"LA SEXTA" CELEBRA SU 18º ANIVERSARIO ESTRENANDO NUEVA IMAGEN... PERO OFRECIENDO MÁS DE LO MISMO (mayo de 2024) - MARKETING

La Sexta renueva su logotipo... pero mantiene su "esencia" ultraprogresista

El pasado 8 de mayo (2024), La Sexta anunciaba el "restyling" de su imagen coincidiendo con su 18º aniversario.  

El hexágono (figura geométrica con seis lados) sigue siendo la forma característica de la cadena, y su reconocible número 6 de estilo "cubista" se simplifica con respecto a su versión anterior a través del empleo un único tono de verde claro, actualizando también su tipografía. 

Se trata del cuarto cambio de imagen realizado por la cadena de televisión a lo largo de su historia: la última versión del logotipo (que empleaba tres tonalidades de su característico color verde corporativo) venía estando vigente desde el año 2016. 

Así, ocho años después, Atresmedia (grupo de comunicación al que pertenece La Sexta) ha decidido actualizar nuevamente la imagen de su canal más "progresista" y sesgado a la izquierda, a través de este ligero "restyling".

Nueva imagen pero más de lo mismo: "La Secta"  de izquierdas

Hace unos días, La Sexta Noticias emitía un reportaje sobre las bondades de que se hayan derribado cerca de 1.000 presas en España en 2023, "al devolver a los ríos españoles a su cauce natural". 

Meses antes, los periodistas-activistas de la misma cadena afirmaban que el derribo de presas en España era "un bulo inventado por la extrema derecha"...

Presas, construidas hace décadas por nuestros antepasados, conscientes de que España es un país con clima mediterráneo, factor que provoca sequías recurrentes cada 10 años (siendo bastante recomendable la acumulación del agua para garantizar el consumo humano).

Y es que, la "nueva ecología de despacho" (que pone en cuestión el conocimiento de la gente del campo de toda la vida) es uno de los temas top de La Sexta. Pero hay más:

• Ayuso y lo mal que lo hacen los partidos que no están a la izquierda.

• Ridiculizar o poner en cuestión a la monarquía española, especialmente a la figura del rey emérito.

• Los malvados empresarios, siempre pensando en explotar a los trabajadores y en llenarse los bolsillos a su costa. 

• Negar la "okupación" (que es un bulo de las empresas de seguridad que quieren vendernos alarmas), ocultar delitos cuando estos pueden estar relacionados con una determinada problemática social o migratoria, o blanquear a Bildu y al nacionalismo en general.

• Decir "Kyiv" en lugar de su normal forma en español "Kiev", o "Catalunya" en lugar de "Cataluña"... (algunos nos preguntamos por qué entonces no emplean "Deutschland" para referirse a "Alemania", "Nouvelle Calédonie" para hablar de "Nueva Caledonia" o "New York" en lugar de "Nueva York"...). 

• Usar "Gipuzkoa", "Comunitat Valenciana" o "Castelló" en la información del tiempo, promoviendo y naturalizando la hispanofobia como si esto fuera algo "progresista" o de izquierdas... (De momento, aún no se han atrevido con "Eivissa", "Bilbo" o "Xixón" por lo extremadamente ridículo que sonaría, si bien, tiempo al tiempo).

• Vendernos las bondades de las infames subidas de impuestos hasta niveles confiscatorios (España es el país de Europa cuyos ciudadanos realizan un mayor esfuerzo fiscal) sin exigir un control responsable del gasto público, criticar el despilfarro de la administración o las millonarias partidas dedicadas a los 400.000 cargos políticos y asesores colocados a dedo con los que cuenta España). 

• Meter el feminismo, la bandera LGTBI y demás "becerros de oro progresistas" de forma cansina y machacona hasta en la sopa.

• Y, por supuesto, tachar de "ultraderecha", "extrema derecha", "facha", "fascista" o con cualquier otro calificativo despectivo (insulto) a todos aquellos que no comulguen con su doctrina "progresista" (incluidos los autónomos o la gente del campo que se manifiesta al verse ahogada por la inflación o los impuestos).

Resulta curioso que los periodistas de La Sexta denuncian la "polarización de la política española" y de lo inaceptable que son los insultos, cuando son ellos los primeros que empezaron a insultar, descalificar, vetar y estigmatizar a los adversarios que no comulgan con su pensamiento único. 

Es gracioso cómo para ellos únicamente existen partidos de "extrema derecha" o "ultraderecha" (que por cierto, defienden la Constitución, el cumplimiento de la ley, la libertad individual, la propiedad privada, la convivencia o la autoridad de la policía) pero en ningún caso se atreven a calificar a Podemos, Sumar, ERC o la CUP (que cuestionan la autoridad de la policía, justifican las revueltas en la calle y el incumplimiento de la ley, blanquean el terrorismo, defienden la okupación o promueven la censura a medios de comunicación) como "extrema izquierda": algún criterio mental está fallando en la cadena.

Por tanto, La Sexta es un producto creado para un segmento de público muy específico, en ocasiones "infantilizado", incapaz de ser crítico y objetivo, y que necesita ver el mundo desde su particular prisma, imponiéndonos a todos esa visión (siguien el principio de "o estás conmigo o estás contra mí").

Y da igual que sea verdad o no: este "target" necesita y reclama su dosis diaria de "doctrina ultraprogresista", la cual es magistralmente servida por Wyoming, Ferreras, Ana Pastor e Iñaki, los magníficos comerciales de la doctrina de "La Secta" de izquierdas.

Sin duda, la televisión más sesgada e ideologizada de España, con una  nueva imagen, pero ofreciendo más de lo mismo.

Repaso a la evolución histórica de la imagen corporativa de La Sexta

-Imagen inicial (2006) -fuente: Youtube-

-Segunda versión de la imagen (2007) -fuente: Youtube-

-Tercera versión de la imagen (2016):

-Última versión de la imagen (2024):

Hastags del caso:

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