No es un secreto para nadie. Las radio-televisiones autonómicas públicas son un pozo sin fondo, un auténtico agujero por el que se escapan millones y millones de euros que provienen de los bolsillos de todos los ciudadanos. En momentos de crisis como el actual, su papel como servicio público de primera necesidad y su financiación son más discutibles que nunca. Pero, ¿cuál es la tele pública más cara para el ciudadano? ¿Merece la pena destinar ese dinero a mantenerlas? ¿Se podría cambiar su modelo de gestión aplicando algún tipo de criterio de rentabilidad/eficiencia para evitar "sangrar" a los ciudadanos?
Según un reciente estudio de la consultora Deloitte, la televisión autonómica más onerosa para el bolsillo del ciudadano es la vasca ETB: cada familia debe abonar de media al año 234 euros para poder sintonizar ETB1, ETB2 y el resto de canales vascos. Le siguen Televisió de Catalunya (TV3) con 220 euros por familia y Televisión de Galicia (TVG) con 213 euros. Lo peor de todo esto es que además de ser caras, muchas veces los ciudadanos estamos pagando sin quererlo la promoción de una determinada ideología que se asoma a través de la "pantalla amiga" (pongo por caso el ejemplo del nacionalismo catalán difundido a través de TV3: no es ni mucho menos el perfil de una televisión objetiva ni recomendable para nadie que no quiera ser "aleccionado" en una determinada forma de pensar; el tema del servicio público para todos deja mucho que desear).
La cuarta televisión más cara es la valenciana Canal 9 (209 euros), Aragón TV (180 euros), Canal Sur (173 euros), Castilla-La Mancha (172 euros), Canal 7 de Murcia (152 euros), Televisión Canaria (146 euros), Telemadrid (145 euros) y Extremadura TV (113 euros).
Teniendo en cuenta los ingresos publicitarios que consiguen las diferentes cadenas para contribuir a su financiación y, calculando de esta forma el coste neto para el ciudadano, ETB (158 euros) y TVG (147 euros) se sitúan en los dos primeros puestos como las teles más caras de España. Les siguen Canal 9 (142 euros), Aragón TV (127 euros) y TV3 (120 euros).
Las cadenas con un menor coste neto por familia al año son la de Castilla-La Mancha (118 euros), Andalucía (106 euros), Murcia (100 euros), Canarias (90 euros), Asturias (88 euros), Madrid (72 euros) y Extremadura (58 euros).
Si comparamos el coste de las teles autonómicas con el de TVE, el derroche queda aun más patente: la televisión pública nacional cuesta a cada familia española 65 euros brutos por hogar al año, la cuarta parte que el coste de algunas autonómicas.
Encuentro gratuito el comentario sobre la manipulación política realizada por la televisión catalana. Primeramente debo recordar que fue durante el tripartito, encabezado por el PSOE, cuando se aumentó sustanciosamente su deuda y se crearon canales de dudosa utilidad. Me da la impresión que es sólo otra opinión que se suma a la fiebre anticatalana desgraciada y penosamente generalizada. Hago el comentario por si no se habían dado cuenta de ello. Da la impresión que no se haya hecho ningún análisis y simplemente se haya dado por buena la corriente de pensamiento estandar realizada normalmente, por cierto, por ciudadanos que no viven en Cataluña.
ResponderEliminarAñado que hay otros canales que son claramente mayor paradigma de manipulación política. Los canales autonómicos de Valencia o Madrid son un ejemplo más que claro.
Quizás no les gustará el comentario aunque vería curioso que me lo censuraran. La intención es totalmente constructiva. Espero que si hay respuesta sea también con esta intención.
Un saludo,
Edu
Estimado Edu,
EliminarAntes de nada agradecerte sinceramente tus comentarios y tus críticas: cualquier opinión es absolutamente bienvenida y ten por seguro que aquí nadie la va a censurar.
Respecto a tu crítica (y yo también quiero ser constructivo de verdad te lo digo), decirte en primer lugar que hasta puedo estar en parte de acuerdo contigo en lo que comentas respecto a Telemadrid y RTVV. Sin embargo, decidí destacar a TV3 como ejemplo de exceso de gasto y falta de objetividad por 3 razones fundamentalmente:
1) es la tv autonómica más endeudada con diferencia (300 millones) y de las más caras para el ciudadano;
2) la Generalitat es uno de los gobiernos autonómicos que más recortes ha realizado en servicios sociales básicos y necesarios como son la educación y la sanidad, sin tocar otros gastos pienso que más superfluos y no tan necesarios para la vida como son los tropecientos canales que tiene Tv de Catalunya o las embajadas exteriores por citarte 2 ejemplos;
3) existe una enorme falta de objetividad en una televisión pública pagada con el dinero de todos los ciudadanos (no solo del bolsillo de los nacionalistas), que apoya abiertamente y potencia la ideología pro-nacionalista, cosa que me parece perniciosa para una correcta convivencia de todos los ciudadanos de todas las ideologías: no me parece correcto una televisión pública que fomenta la idea de que en Cataluña hay ciudadanos de primera categoría (los que apoyan el nacionalismo) y otros de segunda. Creo que esto como mínimo es criticable.
No me parece correcto, continuando con la respuesta, que una televisión que pretende ser un servicio público al servicio de todos los catalanes, ofrezca una visión irreal, subjetiva y distorsionada de la sociedad, al servicio de unas creencias y una forma de pensar que el gobierno nacionalista de turno quiere imponer entre los ciudadanos. Yo he visto TV3 en varias ocasiones, y no me parece objetivo ni adecuado el trato que se le da a varios temas incluso en los propios informativos que no son objetivos, el mapa del tiempo de los "países catalanes" me parece una "chorrada anacrónica" hablando claro y mal, o por ejemplo la ridiculización y la falta de respeto que se hace muchas veces hacia "lo español" en varios programas (acuérdate de alguna que otra "parodia" en la que se disparaba a una imagen del rey por ponerte un ejemplo muy gráfico y reciente...). ¿Esto es una televisión pública objetiva, beneficiosa para la sociedad y recomendable?
EliminarRespecto a lo que comentabas de que muchas veces las críticas vienen desde fuera de Cataluña, en este caso es completamente cierto, te escribo desde Vigo. Y comento estas cosas con la objetividad que me da hacerlo precisamente desde fuera de Cataluña, sin estar influenciado por los medios pro-nacionalistas, y poder ver lo que ocurre con cierta distancia (pienso que en Cataluña, en la relación entre la sociedad y los medios de comunicación y la sociedad civil ocurre algo parecido a lo que sucede en Italia con Berlusconi: el adoctrinamiento y la visión sesgada que ofrecen los medios influye decisivamente sobre la percepción, la visión de la población y al final el apoyo político).
Por último, en relación a lo que comentas de la llamada "fiebre anticatalanista" no puedo hacer más que darte mi opinión: pienso que no existe y que simplemente es un argumento victimista más utilizado por el nacionalismo: nadie odia a Cataluña ni a los catalanes, y te lo dice un gallego. Es más, yo incluso te diría que la percepción real es la contraria: creo que en Cataluña en determinados sectores nacionalistas existe una fiebre "anti-españolista": en Cataluña no es fácil salir a la calle con los colores de España, mientras que sí puedes hacerlo con los colores catalanes. En Cataluña año tras año vemos quemar banderas de España y símbolos del estado, mientras que en el resto de España no se queman banderas de Cataluña. ¿Quién tiene el odio anti-algo?
Disculpa si he sido un poco brusco o si me he alargado demasiado con las explicaciones, pero la política es otra área que también me pierde un poco. Por cierto, y después de decirte todo lo anterior, simplemente comentarte que tengo amigos y familiares en Cataluña, y me encanta ir por esa tierra. Un saludo y gracias de nuevo por tu repuesta!
A pesar de ello debo felicitaros por el resto de artículos del blog. Los análisis de mercado, marketing y gestión que he visto son muy interesantes.
ResponderEliminarAdministrador, creo que los comentario políticos, área, que como bien dices "te pierde un poco", deberian quedar fuera de esta estupenda web.
ResponderEliminarS