios", por lo que finalmente se decantarían por convocar una "manifestación" en el entorno del Obelisco.
Ser capaces de movilizar a determinados colectivos no deja de ser otro síntoma del gran éxito y repercusión de la campaña publicitaria, la cual continuaba magnificándose con cada nuevo ataque y "retuit".
Y es que la noticia de los famosos anuncios de "Hablamos Español" acabaría llegando a las redacciones de prensa a nivel nacional, siendo recogida por medios como La Vanguardia, Nius Diario, Vozpópuli, El Periódico, la Cadena SER o TVE como "las vallas de las que habla toda Galicia".
h) Ciudadanos de otras partes de España reclaman acciones similares en sus territorios para recuperar sus topónimos
La visibilidad de la campaña -con toda la polémica levantada gracias a los gritos del sector nacionalista, y magnificada gracias a la prensa- fue de tal envergadura que la asociación "Hablamos Español" comenzó a recibir mensajes de apoyo y felicitaciones por la iniciativa de todas las partes de España.
Y lo que es más relevante: se recogieron cientos de solicitudes de ciudadanos y colectivos para que se planteasen acciones similares en sus respectivas regiones, también gobernadas por el nacionalismo.
Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana, Baleares... De todas las comunidades con lengua regional llegarían peticiones para que "Hablamos Español" realizase nuevas campañas con el objetivo de luchar por la recuperación de sus topónimos originales, como por ejemplo, Alicante (sustituido por "Alacant"), Villajoyosa (por "La Vila Joiosa"), Ibiza (por "Eivissa"), Gerona (por "Girona") o Vizcaya (por "Bizkaia").
Y es que en los últimos años, las administraciones han ido vetando las formas en español en todas estas regiones, topónimos que además son los tradicionales y originales desde un punto de vista histórico.
3) Y no hay dos sin tres: "Bienvenidos a Orense"
Pero la cosa no acabaría en La Coruña: apenas unas horas más tarde nuevas reseñas en prensa recogían la sorpresiva aparición de una tercera valla publicitaria, esta vez en el centro de Orense:
"Bienvenidos a Orense, ciudad que en gallego se llama Ourense".
4) La asociación "Hablamos Español"
Y a todo esto... ¿Quién es "Hablamos Español"?
Haciéndose eco de esta noticia, tal y como recoge DolcaCatalunya.com:
Hablamos Español es una benemérita asociación que no recibe un euro de subvenciones y la impulsa la alegría de un puñado de gente normal, ilusionada con proteger la convivencia entre vecinos, facilitando el respeto a la lengua común de todos los españoles que no hacen de la lengua un instrumento ideológico.
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