domingo, 1 de mayo de 2011
GESTIÓN: ¿Cómo puede ser mi empresa más competitiva?
a) El factor humano como diferencial de la competitividad:
El factor humano es al final el verdaderamente decisivo en la marcha de una empresa. A pesar de que en muchos casos los procesos productivos y las máquinas se construyan a medida, el equipo que tira de una empresa es lo que al final marca su competitividad frente al resto de empresas.
Una empresa que cuenta con un personal motivado, que tiene ganas de sacar el proyecto adelante y por tanto no le supone un drama (o sentirse "explotado") quedarse un día 10, 15 minutos o media hora más para cumplir el objetivo de su trabajo, es una empresa más competitiva que otra en la que los empleados "cierran el chiringuito" cuando llega la hora de salir. Por muy poca diferencia de esfuerzo cada día se puede llevar a una empresa de una situación de rentabilidad negativa a obtener beneficios y por tanto a garantizar su continuidad.
Aunque hoy en día esto no suene muy políticamente correcto, una empresa en la que los empleados son capaces de trabajar un extra -en las mismas condiciones salariales- para cumplir su objetivo particular y lograr así el objetivo global de producción y ventas de toda la compañía, es una empresa más competitiva que las demás, pues:
1) Sus productos son más competitivos que los de la competencia (el coste de mano de obra por producto es inferior, con lo que la empresa puede ofrecer sus productos más baratos o puede obtener un mayor margen por cada unidad vendida).
2) La empresa tiene una menor incertidumbre en sus procesos; es decir, si los empleados se comprometen a cumplir un determinado objetivo de producción, aunque un día haya problemas en el proceso de producción, la empresa tiene la "garantía" de que al final de la jornada el trabajo propuesto para ese día quedará realizado; es decir, tener empleados responsables hace que nuestra empresa sea más competitiva. Así se puede garantizar mejor a los clientes plazos de entrega, ser más flexibles,... en definitiva dar un mejor servicio y tener la capacidad de producción óptima (aprovechar mejor las economías de escala), es decir, una vez más se aumenta nuestra competitividad.
La relación de la empresa con los empleados y de los empleados con la empresa:
Por supuesto respecto a los empleados la empresa debe:
1) valorar y premiar al empleado capaz de implicarse y tirar para adelante del proyecto cuando sea necesario;
2) poner a disposición de los empleados los medios y recursos necesarios para que puedan cumplir su trabajo en las mejores condiciones posibles;
3) tratarlos bien, motivarlos e implicarlos.
Pero los empleados también deben ser capaces de hacer sobreesfuerzos cuando la situación lo requiera, pues han de comprender que si a la empresa le va bien, esto repercutirá sobre ellos.
b) La influencia de los procesos en la competitividad:
Además del factor humano, la disposición y forma de realizar los procesos también influye en la competitividad de una compañía. Un mismo objeto se puede fabricar de mil maneras distintas, al igual que un mismo servicio se puede presentar y prestar de mil formas diferentes. Existen multitud de ingenierías que desarrollan en todos los sectores procesos a medida, diseñan el lay-out óptimo, estudian ineficiencias, diseñan máquinas específicas, etc.
Sin embargo, muchas veces en el día a día de las empresas no nos damos cuenta que pequeños cambios pueden suponer grandes mejoras en los tiempos de fabricación, capacidad productiva, condiciones del trabajador, etc. (el conocido "Lean Manufacturing" de Toyota): una mejor iluminación en un puesto de trabajo, la colocación a mayor o menor altura de una mesa o una máquina, una nueva abertura más cómoda para dosificar una materia, una nueva manera de colocar los palets para aprovechar mejor el espacio, unas líneas de colores que dibujen en el suelo los flujos de entrada y salida, etc. son pequeños cambios que apenas requieren inversión y que pueden lograr que nuestro proceso productivo sea más eficiente y por tanto, más productivo y competitivo.
No obstante, de nuevo la iniciativa de estudiar, investigar, preguntar y copiar procesos depende una vez más del factor humano de la empresa.
c) El factor humano a nivel directivo:
La gente que dirige a otra gente debe reunir una serie de capacidades:
- Priorizar: saber qué tareas hay que hacer en cada momento y qué se puede/debe posponer.
- Cumplir objetivos y hacerlos cumplir a su equipo.
- Actitud proactiva.
- Con capacidad de automotivarse.
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